Pausada, progresiva, suave y continuamente Europa está siendo ocupada por musulmanes. El Islamismo se extiende por todos los estados europeos y va alcanzando, poco a poco, mayor poder en las instituciones de gobierno de los países occidentales.
Antes de proseguir deseo aclarar que no es lo mismo Islam que Islamismo. Con la palabra Islam, se expresa el deseo de sometimiento a la voluntad de Dios (Alá), Islamismo, en cambio, es la vida y actuación política de los musulmanes. Es la voluntad divina llevada a la práctica en el gobierno de los países que lo profesan, por ello estos estados son teocentristas, teoría que fue abandonada en Europa desde el inicio del Renacimiento, por la cual se consideraque Dios es el aspecto central de la existencia. Contraria al antropocentrismo que coloca al hombre en ese lugar. Estos, el Islamismo, así como el Islam, no dejan de crecer en Europa por mor de la colaboración entusiasta de quienes apuestan por el multiculturalismo forzoso, alientan la inmigración ilegal masiva, no protegen las fronteras, permiten que no se cumpla la ley de extranjería, e imponen el silencio y la censura sobre la realidad que sufren millones de españoles y de europeos, sobre todo en los barrios de los más humildes. Imponen sus leyes, sobre todo la Yihad y la Shaira, con la pretensión de que quienes ni siquiera las conocemos las aceptemos y las obedezcamos, cosa que no haremos, aunque intenten imponérnoslas por la fuerza. Mezclar el islamismo con el cristianismo es el vano intento de mezclar aceite con agua, este siempre sobrenadará sobre aquella. Estos, han buscado las barriadas más pobres para establecerse en ellas con el consiguiente perjuicio de sus antiguos moradores, la mayoría de los cuales ha optado por buscar otro lugar para vivir, dado que los recién llegados les hacían la vida imposible Su número aumenta por días, por la continua llegada de pateras, en ocasiones, con cientos de inmigrantes a los que esta esta inconsciente y estúpida Europa de los progresistas abre las puertas de par en par, sin efectuar ni la más mínima indagación de quiénes son, en qué estado de salud se encuentran o las intenciones con las que arriban. Muchos de ellos son terroristas potenciales, como hemos podido comprobar en más de una ocasión. Las mafias que se lucran con el dinero de estos arribistas engrosan sus beneficios, en ocasiones, parece ser, con la anuencia de los gobiernos a los que trasladan a estos invasores, cada día están imaginando la forma de burlar la poca vigilancia que los países europeos practican para evitar estas avalanchas. Una de las primordiales prioridades de cualquier gobierno de un país es defender sus fronteras. Nuestros gobernantes parece que desconocen tal premisa, pues estas se encuentran desprotegidas ante el alud continuo y constante de individuos a los que se le facilita a entrada sin ningún requisito de comprobación. Poco a poco, los musulmanes están cambiando la evolución demográfica de Europa. Su número aumenta continuamente en perjuicio de los autóctonos de cada país, cosa que dificulta e impide la buena convivencia entre los ciudadanos originaros Existen zonas, se puede comprobar con una consulta somera a GOOGLE, en las que es un peligro que entren los cristianos, y más aún las policías. Son unos guetos, reservados para ellos, en los que se han establecido, en los que quien desee entrar, si no pertenece a los mismo, corre un gran peligro, en algunos casos, hasta de muerte Exigen y se arrogan unos derechos por los que no han hecho nada para conseguirlos, llegando incluso a imponer sus costumbres y modos de vida, clase de comidas y forma de vida del país en el que han sido acogidos. En muchas escuelas con comedor se prohíbe alimentos que contengan compuestos del cerdo para no herir la susceptibilidad de los alumnos musulmanes. La de los cristianos no se hiere cuando a las distintas horas de sus cinco rezos diarios, extienden sus alfombras en el lugar en el que se encuentren para cumplir con su precepto Erigen mezquitas en los lugares que les interesa, dándose el caso de que muchos ayuntamientos les ceden gratuitamente los terreno, mientras que en sus países no se puede levantar una iglesia cristiana. De ninguna manera quieren adaptarse a nuestras costumbres, sino que exigen que nosotros adoptemos las suyas como un precepto superior al que todos hemos de someternos. Gadafi que no era profeta, pero sí realista, hace mucho tiempo que dijo, concretamente en el año 2006, que Europa sería musulmana no por las armas, pues hace siglos que fracasaron en tal intento, sino por el vientre de sus mujeres. Aseveración cierta basada en el simple crecimiento demográfico. Palabras de Gadafi: “Tenemos 50 millones de musulmanes en Europa, hay señales de que Alá garantizará la victoria islámica en Europa sin espadas, sin cañones, sin pistolas ni conquista. Europa se convertirá en un continente musulmán dentro de pocas décadas”. Erdogan no le fue a la zaga, ya que en 2017 llamó a los turcos a tener, al menos, cinco hijos para ser «el futuro de Europa «Hago un llamamiento a mis hermanos y hermanas en Europa. No tengáis sólo tres hijos, tened cinco», manifestó. «El lugar en el que vives y trabajas es ahora tu nueva patria. Abran más negocios, inscriban a sus hijos en mejores escuelas, hagan que sus familias vivan en mejores barrios… Ustedes son el futuro de Europa. La tasa de fertilidad de las mujeres europeas es ridícula en comparación con la de las musulmanas. No deseo extenderme, por lo que recomiendo a quien desee conocer esta que lo pregunte a GOOGLE. En todos los países de Europa van ganando cada vez más terreno y copando importantes puestos de gobierno. De los cerca de 310 millones de habitantes en Europa, en las próximas décadas el 33% será musulmán, unos 100 millones, es decir, más de un tercio. O se pone remedio a esta situación, o simplemente por el crecimiento vegetativo, cosa que creo posible, ya que las uniones de hombre y mujer en Europa hoy tiene un índice de procreación ridículo comparado con el de las mujeres musulmanas, pues prefieren tener una mascota, antes que un hijo, por los muchos gastos y problemas que advienen, por ello es casi infecunda Europa, el índice de natalidad en España es 6,70/0,5%. Ante esta actitud pregunto: ¿los antiguos matrimonios que llegaban a tener ocho o más hijos, entre los cuales muchos de los defensores de la reducción de la natalidad se encuentran, ¿cómo lograron sacarlos adelante y sobrevivir? Se ha implantado un egoísmo hedónico entre los europeos con una limitación de la fecundidad, que será la ruina de Europa. No soy catastrofista, ni mucho menos, solo soy un ciudadano que contempla la realidad y veo un futuro muy negro para esta civilización, madre de culturas y piedra fundamental del saber europeo, así como madre nutricia del resto de países de occidente. No contemplaré este cambio, no viviré lo suficiente para ello, pero me preocupa y me duele saber que Europa, la bella hija fenicia de Agenor y de Telafasta, a la que Zeus sedujo, se convierte en una prostituta que reniegue de sus ancestros.
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