Organicemos un "club selecto", con ideología social y normativa totalitaria. Habremos creado un sistema elitista, protector de intereses de grupo, comerciante de conciencias, enemigo de la "libertad individual" y manipulador de la palabra. Lo llamaremos "partido".
El voto de obediencia, sistema servicial con aparente humildad, en los partidos es el VOTO CAUTIVO de las conciencias, capaz de defender lo que jamás haría en su casa y el mejor producto multiusos, moldeable a la carta.
OBEDIENCIA CIEGA para sentarse en las "bancadas", para soñar en futuro y cegar moralmente las conciencias de sus miembros.
El voto de pobreza, manipulado en los conventos, en los PARTIDOS se dice que es el modelo moderno de un "Comunismo Social", formula nueva de llamar a una sociedad "POBRE".
Esta parrafada es la que, a muchos, ahuyenta del sistema: VOTAR SÍ o No porque lo ordenan los caciques. VENDER CONCIENCIAS a precio de saldo. COMPRAR ESCAÑOS con la boca cosida y, farisaicamente, decir que se hace por defender lo ”JUSTO”.
Yo así no juego, prefiero ser libre y esperar que "vuelvan las oscuras golondrinas" y, con ellas, VOLAR... VOLAR...
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