No me gusta el amor romántico,
o al menos no me gusta que excluya otros tipos de amor. Querer definir un sentimiento tan grande con una palabra tan pequeña, me parece… abrumador.
Quiero a mi familia, a mis amigos, me quiero a mí y al oficio que tengo por vocación. Quiero a mi ciudad y su ambiente con calles llenas de historias y de color.
Pero también quiero al dolor que conlleva querer ofreciendo el corazón, porque es ese abanico de emociones el que me permite sentir, el que me hace ser yo.
No me gusta el amor romántico, pero también quiero vivir esa historia digna de un cuento… pero ni ayer, ni hoy... cuando tenga que ser, porque sé que cada cosa tiene su momento.
|