​‘Angelicus’, novela histórica de Joaquim Molina

Puede calificarse de “verdadero aluvión” el número de novelas históricas que se han publicado en los últimos años. Algunas - sólo algunas – alcanzan cierto nivel que satisfaga el gusto literario y no solamente el del mero pasatiempo que, aún siendo intelectual, no traspasa los límites de lo superficial, por no decir de lo banal.

Dentro de este género hay autores que aburren a las marmotas. Su labor de documentación, por muy loable y necesaria que sea, apelmaza el desarrollo de la trama, la anquilosa, creando a veces un mamotreto de difícil digestión, acaso sí ideal para acabar con una noche de insomnio...

Y sin embargo, de vez en cuando, aparece una obra que te sorprende, que te atrapa desde las primeras páginas. Este es el caso de ANGELICUS, la quinta novela de Joaquim Molina, autor del que nunca antes había leído un libro; nuevo, pues, para mí dentro del abigarrado panorama de la novela histórica escrita en español, es profesor de Historia y docente en Historia del Arte.

Ambientada casi toda ella en el Reino de Aragón, en ANGELICUS se narran los acontecimientos que tienen lugar en el castillo de Miravet (Tarragona) y sus alrededores, a comienzos del otoño de 1319. A esta fortaleza ha acudido para sus desposorios con Don Jaime de Aragón, heredero al trono, la jovencísima infanta Leonor de Castilla, acompañada de un nutrido cortejo. Se trataba, como es obvio, de uno de esos matrimonios pactados, tan habituales en aquella y otras épocas, que establecían vínculos dinásticos entre los diferentes reinos, asegurando de este modo futuras alianzas.

No obstante, a la inexplicable ausencia de Don Jaime el día de la llegada de su prometida, se le añade la trágica muerte (atribuida a suicidio) de un paje del príncipe. Con estos dos sucesos arranca una historia planteada con gran eficacia, en la que se producirán más muertes y abundarán las incógnitas, todo ello resuelto con un rigor narrativo que no deja cabos sueltos.

Joaquim Molina emplea a su personaje “freire Ecart” como una suerte de “Guillermo de Baskerville” en El nombre de la rosa. Él será quien descubra los entresijos y misterios de una historia en la que se concitan la muerte, la ambición, los antaño considerados “amores prohibidos”, las intrigas palaciegas y la esperanza. Freire Ecart no actúa solo, sino ayudado por un atractivo personaje femenino, Blanca de Bernués, dama de la infanta castellana.

La nómina de personajes que aparecen a lo largo de los cuarenta y ocho capítulos que conforman la novela es prolija y la caracterización de todos ellos resulta sumamente convincente. ANGELICIS es una novela dinámica, en la que se plasma una detallada labor de documentación, , escrita con un estilo pulcro, correcto y eficaz, que huye tanto del anacronismo como del pastiche historicista.

Jaime II de Aragón fue un monarca fuerte, solvente en el gobierno de sus estados, entre cuyos logros se halla el de haber afianzado la Corona de Aragón cuando declaró la unión permanente entre los reinos de Aragón, Valencia y el condado de Barcelona. De su primogénito, aparte de su renuncia a la sucesión y de que tomara posteriormente los hábitos, la Historia o los que la escriben relatan – que no es en absoluto lo mismo - apenas se conocen hechos fehacientes. En la novela se plantea un enigma histórico y se aventura una hipótesis que, de ser cierta, lo resolvería.