Si la ciudadanía se harta de campañas electorales y de elecciones siempre que las hay, imagínense ahora que las ha convocado Sánchez con mala fe y como castigo por los resultados obtenidos. Lo de votar en julio no tiene nombre o simplemente es una putada como la copa de un pino y un puntapié a las familias trabajadoras. Eso también le pasará factura al recadero de Mohamed VI. Llegado el momento, nos reiremos de lo lindo cuando salga lo que hundirá su campaña definitivamente y alguna ministra abandonará el escenario socialista para siempre.
Y no descarten que, precisamente por esa mala fe, el hundimiento socialista sea aún mayor el próximo 23-J. Esto ya empieza a hacerse muy largo y cansino porque, ante la perspectiva electoral de la izquierda, empieza a haber tortas dentro del puño y la rosa, como las habrá no tardando dentro de la casa del comunismo sumatorio o Frente Impopular constituido a la izquierda del PSOE.
Pasados quince días ni siquiera se han constituido los parlamentos autonómicos, ni los ayuntamientos. Se lo toman con tranquilidad y sosiego. La ciudadanía está decepcionada, con hartazgo y desesperanza. En esta España nuestra hay excesivos políticos viviendo del cuento y de las cuentas del erario público. Esto tiene que acabar sin más dilación. Ahí tienen como ejemplo el afán de Podemos por conseguir poltrona, o mantener la misma de la que han disfrutado, y seguir viviendo de algo para lo que no están preparados. Pero podríamos decir lo mismo de muchos otros. Lo raro es que no haya salido Franco como factor provocador. Ahora les va mejor decir que Feijóo planea recortes. A ver qué dice la auditoría previa y dónde están los más de 10.000M desaparecidos, que es lo que preocupa a la presidenta de la Comisión de Presupuestos de la UE.
Hemos «disfrutado» de las ‘mejores’ ministras para beneficiar a los violadores, maltratadores sexuales y okupas de lo ajeno, pero la soberbia de la ministra expulsada del paraíso lo sigue negando. ¿Se puede ser más cerrado y torpe? Todo un beneficio estatal que desaparezca la ministra de Igual-Da de la escena política, como Isa Serra para que no practique terrorismo contra las mujeres policías o Ángela Rodríguez para que deje de humillar a las mujeres víctimas de violaciones y agresiones sexuales, a la vez que se mofa de ellas.
Bendito sea el momento en que Yolanda Díaz se ha puesto de perfil para con la innombrable ministra, dejando que su barragán, su banda de la tarta y cuatro desnortados la defiendan como si fuera un personaje imprescindible, cuando tan solo es impresentable. Vergüenza debería dar a ‘Chinchenique’ y a Iglesias decir que ha sido quien más ha beneficiado al feminismo. ¿Pero saben ellos, incluso ella, lo que eso significa? Ahora sí que no tengo dudas: si volara la ignorancia de algunos, nunca nos daría el sol.
¡Venga, chica, a correr y deja ahí el coche oficial, las tartas pagadas y las cuentas claras porque si esas no son transparentes vas a pasar más tiempo en los tribunales que en tu casa! Me preocupa la tal Belarra: eso es meter el zorro en el gallinero o el caballo de Troya en eso que llaman Sumar. ¿Se puede ser más torpes?
La cuchillada a la innombrable ya es un hecho y me sorprende que siga ahí Belarra todavía. ¿Saben lo que visualizo? Pues a la «niña del exorcista» (Belarra) delante de sus tropas con la cabeza de la ministra de Igual-Da en bandeja de plata ofreciéndosela a Yolanda Díaz. Tal vez también estaba pactado para sacar toda la porquería de Podemos a los contenedores callejeros. Mejor visualicen la escena del cuadro de la Rendición de Breda: Justino de Nassau arrodillado y ofreciendo la cabeza de la malhechora e innombrable a Ambrosio de Spínola.
¿Qué pinta Belarra en Sumar tras sus acusaciones de traición, vergüenza, veto y odio a Yolanda Díaz? ¿Es consciente la vicepresidenta segunda en funciones de las acusaciones, trampantojos y señalamientos directos a personas privadas? La ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 va a restar miles de votos a Sumar. Es una mala planificación y un pésimo remedio para seguir sumando. Tampoco sumarán aquellos personajes de Podemos que vayan en cabeza por alguna provincia y sean reconocidos.
Lo que no supo hacer Pedro Sánchez con Podemos, lo está haciendo Yolanda Díaz sin despeinarse y en beneficio de la Plataforma Comunista de Sumar. Todo lo demás son mandangas del barragán que insistía en refrescarse en los baños públicos, pues ni Yolanda hace la campaña a la derecha, ni se la hace a la CEOE. El tal Iglesias tiene su karma desde que Díaz Ayuso lo sacó a bofetadas dialécticas de la política madrileña. Imagínense quién ha dicho una mamarrachada como que «Yolanda es la ejecutora final de una violenta campaña orquestada desde los más siniestros aparatos de las derechas». Cuando el comunismo no miente, dispara y mata o practica con pollos como el de Stalin para infundir terror.
Pues es lo que le faltaba a Yolanda, hacer las campañas al enemigo. Podrá equivocarse, pero tonta no es. La clave está en formar buenos equipos capaces de trabajar a diario y sin caer en aberraciones de odio y venganza como las de Pedro Sánchez, el felón de Moncloa, que perdió el trasero para dar el pésame a Bildu por un etarra, pero calla por la muerte de un Policía Nacional de Andújar.
En fin, será un gigantesco espectáculo escuchar a los agraciados de Podemos pedir el voto con la papeleta y el rostro de Yolanda. Sobre todo, tras haberla apuntado con el dedo y acusado de vetar a la ministra más denostada de Podemos, tanto política como socialmente y tanto por los políticos de la siniestra como de la derecha moderada y de la derecha imprescindible. La innombrable ya es alma en pena, arrojada de los jardines del Edén, desprestigiada socialmente y condenada a vagar «sola y borracha» en su regreso a casa.
No duden que para Pablo Iglesias también eso será una campaña de la furibunda derecha. Escuchen, escuchen cómo la mofa ya es general contra el acólito del que fuera «Gorila rojo», hoy encarnado en el presunto narco-asesino Nicolás.
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