Adiós Lenin es una película alemana dirigida por Wolfang Becker que nos describe que a raíz del símbólico derrumbe del muro de Berlín (La puerta de Brandenburgo) y del fin de las fronteras entre el este y el oeste en el otoño de 1989, representa la súbita transición del socialismo de Estado al capitalismo de mercado en la República Democrática Alemana (RDA) hacia una hipotética unidad alemana con la RFA (República federal Alemana) misma que provoca traumas y psicosis en algunos por el pasado superado por el inmediatismo del hoy y el ahora y que siembra la fascinación para otros un futuro esperanzador con optimistas escenarios.
La caída del muro tuvo ese efecto. Un renacimiento para algunos, un desgarramiento para otros. Algunos se despidieron con mucho gusto, pero otros tuvieron más dificultades y tal vez nunca lo lograron, ello se traduce en una gran encrucijada, ¿abandonar el modelo del socialismo y/o e inaugurar la incertidumbre que representa la especulación de la bolsa y el mercado capitalista?
Esta película nos narra la microhistoria de una profesora alemana que por una enfermedad cae en coma que dura un buen tiempo, y que también ella misma es una trabajadora y madre de familia que al despertar del coma no se entera de todos los cambios que están aconteciendo en esa sociedad alemana dividida por un muro y por la bipolaridad de los sistemas políticos.
Al asomarse a través de una de las ventanas del departamento ubicado en un edificio del Este de Berlín como uno de los helicópteros van cargando los fragmentos de la estatua de Lenin, pareciera que su mente quedó anclada y atrapada en el Status del Sistema Socialista de Bienestar y que sus hijos y ella misma se dá cuenta como la ciudad y los supermercados son invadidos por las marcas y las empresas capitalistas como la Coca-Cola y otras como Burger King surgiendo como el sueño de la prosperidad, la abundancia y el consumismo capitalista que invade y avasalla el presente inmediato de los alemanes orientales acostumbrados a la escasa libertad individual pero asegurados por el racionamiento alimentario y la vivienda social, pero aún asi todavía algunos se resisten para mantenerse aunque en la memoria con el régimen anterior.
Esta película nos retrata, por un lado, la fascinación de una libertad inédita por la caída del muro de Berlín y, por otro lado, el falso espejismo de la nueva globalización capitalista que los Alemanes tienen que adaptar, afrontar y asumir desde 1990 como la inédita unidad alemana que a la postre vendrá a constituirse en una de las bases de la unidad europea y de la nueva Unión Europea del siglo XXI.
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