La primera caída del Duce y sus secuelas en Paraguay
La noche del 24 al 25 de julio de 1943. Hace 80 años, en Italia ―tras el desembarco aliado en Sicilia―, Benito Mussolini fue derrocado por su propio Gran Concilio y encarcelado junto a sus colaboradores. Lo reemplazará el Mariscal Pietro Badoglio.
El Duce fue liberado por un comando de las SS al mando del austriaco Otto Skorzeny, que lo llevó a Berlín junto a su imitador en la toma del poder, Adolf Hitler.
Los alemanes lo hicieron primer ministro de un nuevo engendro político, la República Social italiana. Considerando la traición del Rey Victor Manuel, el partido único en Saló pasó a llamarse Partido Fascista Republicano, dejando en claro el rompimiento con la monarquía. La guerra estaba perdida, pero se debía resistir.
Luego de concluida la guerra en Europa, muchos nazis y fascistas fueron bien recibidos en Sudamérica, lo cual no es ninguna novedad. Menos sabido es que muchos de los soldados de Hitler y Mussolini que seguían en Europa recibían apoyo de ultramar. Se sabe que Skorzeny vivió cómodamente en España, y hasta se permitió exponer a Franco sus planes para crear la 'Legión Carlos V', un ejército de retaguardia contra el comunismo.
En 2011 se publicó su archivo, legado por su empobrecida viuda fallecida en 2002, luego de sobrevivir 27 años al célebre matarife nazi.
En lo que a sus vínculos sudamericanos atañe, se conoce una comunicación oficial del año 1964, donde Alfredo Stroessner solicita a su embajador en Madrid se provea de pasaporte paraguayo a Otto Skorzeny.
Para mayores implicancias, Stroessner aclara en su carta que la misma será portada por Hans Rudel, recordado as de la Luftwaffe devenido en huésped del jefe de estado paraguayo.
A ocho décadas del célebre rescate del Duce en el Gran Sasso, valga recordar estas secuelas que aquellos hechos históricos tuvieron en países considerados a veces tan lejanos. Y que sin embargo, nunca estuvieron tan cerca, ni tan lejos, como ciertas aproximaciones epistolares lo demuestran. LAW
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