La vida es una acumulación de años que se van sucediendo uno tras otro y en ese espacio de tiempo experimentaremos una gran diversidad de situaciones que nos valdrán para ir madurando y aprendiendo, muchas de las veces sin querer, pero será más tarde cuando nos podamos dar cuenta de ello.
Cuando somos pequeños queremos ser mayores de forma inmediata porque ser adulto es tener independencia y sobre todo libertad pero cuando llegamos a ese estado que tanto deseamos, nos damos cuenta de que nada es como esperábamos y que la vida está llena de preocupaciones, de expectativas incumplidas y de intereses. Hemos crecido en un mundo en el estábamos protegidos de todos los males porque nuestra familia nos arropaba para evitar el sufrimiento.
Y cuando conseguimos cierta estabilidad, parece que tenemos el control de toda nuestra vida y que podremos sentirnos más holgados en determinadas materias. Nos comparamos e intentamos alcanzar lo mismo que otros, hemos dejado a un lado los valores emocionales para dar paso a los materiales y superficiales porque hemos aprendido que ser bueno no vale de mucho en la sociedad en la que estamos. Nos vamos transformando en algo que nuestra familia evitó en la infancia, y eso es en actuar por interés. Y es que antes éramos niños y ahora tenemos que sobrevivir en la jungla de los humanos.
Y salimos o entramos. Y nos reímos o preocupamos. Y lloramos o maldecimos. Y pensamos u olvidamos. Y queremos u odiamos. Y conocemos a nuevas personas o dejamos a otras de lado. Y ahorramos o malgastamos el dinero. Y dormimos o sufrimos insomnio. Y no hacemos nada o tenemos el día completamente ocupado. Y nos preocupamos por la familia o pasamos de ella. Y trabajamos o nos aprovechamos de otros. Y así, la vida pasa, poco a poco o tan deprisa que para cuando nos hemos dado cuenta, ya también somos mayores como lo son las personas a las que cedes el asiento en el autobús, como aquellas que pueden acudir sin cita a muchos organismos oficiales, como las que se acercan a la enfermera o médico con bastante frecuencia, como las que caminan lento por las aceras y tienen que adelantarlos… Somos como todos porque el paso del tiempo no se para para nadie. Habremos hecho más o menos cosas, pero el tiempo no da tregua, no da espacio ni se almacena. El tiempo es vida y la vida es un ciclo que es igual para cualquier ser humano.
Sucede a veces, que no somos conscientes de todo esto y vemos en los demás, como aparecen las arrugas, los achaques y las enfermedades pero es que la vida también pasa para uno mismo. Sólo se trata de mirar un poco alrededor y ver que no sólo aquellas personas que conocemos suman años en su vida, sino que nosotros también. Empezarán a surgir las pérdidas, algunas esperadas y otras, por desgracia, intencionadas porque creen que la vida ya no tiene más que ofrecerles. Y será ahí cuando pensemos que esta vida no es justa y que aún les quedaba camino por delante.
Y es que es más fácil ver en los demás el paso de los años cuando suceden situaciones extremas, porque observamos desde fuera el bajón emocional y físico que pueden dar pero que a nosotros, no nos haya ocurrido teniendo ya la misma edad, no quiere decir que no vaya a suceder. Tenemos que ser objetivos con las situaciones, mostrar empatía y sobre todo, ser conocedor de todas las opciones que existen para mejorar la calidad de vida.
Hacerse mayor no es algo malo cuando eres joven, pero sí que lo es cuando lo vas siendo porque, incluso, la sociedad misma impone disimular la edad real mediante operaciones estéticas en las que es obligatorio restar años al cuerpo para así mantenerse igual que tiempo atrás. Y esto no es algo malo, pero lo más importante es la actitud que tengamos de cara al paso de la vida donde cada etapa tiene sus momentos y no podemos asociar el envejecimiento a un pensamiento negativo, porque vivir y llegar hasta una edad longeva es un regalo que, seguramente, otros de nuestros familiares, a pesar de que lo desearan, no pudieron llegar porque se quedaron por el camino. Vivir es estar andando siempre y no rendirse en cada una de las etapas que lo conforman.
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