En una kilométrica conversación con un amigo literato, y exhaustivo lector, surgió un tema importantísimo. En ese momento, la heroica ciudad apenas dormía, se avizoraba que las nubes se trasladaban y se rasgaban al corredor del cielo inmaculado en todos los lados. En las calles ruidos estridente de los remolinos de polvo, y todo tipo de basura que iban a dar al arroyo de la ciudad.
La conversación se lució cuando sorpresivamente desde lo más profundo del alma, le planteé al amigo: estuve investigando, hurgando cuántos libros ha parido la humanidad, porque según investigaciones recientes, se han publicado 170 millones de libros a la fecha de 26/12/2023. Y por lo consiguiente señalé al amigo, ¿usted ha leído por lo menos una milésima de esa millonada de libros equivalente al 0.001% milésimas, es 170 mil libros?
El amigo, peló los ojos, por el enorme susto cuando me escuchó semejante datos librescos y sintió su insignificancia, al punto de sentirse una hormiga metamorfoseada, y , por último se metamorfoseo en un insecto menos que minúsculo, porque creyó que todo lo había leído. No tengas miedo, solamente dime lo que sentiste al escucharme de la cifra astronómica librescas.
Y, deslumbrado me dijo: que barbaridad, que cifra más alucinante y muchos críticos literarios, creen se la sabían toda, y no saben nada, según ellos, poner los puntos sobre íes, pero son incapaces ni de crear diez líneas, son una epidemia cancerígena. Por ejemplo, el genio argentino Jorge Luis Borges, dice: “somos lectores infinitesimales, comparado frente con la vastedad del universo literario” Creo que, por ello escribió su relato “La Biblioteca de Babel” dónde arguye la existencia de una biblioteca con una cantidad de libros exorbitante.
En lo particular, le señalé al amigo: mi criterio es, que “me gusta, no me gusta” lo que escribo, pinto y etc., pero como sé que a ciertos o muchos les gustará, lo hago, además, la cultura de las artes jamás rechaza ningún arte hecho, quien lo menosprecia con sus críticas personalísimas, destruye o ensalza es el ser humano mediocre. Las artes sólo callan y ven y le gusta se vaya el orbe poblando cada día de más artes, como un poder infinito.
Atentamente proseguí exteriorizándole al amigo: tienes razón, porque, todos esos, son cuasi la nada, y cuelgan en el vacío sobre la nada, son unos farsantes, abusadores y como usted lo arguye son una epidemia nociva para la cultura de las artes, en específico la literatura, y por supuesto ponen en discordias, las peregrinaciones de las ARTES. Y quizás los pensamientos e ideas de los creadores de Artes son traslaticio de sus acciones, caprichos y todo lo hecho en sus artes, porque vuelan más que el género humano. Quizá, podrá esto no ser verdad para ciertos, pero todo lo creado por las Artes es hermoso y consolador. A las Artes como tal no le interesa que todos esos al unísono no las quieran, la estimen, la aman, porque saben que lo hecho es arte y punto.
Definitivamente es desconcertante, pero regreso a la realidad de realidades, según logro comprender parece que, a estos pandémicos no les ennoblece, “EL NUEVO MUNDO CREADO POR LOS ARTISTAS" de pasar a mejor vida, inventando, diseñando, creando, realidades de futuro y tejiendo sucesos e imágenes. También digo que, fabricar género humano desde las Artes, recreándonos en ver cuánto superan las ideales figuras, por toscas que sean, por muchos lados bullen. Eso quiere decir que son Arte que gusta. Entonces, el regocijo de la “Cultura de las Artes” es más intenso y cuando visitamos los talleres ajenos, pues el andar siempre en los propios trae un desasosiego que fortalece los placeres de la mente, quedando así atrás los críticos.
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