Tomando manzanilla y tila espero salir de mi situación, de estas altas montañas y volar lejos, con taza de porcelana deseo despegar, irme con la imaginación... no llegar a la desesperación. Son basura, pero el café es rico, con sacarina y leche condensada, me librará durante unos segundos de la inseguridad humana, el miedo, el rencor... El chocolate oscurito, la tila clarita, el descafeinado, el vienés, con nata... siempre el café. Líquido que se toma solo mientras pasan las horas del día... interminables, tortura fina... que me hacen pensar esto que escribo, en la incomunicación en la que vivo.
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