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Gabriel Muñoz Cascos
Nacido en Peñarroya-Pueblonuevo (Córdoba) en 1935. Perito Mercantil por la Escuela Profesional de Comercio de Sevilla en 1954. Profesor Mercantil por la Escuela Profesional de Comercio de Sevilla en 1955. Licenciado en Derecho por la Universidad Europea de Madriden 2009. Ejerció como ejecutivo, asesor de empresas y auditor de cuentas. Ex colegiado del Colegio de Abogados de Córdoba. Ex miembro del Registro Oficial de Auditores de Cuentas de España. Ex miembro del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España Colegiado del Colegio de Economistas de Córdoba. En posesión de la insignia de oro del Colegio de Economistas de Córdoba, otorgada por la Junta de Gobierno de ese Ilustre colegio el día 4 de diciembre de 2019. Presidente de Honor Vitalicio del Ilustre Colegio Oficial de Titulados Mercantiles y Empresariales de Córdoba desde el día 20-6-2002. |
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El pasado 28 de febrero de 2025, Día de Andalucía, a través de la pantalla de televisión, tuve dos sensaciones bien distintas. Por la mañana, en Canal Sur, vi la “Gala 28F” con la entrega de Medallas y nombramientos de Hijos Predilectos de Andalucía a los premiados de este año. Debo confesar que el acto resultó enormemente atractivo por su sencillez y emoción.
La estrafalaria y aspaventosa María Jesús Montero (¿tendrá el baile de San Vito?) ¡cambia de opinión cada vez que cambia de sillón! Les recuerdo, por si algunos no lo sabían - o ya han olvidado- que esta “genio” de las finanzas, cuando era consejera de Hacienda de la Junta de Andalucía, exigía al gobierno de Mariano Rajoy con más fogosidad que educación, lo mismo que ahora se niega a conceder a la Junta de Andalucía de Juan Manuel Moreno Bonilla.
Muy malas deben estar las cosas en el PSOE andaluz, como ocurre en casi toda España, para que hayan tenido que cambiar el color corporativo en el congreso de Armilla celebrado el pasado fin de semana. Y es que, el rojo vivo tradicional, lo han tornado en verde y blanco, para tratar de disimular que siguen siendo los mismos de los últimos tiempos.
Mucho se ha dicho y escrito sobre los árbitros de fútbol en España. Y desde hace tiempo conocemos demasiados datos sobre los vergonzosos pagos de ocho millones de euros del Barcelona al estamento arbitral, para “sacar tajada”. Como estamos viendo, la cuestión continúa, y, con toda probabilidad, los sucios acuerdos políticos entre Sánchez y los separatistas catalanes llevarán incluida la promesa de “regalar” la liga al Barcelona.
Son singulares fusiones, de alegrías y de penas, que como arterias y venas remueven los corazones.
Hoy los cumplo, según el calendario, ¡y parece mentira haber llegado! ¿noventa años?: ¡ni lo había soñado! pero ¡ya ves!: ¡estoy en su escenario! Como hijo fiel, me siento tributario, del Señor que siempre me ha ayudado, al que ruego con fe y esperanzado poder ser de su Gloria donatario.
Dicen que ayudan a trabajadores, quienes saben muy poco del trabajo, pues nunca laboraron en el tajo y persiguen a los emprendedores. Del alboroto fieles seguidores, procuran guarecerse en su sombrajo, y acuden disfrazados de espantajo pero perciben sueldos de auditores.
En esta España insólita en la que vivimos, y donde cualquier anomalía tiene su asiento, siempre que vaya descaradamente a favor de la izquierda revolucionaria, vamos a soportar una manifestación sindical en la que los sindicatos, no van contra el gobierno sino contra la oposición.
Me duele reconocerlo, pero es así. Nuestra patria, está en peligro de muerte. Es un Estado fallido por culpa de unos gobernantes (con Sánchez a la cabeza) que sólo buscan sus inconfesables anhelos de convertirnos en acólitos de China, Rusia, Venezuela y Cuba.
Yo creía (torpe de mí) que en pleno año 2025 los rectores de una televisión pública observarían escrupulosamente las normas más esenciales de educación cívica y el respeto exigible para las creencias religiosas de todo el mundo. Pero he comprobado que no es así.
Jesús de Belén, Tu dulce mensaje, nos llega de nuevo esta Navidad; es el momento, la oportunidad, para conseguir un nuevo ropaje.
Pedro Sánchez Pérez-Castejón, no contento con la profanación y caprichoso destino que en octubre de 2019 dio al ataúd del general Franco, con profusa publicidad en contra de lo prometido, ha decidido (para intentar tapar sus innumerables vergüenzas) volver sobre el mismo personaje, pretendiendo anular el multitudinario acuerdo de todos los españoles que votamos con un porcentaje del 87,87% la aprobación de la Constitución de 1978, con el deseo de vivir en paz.
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