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El pibe inmediato y otros poemas

Para Diario Siglo XXI, a modo de colaboración
Rolando Revagliatti
sábado, 7 de septiembre de 2024, 12:30 h (CET)

9   Rolando Revagliatti (Larsson) en enero 2024   Flavia Revagliatti


El Pibe Inmediato


Sin mediación ni medias tintas

El Pibe Inmediato

aparecía donde yo estuviera

en mi mente urdiendo una mujer


Sin mediación ni medias tintas

cogido, reconfortado

El Pibe Inmediato desaparecía

con mi deseo de la mujer urdida


Un día no se presentó


¿Pueden creer que lloro y lloro

excitado desde

entonces?

*


Que yo


Que yo, Fernando

el proxeneta de Yolanda me desintegre

por la decisión irrefrenable de mi guionista

o que mi yo se desintegre

en la irrefrenable continuidad de la historieta


a usted:

                ¿le da lo mismo?

*


Viene y va


No es noticia:

el dinero

viene y va


Es noticia

lo que sólo viene

lo que sólo va


Lo que viene para estancársenos


Y lo que se nos va

gozándonos


cuando compungidos izamos la bandera

de la inoperancia.

*


La tristeza es ahora


La tristeza es ahora

una sustancia densa y liviana

Puntual, me despido


Todo comienza a ser el pasado

Mamá, papá, los libros

Ya estoy medio muerto

Las mujeres, caminar, tener un cuerpo

Ya soy medio un ángel

El sol, la noche, los amigos

Se arman las constelaciones


Interrumpo

Les dejo el dinero que llevaba encima

Llego con lo justo


Los finados

                      no escriben.

*


Diecinueve


Me muero todo

me muero en serio

me muero para siempre


se muere todo de mí

se muere de mí lo que soy

y lo que hubiera podido ser


(pensé en mi juventud)


Por eso me tragué sólo diecinueve

pastillas y no las veinte del frasco

completo de Halopidol


Porque pensé.

*


Manos no tiene


Manos no tiene sino

grandes revólveres


Son para él

sus manos


No tiene manos que tienen

revólveres:

tiene revólveres


Ramplonamente iluminado el galpón

Sentado sobre un barril

habla por teléfono:


—Chí. Acribillado lo dejé. Muchos pum.

Después me dolían, me quedaron ardiendo.

Se me gastó

el frasquito de la crema.

*


Mañana se verá


Mañana se verá

si está vivo, muerto

o suspendido

de un vaticinio


o del desprecio

proveniente del futuro

del presente

o del pasado


Suspendido

mañana se verá

                            él

vivo o muerto.

*


Nereo


¿Dónde estará? ¿Qué se hizo?

¿Se lo tragó

                   La Tierra?


A él

también le costaba vivir

creérsela


¿Tendrá esperanzas?

¿Escribirá

                 ahora secretamente

                                                poesía?


El rumbo

es lo último que se pierde.

*


Fornicio


Fue poeta como fue por leña

en la imponencia y decoro de huyente tan inolvidable

(arrasa, padre)

¿Medicación o meditación?


La criadora de insomnes

en jarana ingirió

mil docenas de riquísimas ostras.

*


Fracaso resonante


Fracaso resonante

                             el público


Demasiadas semanas en cartel

                                                 sin él


La crítica, adversa:

                               lástima.

*


Gigante y adormecida


Gigante y adormecida en tránsito

por el desfiladero de los pinchazos

hacia la vigilia, la culpable

mano después de haber oprimido

hasta extenuar a una torcacita


Y matarla.

*


La vaca la que cava


La vaca la que cava la sagrada

la de comportamiento irregular

y que mueve al asombro


La muerte, esa maledicencia

rumiaba la vaca


Antes de cavar

                        la sagrada.

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La cultura de las artes no es para buscarse uno mismo, es para encontrar caminos dentro de la sociedad y el ser, y que se mejore, no es para empeorar o destruir, es para construir. No es vanidad de vanidades, son realidades imaginadas o meramente realidades.

Es una ladrona de hombres, que primero se fijan en mí, pero luego se van con ella. Yo después les veo, desde mi ventana, por la calle van, las manos cogidas, la mirada amable.

El libro de Eduardo Laporte conserva en sus páginas un olor húmedo a abeto y a haya. Un sonido de adoquines y rumor de hojarasca. Un sabor a chato de vino elaborado en bodegas benedictinas. Una mirada a la naturaleza y lo rural. Al apego de la tierra. Al esfuerzo en la labranza olvidada. Una mirada al alma de lo terrenal, con todos sus colores y contradicciones. Sin tanto maniqueísmo como el que ahora parece dogma a seguir.

 
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