San Benito Abad, San Benito de Nursia o simplemente Benito, es un santo con gran devoción en Tentudía. Nace en Nursia en el año 480 y deja este mundo en el 21 de marzo del 547 en Montecasino. Su festividad se celebra el 11 de Julio.
San Benito Abad, San Benito de Nursia o simplemente Benito
San Benito es el patrón de Cabeza la Vaca y se tiene gran devoción, tanto en el pueblo como en los alrededores, de ahí el fervor con que procesiona cada año, pero actualmente la procesión es más suave para la talla, pues hasta los años 70, gran parte del Pueblo conservaba el empedrado original, hoy sustituido por un más cómodo embaldosado y asfaltado según los casos.
La devoción a San Benito está presente en Tentudía y en Extremadura en general, hay tallas de San Benito por doquier, un convento de San Benito en Segura de León, también es fuerte la devoción en Sevilla, en Castilblanco, etc., no olvidemos que parte del Bajo Badajoz perteneció al antiguo reino de Sevilla.
San Benito es el iniciador de la vida religiosa monástica en Occidente, siendo fundador de la orden benedictina, cuya finalidad era extender el cristianismo y el establecimiento de monasterios con un régimen basado en la autarquía, de aquí el ora et labora, los monjes lo mismo tenían que rezar que trabajar para que el monasterio fuese autosostenible y autárquico. Sus monjes se organizaban en torno a la iglesia benedictina, de planta basilical y con claustro; y los monasterios llegan a extenderse por toda Europa, lo que supuso el reconocimiento de San Benito como patrón de Europa y patriarca de lo que se conoció como monacato occidental.
Su "Santa Regla", como así se denominó, la regla que San Benito escribió para sus monjes, sirvió de inspiración a otras muchas comunidades religiosas. Las fuentes documentales que pueden ofrecer luz sobre su figura son escasísimas y su historia se basa sobre los escritos de Gregorio Magno, en su obra “Diálogos”, en su segundo libro, sobre la vida del Santo.
La iconografía ha dado en representar a San Benito con el libro de la Regla benedictina, vistiendo una copa rota, símbolo de humildad y pobreza; y un cuervo que porta un poco de pan en el pico, símbolo de austeridad y también en recuerdo del pan envenenado que recibió San Benito de un sacerdote envidioso procedente de la región de Subiaco. La hagiografía de San Benito por San Gregorio alude a que el santo ordenó al cuervo se llevara el pan allá donde nadie pudiera encontrarlo.
La devoción de San Benito se populariza hasta el extremo de ser objeto de invocación contra las picaduras de ortigas, veneno, erisipela, tentaciones y fiebres. Ha sido adoptado como patrón por los archiveros, ingenieros, agricultores, curtidores, granjeros y también por los moribundos, compartiendo patronazgo con San Isidro Labrador o con San José, que es el abogado de la Buena Muerte y con la misma Virgen del Carmen patrona de las Ánimas del purgatorio. También es el patrón de Cabeza la Vaca, en Badajoz, Extremadura, España.
Detalles de la talla de San Benito en Cabeza la Vaca y de su restauración
La imagen de San Benito, patrón de Cabeza la Vaca y de los archiveros, es una imagen de bulto redondo, fue restaurada en 2013 por Manuel Jesús Márquez Real. Ya restaurada se presentó en la Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, única del pueblo, a las 20:00h del día 13 de Julio.
La obra es de gran calidad artística, muy realista y cuidada, podría datarse a mediados del siglo XVII o en el XVIII. Antes de la restauración, la talla, -anónima hasta que no se diga lo contrario-, se encontraba en mal estado de conservación, peor que el estado que a simple vista podía aparentar. El paso de los siglos, el clima en el pueblo de Cabeza la Vaca y el uso que se le dio a lo largo del tiempo, al ser imagen procesional, habían afectado a la talla que presentaba ensambles desencolados y pérdida de alguna pieza en mano y zapato, donde, en su momento se añadieron intentando restaurar la talla fragmentos tallados de madera que se habían adherido mal y destacaban del resto del conjunto, aunque eso es precisamente una restauración, dejar lo restaurado visiblemente diferente del resto que continúa siendo original.
La talla había sufrido por desgaste en su estofado, presentaba roces, pérdida de policromía en algunas zonas, presentaba suciedad y presentaba también barnices no apropiados que habían sido aplicados para restaurarla en un momento de la historia, lo cual era visible sobre todo en las manos. Faltaba materia en la tiara, en las manos también, faltaba parte del dedo meñique de la mano derecha y en la izquierda presentaba adiciones que se habían oscurecido en el tiempo tomando color distinto al resto de la pieza. Fueron restauradas y la talla al completo fue limpiada.
