He venido observando, discurriendo desde hace muchos años, que la literatura y las artes están estancadas, pero, ellas siempre van buscando nuevos horizontes, nunca aterrizan ni aterrizarán por esto. Existen muchos escritores en el mundo que se han dedicado a escribir libros, pero no se ve ningún aporte al desarrollo de la cultura libresca-lectura. Pero, se ve una notable y clara oración, plegaria, profecía, discurso, orientación, inducción dirigido al mundo de las artes de la cultura, social, político, económico, y etc.
Bien es cierto que ello ayuda al lector a disfrutar y a darse muchas ideas por donde andar, y en cuanto al “crítico”, estos cada día se transforman en más detractores de la cultura, incluso, existen muchos escribientes-escritores que presumen de ser críticos, y tratan en infinidad de casos criticar malsanamente a sus colegas y sus obras. Mejor recuerden que son escritores y no críticos, son productores de saber!!!
Estos. “Críticos”, sería excelente, que escriban sus propias obras, para que sean útiles generando imágenes, elementos y sobre todo, un horizonte de desarrollo, y no estar inmiscuidos en el sedentarismo criticista. Aún, no han entendido, que, sus aportes, sólo se limitan en cierta medida, a la estilística, a criticar, que, está o aquella obra, le hizo falta una coma, un punto, una tilde, o que este párrafo, estrofa, y etc., debió haber sido escrita así o asa. Que equivocados están. Todas, las obra escritas en el mundo llevan un rumbo trazado por su autor, y un arquetipo, estilo, propio del creador. Es bien fácil criticar, producir ideas es otro asunto, que los llamados críticos no lo hacen.
Y, dentro de la diversidad de lectores y “críticos”, muchos surcos literarios se ventilan, es ahí el dilema, ¿quién tiene la verdad? En este caso, la única verdad y verdadera la tiene el escribiente, que es el autor de la obra. Lo demás, es reventa, o gusto producida de análisis diversos de-lectores, “críticos”, y escritores-, la propia obra, tiene su verdad, que nadie se la puede arrebatar, y esa es la cierta, no hay otra.
Sería interesante, y de mucho interés, esos que se las dan de “sabelotodo”, hagan sus propias creaciones literarias, o de nuevos géneros letrísticos, es hora que aporten. Deben recordar, que la obra escrita y salida a la ventilación pública, cuál quiera que sea el libro, y de quién sea, es un tesoro producido por la mente…!!! del escritor, no de los lectores o críticos, al igual la música, el teatro, danza, pintura y demás artes…
Los “críticos” deben recordar que se deben al escritor y su obra, ustedes, no son, por ustedes, si no tienen un texto letrístico, a contrario sensu, no se maquillarían sus mentes. Escriban, no sean leones echados, que sólo están esperando. Dejen que el mundo de las letras, música, pintura y etc., avance, no sean obstáculo, tampoco es necesario adular, pero si elogiar la creación y la perseverancia.
Es, oportuno, hacer un ensayo así: poner a varios lectores, críticos y escritores, a leer, analizar determinadas obras-libros-, seguramente, encontrarán en sus comentarios, opiniones, o críticas, diversidad criterios, algo igual con las otras artes. Ahí, está la enorme muestra que nadie piensa igual, ni tenemos los mismos gustos e ideas, y por consiguiente, el resultado sería: no hay obra; libro malo, ni feo, sino mal interpretado, leído, mal criticado, usando personalismos determinados, por muchas razones adversas. Entonces, existen varias razones: la interpretación diversa; interpretar maledicientemente, y criticar por mediocridad falta de cultura o de conocimiento de causa.
Es por eso, que dentro de las artes, nada es feo, porque lo que a vos no te gustó a otros si les gustó, debido a esa diversidad, las artes cualesquiera que éstas sean están dotadas en que todo es bello nada es feo. Hagan eso las academias de artes, de literatura, los talleres o círculos literarios, y encontrarán la verdad. Y pueden anexar algunos otros detalles que consideren. Un pensamiento mío: LA PALABRA ESCRITA HABLA Y PIENSA. No está mal la idea. Lo malo sería, permitir lo contrario.
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