Si en vez de la nefasta campaña previa a las elecciones del PP y Vox, lo hubiesen hecho dejando atrás orgullos, mediocridades y estupideces, la situación ahora sería diferente. Una vez llevado a cabo las elecciones, la presidencia del Congreso le hubiese correspondido a Vox en vez de la señora que la preside y Feijóo, en vez de llorar sobre la leche derramada, vería su presidencia con claridad porque la votación se podría haber hecho en secreto en vez de a mano alzada, como ya ha aclarado la presidenta que se hará, y los socialistas que estuvieran a favor posiblemente votarían a favor de los 4 escaños que le faltan. Pero al ser públicos todos votarán según imposiciones de partido porque ya han demostrado por activa y por pasiva que el poder y sobre todo el dinero y mamandurrias están por encima de su dignidad, ética y moral.
Una vez más la idiotez vence a la sensatez, porque los presidentes del Gobierno, sea el que fuere, pasarán, pero los desastres que se hayan ocasionado y la gravedad de los mismos quedarán, siendo dificilísimo arreglarlo todo posteriormente, sobre todo las injusticias que se hubiesen llevado a cabo en el intermedio.
No sé si se volverán a repetir las elecciones en un tiempo próximo o no, lo que sí me gustaría poder ver es que la gente aprende de sus errores y los mejora considerablemente, bien sea estudiando, el que lo necesite que son muchos, reflexionando, que también ha mucha falta, consensuando para buscar soluciones y sobre todo usando el sentido común. Tenemos que exigir a quien nos gobiernen responsabilidad, preparación y dignidad para el cargo a desempeñar, dignificar al país para que ocupe el lugar que merece en el mundo y no ir de farolillo rojo como vamos, reducir ministerios, asesores y cargos a dedo, quitar privilegios vitalicios, total transparencia del dinero que nos ha entrado de Europa y no sabemos que ha sido de él y en contraposición tenemos ya una deuda externa billonaria… En resumen, gestionar bien la economía buscando el bien común para toda la sociedad, no solo para unos pocos.
Estas cosas, los votantes antes de emitir su voto debería pensar sobre ello porque a los parlamentarios, senadores y personal del gobierno los pagamos todos nosotros con nuestros impuestos, están para servir y no para aprovecharse de los cargos, como hacen actualmente.
La transición de la dictadura a la democracia que nos dimos, fue modélica hasta tal punto que fue tema de estudio mundial, no echemos por tierra estos años de tranquilidad social, más o menos a gusto de todos, que nos dimos gracias a la constitución realizada por todos los partidos. En aquel entonces teníamos políticos de cualquier color, con mayor altura intelectual, dignidad, ética y moral, orgullosos de pertenecer y servir al país más grande de Europa en descubrimientos y cultura.
Hay que prevenir en vez de lamentar, un refrán dice “mejor ponerse una vez colorado que cien veces amarillo”, pues a ver si se enteran los señores del PP y de Vox, si se dejan de hacer el canelo y llegan a un acuerdo, aprender a comunicar prolífera y claramente sin ambigüedades, si es preciso a diario sin pretender gustar a todos por igual porque eso es imposible. Las mentiras, cambios de opinión y medias verdades hay que dejarlas a los trileros. Las cosas hay que definirlas transparentes, sin lugar a duda y todo aquel que esté de acuerdo les dará su confianza. Eso siempre ha sido así.
“La revolución es buena para los histriones, sirven todos los gritos, todas las necedades tienen valor, todos los pedantes alcanzan un pedestal” - Pio Baroja. “El valor de una nación no es otra cosa que el valor de los individuos que la componen” - S.Mill. Y con esto me quedo.
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