La restauración tardó en realizarse unos tres meses y devolvió esplendor a la talla, pero se retiró la aureola que presentaba en origen, signo de santidad del San Benito, lo que indica que la persona que representa había sido nombrada por el Papa santo, había subido a los altares. Este atributo se pone lógicamente a posteriori de su canonización, que se produjo en el siglo XIII, en 1220 por el Papa Honorio III. Por ello se celebra la fiesta de San Benito Abad, Benito de Nursia, que es patrono de Europa.
Patronazgo
Como se ha dicho, es considerado patrón de Europa, del mundo occidental, de archiveros, maestros, estudiantes, caldereros, mineros, espeleólogos, de los moribundos y protector contra la fiebre, las inflamaciones, envenenamientos, cólicos y hechicería.
Iconografía
Se le suele representar como un abad, vestido con el hábito benedictino, acompañado de un vaso o vaso con una serpiente o una copa rota, un cuervo o un cuervo con un trocito de pan en el pico, recuerdo del pan envenenado que le dieron a Benito a comer de manos de un sacerdote de la región de Subiaco que le envidiaba, otra versión es por haber hecho muy estricta la Regla; y el libro de su regla.
Breve Biografía
Había nacido en Nursia, en la región de Umbría y se educa en Roma, fue eremita en la región de Subiaco y su estilo de vida y su testimonio atraerían a muchos discípulos. Tras un tiempo, San Benito se trasladó a Casino, donde estableció el famoso monasterio y escribió una Regla que se difundió ampliamente, por lo cual se le reconoce como el "Patriarca de los monjes de Occidente". Según la tradición, falleció el 21 de marzo de 547.
San Benito de Nursia fundó la orden de los benedictinos y es considerado tanto patrón de Europa como precursor del monaquismo en Occidente. Escribió la "Santa Regla" para sus monjes, la cual sirvió como modelo para muchas otras comunidades religiosas. Su hermana gemela, Santa Escolástica, también alcanzó la santidad.
San Benito recibió formación académica en Roma, enfocándose en retórica y filosofía, pero decidió abandonar la ciudad para llevar una vida de rigor ascético en Enfide (hoy Affile). No satisfecho con la vida en esa comunidad, a los 20 años se retiró al monte Subiaco, donde vivió en una cueva bajo la guía de un ermitaño. Tres años después, se unió a los monjes de Vicovaro, quienes lo eligieron prior. Sin embargo, debido a su estricta disciplina, intentaron envenenarlo, de seguro el atributo del vaso con la serpiente cuando se adjunta a la talla procedería de este acontecimiento, la serpiente representa el mal en la iconografía cristiana. Posteriormente, junto a un grupo de jóvenes, entre los que estaban Plácido y Mauro, fundó su primer monasterio en la montaña de Cassino en 529, donde redactó su famosa Regla, que lo consolidó como patriarca del monaquismo occidental.
A lo largo de su vida, fundó varios monasterios que se convirtieron en centros de formación y difusión de la fe en tiempos de crisis.
Una Vida de Oración, Disciplina y Trabajo
San Benito se levantaba a las dos de la madrugada para rezar los salmos y pasaba largas horas en oración y meditación. También realizaba trabajos manuales, considerando el trabajo un honor que imitaba a Cristo. Llevaba una dieta vegetariana y ayunaba hasta la tarde cada día.
Ofrecía dirección espiritual a muchas personas y, en ocasiones, viajaba con sus monjes para predicar en aldeas cercanas. Era conocido por su amabilidad y trato compasivo.
Profunda fe en la Santa Cruz y exorcista
Su fe en la Santa Cruz era profunda, realizaba numerosos milagros y se le atribuía un notable poder como exorcista. Este don lo ejercía a través del uso de la Cruz de San Benito, un sacramental famoso por su eficacia contra el mal.
San Benito predijo el día de su muerte, que ocurrió el 21 de marzo de 547, poco después de la muerte de su hermana, Santa Escolástica. Desde finales del siglo VIII, su fiesta se celebra el 11 de julio en muchos lugares. Otras personas naturales o antiguos vecinos de Cabeza la Vaca también predijeron la suya, no en vano se dice que Cabeza la Vaca es el pueblo de las brujas, pero no porque haya ni nunca haya habido brujas allí sino por la sensibilidad especial de sus vecinos, que en algunos se transforma directamente en sensitividad, ese sexto sentido que los hace especiales.
