Sánchez a Feijóo: "Hubiera bastado con que mientras negociábamos nos dijeran: 'No sacrifiquen la unidad de España, no humillen a la Nación para conseguir esos 7 votos, aquí tienen los nuestros". Con estas afirmaciones reconocía que negociaban para humillar a España y sacrificar su unidad.
Bien, estas palabras no se pueden poner en duda que las dijo Pedro Sánchez, pues están en la fonoteca del Congreso y han corrido como ríos de lava por todos los medios de comunicación. Sus apesebrados, también ha sido publicado, para mitigar la gravedad que encierran, intentan cubrirlas con una pátina de pintura de brocha gorda diciendo que las pronunció en sentido irónico. Miren Vds. ¡ESO NO!
La ironía, según la define el DIRAE, es dar a entender algo contrario o diferente de lo que se dice, generalmente como burla. Una ironía es que le digan a un calvo ¡qué bonito es tu cabello!. El calvo se podrá enfadar o no, pero lo cierto es que se han reído de él ante su cara.
Los verbos sacrificar y humillar, no se pueden tomar en este contexto como irónicos, porque lo contario a sacrificar es rebelarse, lo dice la RAE, y el antónimo de humillar, ensalzar, engrandecer, elevar.
Nunca será intención de este ser sin calificativos, pues le cuadran todos los despectivos, hacer que España se rebele, ya que contra el único que podría hacerlo sería contra él, ni engrandecerla puesto que la está arrastrando por el cieno, que es el lodo cuando se pudren los detritus que contiene. La intención de estos come sopas no es válida en este caso, porque lo que ha hecho Pedro, es vender a España por 7 votos. Judas vendió a Jesús por 30 monedas. Del mismo, solo se puede deducir que este amoral, es el calificativo más suave que se le puede aplicar, bellaco por definición, y ruin por condición, quiere, como siempre, encubrir su felonía, culpando al P.P. de entregar España a sus enemigos para que la desguacen; y que no lo hubiese hecho si el P. P. “sua sponte”, le hubiese ofrecido los 7 votos.
¿Acaso se los pidió? Quien mendiga es el que carece. El que dona no tiene porqué ofrecer, pues se podría haber dado, en el caso de un hipotético ofrecimiento, que Pedro, ególatra de condición y soberbio por actuación, le hubiese respondido, no los quiero, métetelos por el lado más oscuro de tu cuerpo. Ha vendido a España a quienes no creen en ella y buscan su perdición. Por 7 votos ha transgredido todo lo transgredidle, y para salir indemne, culpa al P.P. de haberlo impulsado a ello. Como los niños chicos: " yo no he sido, yo no he sido". Ha sido Albertito.
¡A otro perro con ese hueso! ¡No te lo crees ni tú! Los españoles ya te conocemos y no dejamos que nos engañes más veces. ¡Que te compre la burra quien no te conozca!
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