Este lunes se producirá lo que durante algún tiempo los dirigentes y militantes del Partido Popular negaban que fuera a suceder. Francisco Camps, ex President de la Comunitat Valenciana, junto con Ricardo Costa se sentará en el banquillo de los acusados para responder de las acusaciones derivadas de su actuación al recibir diversas prendas de vestir regaladas por los dirigentes de la trama Gürtel supuestamente con el ánimo de que les concediera favores otorgándoles contrataciones del Gobierno que presidía.
Camps, que en un principio negó hasta la saciedad los hechos por los que ahora va a ser juzgado, mintió a la opinión pública, a sus votantes y a todos los valencianos afirmando que “mis trajes me los pago yo”, posteriormente los jueces han visto indicios que demuestran que trajes, chalecos y americanas le fueron regalados con motivo del cargo que ostentaba.
Pero a pesar de sus mentiras y del conocimiento de las grabaciones de conversaciones telefónicas en las que llamaba “amiguito del alma” y afirmaba te quiero un huevo” al conocido como “El Bigotes”, el hombre de Gürtel en Valencia, la cúpula del PP con Mariano Rajoy a la cabeza siguió manteniéndole en el poder y apostando fuerte por él. Cuando en el año 2009 tuvo que acudir a la Audiencia de Valencia a las puertas de la misma le esperaban cerca de 500 seguidores para darle ánimos y llegó acompañado por la plana mayor del PP valenciano con Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, a la cabeza. Eran otros tiempos y todos esperaban que el caso no siguiera adelante con la inestimable ayuda del entonces Presidente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. Pero las cosas no salieron como esperaban y la Justicia, que es lenta, casi siempre llega, y en esta ocasión no ha hecho una excepción y Camps, junto con Ricardo Costa, comenzará la semana sentado en el banquillo de los acusados.
En esta ocasión tendrá que hacer solo el paseíllo ante las puertas del edificio de la antigua Tabacalera valenciana, sus fieles han comenzado a darle la espalda y desde que se vio obligado a dimitir ha sido condenado al ostracismo y el silencio. Desde aquel día en que a instancias de la dirección estatal del partido se le obligó a dimitir de la Presidencia valenciana pocas veces se le ha visto, ni tan siquiera acude a calentar su escaño de diputado en las Corts valencianas y en las páginas de la prensa tan sólo aparece su nombre para relacionarlo con el conocido ya como “el caso de los trajes”. Todos han huido de su lado como de un apestado, Mariano Rajoy que le mostraba en público su apoyo ahora calla, bueno el futuro Presidente del Gobierno de España lleva callado desde que ganó las elecciones, la Alcaldesa Rita Barberá el lunes estará en Madrid en lugar de acompañar a su conmilitón en las que seguro serán sus horas más amargas, los que fueron sus Consellers y colegas de Gobierno miran hacia otro lado y sus fieles seguidores ya le tienen aparcado en el cajón del olvido. Es un árbol caído del que pronto sus propios compañeros de partido renegarán y harán leña para calentarse en el invierno que se les avecina cuando la condena sea firme.
Y esto es tan sólo el principio, ahora la justicia va a dilucidar si este señor aceptó dadivas a cambio de favorecer a los facinerosos de Gürtel que se llevaron por la cara una buena cantidad de euros de las arcas públicas valencianas, pero esto no termina aquí, la Justicia continua implacable y posiblemente volvamos a verle a él y a algunos de los que con él hicieron del País Valencià su cortijo particular sentados de nuevo ante los jueces, “el caso de los trajes” es el chocolate del loro de una inmensa trama destinada a saquear los fondos públicos valencianos en favor de esos “amiguitos del alma” que hasta la visita del Papa aprovecharon para aumentar el saldo de sus cuentas corrientes. La sombra de la financiación ilegal del PP planea sobre todos ellos y, a mayor abundamiento, estos días se ha sabido que, no podía ser de otra manera, también están implicados en los trapicheos de las empresas de Urdangarín para las que llegaron a falsificar y rectificar facturas.
El juicio está previsto que termine sobre el día 23 de Diciembre por lo que se puede aventurar que Camps estas Navidades se comerá unos turrones amargos lo mismo que Mariano Rajoy que va a ver cómo coincide su entronización en Moncloa con la posible condena de quien fue su mano derecha en Valencia y por quien afirmó pondría la mano en el fuego, si lo ha hecho seguro que ya la debe tener quemada. Y es que hay amistades, aunque sean “amiguitos del alma a los que se quiere un huevo”, que son peligrosas.
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