La Medalla de San Benito
La medalla de San Benito es un sacramental reconocido por la Iglesia con gran poder exorcista. Al igual que otros sacramentales, su eficacia proviene no de la medalla en sí sino de Cristo y depende de la devoción de quien la usa, más que del objeto en sí, de cómo el sujeto usa la medalla para canalizar su mente invocando lo que necesita, digamos que la medalla sería como un instrumento que hace a la persona trascenderse.
La Regla de San Benito, patrón de los archiveros, de Europa y del pueblo pacense de Cabeza la Vaca, es también conocida como la regla benedictina, es un conjunto de preceptos monásticos escritos por Benito de Nursia, San Benito Abad, a principios del siglo VI, destinados a guiar la vida de los monjes. Este compendio de normas fue redactado alrededor del año 516 para regular la vida comunal bajo la autoridad de un abad.
El espíritu de la Regla de San Benito se encapsula en el lema de la Confederación Benedictina: "pax" (paz) y el tradicional "ora et labora" (ora y trabaja). Comparada con otras reglas monásticas, la de San Benito ofrece un enfoque moderado entre el fervor individual y el formalismo institucional. Esta moderación contribuyó significativamente a su popularidad. Benito de Nursia, al redactar esta regla, se centró en las necesidades de los monjes dentro de una comunidad, buscando establecer orden, fomentar la interrelación humana y proporcionar un liderazgo espiritual que apoyara tanto el esfuerzo ascético individual como el crecimiento espiritual, fundamental para alcanzar la theosis o divinización.
Fundador del monacato occidental
La Regla de San Benito ha sido utilizada por los monjes benedictinos durante quince siglos. Por esta razón, San Benito es a menudo considerado como el fundador del monasticismo o monacato occidental, debido a la influencia reformista de sus normas en la jerarquía católica contemporánea.
A pesar de su influencia, no existe evidencia de que Benito tuviera la intención de fundar una orden religiosa en el sentido moderno. No fue sino hasta la Baja Edad Media cuando se empieza a hablar de una "Orden de San Benito". La Regla fue concebida para comunidades individuales y autónomas. Hasta hoy día, todas las casas benedictinas y las congregaciones permanecen auto-gobernadas. La autonomía benedictina ha permitido desarrollar comunidades contemplativas estrechamente unidas, aunque también ha generado ciertos problemas tales como el aislamiento geográfico y una posible falta de eficiencia y movilidad en el servicio a los demás.
En la historia del monacato cristiano, la primera comunidad monástica fue fundada por San Pacomio en el desierto egipcio. A partir de estas primeras experiencias, Benito de Nursia, desilusionado por la inmoralidad de la sociedad romana, eligió la vida monástica en busca de santidad, primero como ermitaño en Subiaco y posteriormente fundando el monasterio de Monte Cassino en 529, donde escribió su Regla. Esta regla, influenciada por las enseñanzas de San Basilio, San Agustín y otros, se convirtió en un documento central para la vida monástica occidental.
Setenta y tres capítulos de Regla
La Regla de San Benito consta de setenta y tres capítulos que detallan la organización de la vida monástica, desde la jerarquía y los deberes de los monjes, hasta la regulación del trabajo, la oración y la disciplina. Por ejemplo, establece la autoridad del abad y prescribe la obediencia absoluta a sus directrices, pero también promueve la consulta con la comunidad para asuntos importantes.
Los capítulos 8 al 19 regulan el oficio divino y los horarios de las oraciones, mientras que otros capítulos abordan aspectos prácticos como la alimentación, la vestimenta y la hospitalidad.
Con el tiempo, la Regla de San Benito fue adoptada por la mayoría de los monasterios fundados en la Edad Media.
Sin embargo, en el siglo XII, la Orden del Císter, liderada por Roberto de Molesmes, surgió como una reforma de los monasterios benedictinos, volviendo a una interpretación más estricta de la regla original de San Benito, reflejada en la "Carta de la Caridad".
Las ediciones de la Regla de San Benito han variado a lo largo de los siglos. En el siglo XIX, una versión comentada se incluyó en la Patrología Latina. En el siglo XX, el Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum publicó una edición crítica de la Regla y Adalbert de Vogüé realizó una extensa revisión que fue acogida por Sources Chrétiennes en varios volúmenes. Las traducciones de la Regla han sido numerosas, con versiones en diversas lenguas vernáculas desde la Edad Media hasta las ediciones modernas en castellano.
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