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El dilema ético del trabajo precario: ¿justicia social o maximización de ganancias? | |||
El 51% de la población activa en España se encuentra en precariedad laboral | |||
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Desconocer si vas a tener trabajo la semana que viene, o si vas a poder pagar tus cuentas a final de mes, es la realidad que viven actualmente muchos españoles. El coste de oportunidad para las empresas es menos evidente de lo que parece. Exigir largas jornadas laborales, ofreciendo salarios muy bajos, es para muchas empresas la opción más válida cuando se trata de aumentar beneficios. Lo que en primera instancia para unos pocos puede parecer favorable, a largo plazo puede, no solo causar pérdidas en la empresa, sino que también afectar a la salud mental de los trabajadores. El impacto de la precariedad laboral sobre los trabajadores: El 51% de la población activa en España se encuentra en precariedad laboral. Al referirnos a trabajadores en estado precario, estamos hablando de personas sometidas a una protección laboral muy limitada, con poca o ninguna sujeción a un salario fijo, ni horas de trabajo predeterminadas. La gente más joven suele ser habitualmente la víctima, dado que hoy en día se espera que los recién incorporados al mercado laboral deben trabajar más, ganando menos. En numerosas ocasiones, el trabajo precario ha puesto en peligro la salud mental de los trabajadores. El riesgo de padecer problemas de salud mental aumenta un 2,5 veces en personas que se encuentran en esta situación laboral. A su vez, prescindir del bienestar de los trabajadores erosiona gravemente la productividad del individuo, lo que puede obstaculizar el desarrollo empresarial y acabar suponiendo incluso un coste mayor para el empresario. ¿Qué impulsa realmente a las empresas? Sacrificar la ética empresarial en ciertas áreas se ha vuelto una práctica muy común en gran parte de los sectores. Reducir costes es la principal fuente de incentivación para la gran mayoría, y así aumentar sus ganancias netas. Por otra parte, la presión competitiva en el mercado contribuye a su curso, es decir, que las empresas se ven forzadas a reducir costes, incluso utilizando métodos de lo menos ético posible. Imponer condiciones precarias a los trabajadores no es el único uso improcedente que realizan las empresas. Según el estudio realizado por ExpressVPN, en varias ocasiones incluso se llegan a publicar empleos sin la intención de llegar a ser cubiertos con tal de proyectar una imagen de crecimiento empresarial, entre otras razones. Responsabilidad corporativa: La falta de ética empresarial, como imponer condiciones laborales precarias o incluso publicar empleos ficticios para proyectar una imagen de crecimiento, no solo socava la confianza en el sector empresarial, sino que también erosiona la productividad y el desarrollo empresarial sostenible. El imperativo de las cuestiones fundamentales sobre el equilibrio entre la justicia social y la maximización de ganancias, es que las empresas reconozcan su responsabilidad no solo hacia sus accionistas, sino también hacia sus empleados. Solo mediante un enfoque ético y sostenible, que priorice el bienestar humano sobre los beneficios financieros a corto plazo, es posible construir un futuro más equitativo y próspero para todos. |
Cada 22 de diciembre, España se detiene para seguir el Sorteo Extraordinario de Navidad, conocido popularmente como "El Gordo". Con una tradición que se remonta a 1812, este sorteo no solo reparte cuantiosos premios, sino que también simboliza el inicio de las festividades navideñas en el país. Pero, ¿existen loterías similares en otras naciones? ¿Cómo se estructuran y qué premios ofrecen en comparación con la española?
Una tendencia clave de las vacaciones en Europa son los viajes de Navidad y fin de año para visitar a amigos o familia o disfrutar de una escapada junto a seres queridos. Este año, los destinos vacacionales de moda incluyen lugares soleados en Marruecos, Portugal y España, así como escapadas de invierno más económicas a países como Hungría y Polonia.
Se acerca la Navidad, y con ella la compra masiva de regalos, ya sean para el 25 de diciembre o para el 6 de enero. Los españoles, según un estudio, prefieren, por un amplio margen, dinero en efectivo como regalo. Pero, ¿ qué hay de los regalos que nadie quiere recibir? La encuesta muestra datos interesantes: un 27% de los encuestados asegura que el regalo que más odia son los paraguas, seguidos por las toallas y calcetines, entre otros.
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