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Los sillones, actualmente llamados “votos”, son como los “huevos”, de pienso, criados en el suelo, alimentados con productos naturales, ecológicos… Actualmente han aparecido los “votos” con dos yemas. No se conocían y por su “fuerza natural” y su “clara ecológica”. Les han puesto el sobrenombre de “Huevos marca Ayuso”.
No hay semana que Pedro o su equipo no desenvainen las espadas del entorpecimiento contra la capital. Primero se hizo entorpeciendo la gestión sanitaria durante la primera ola, con el fin de tapar la inutilidad demostrada por el Gobierno de Pedro ‘El Mentiroso’. Pero el afán de entorpecer y desprestigiar a la Comunidad y a su presidenta e intentar resarcirse del varapalo de las elecciones autonómicas se ha vuelto a poner de manifiesto hace dos días.
El complot para defenestrar a Pablo Casado se estaría ya gestando en los fogones de la Fundación FAES y contará con la colaboración activa de las élites empresariales y judiciales para intentar que la nueva estrella del firmamento neoliberal español Isabel Díaz Ayuso sea investida Presidenta del Gobierno en las próximas Elecciones Generales.
Ese grano es el equipo de la presidenta de la Comunidad de Madrid, personificado en Isabel Díaz Ayuso, sin olvidar una de las figuras clave de ese tira y afloja entre Moncloa y Puerta del Sol. Me refiero a Miguel Ángel Rodríguez Bajón (M.A.R.), actual director del Gabinete de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Por mucho que intente correr el ‘Rasputín’ de Moncloa, dron de Pedro Sánchez (Iván Redondo), Miguel Ángel ya está de vuelta.
Me atrevo a redactar estas líneas cuando parece que se han calmado los ánimos tras las pasadas elecciones madrileñas y cuando estamos a punto de entrar en un nuevo espacio de libertad tras haber dejado atrás el Estado de Alarma. Y mire usted por dónde me ha salido espontáneamente la palabra “libertad” que es el término al que pienso dedicar mi comentario.
Ya advertí hacia el final del segundo acto y en mi último artículo sobre “Mi reflexión electoral”, que la campaña se iba a convertir en la madre de todas las batallas y que sus prolegómenos anunciaban una lluvia de lodo y cenizas que, como se ha visto, además de dejar petrificados a algunos candidatos, ha provocado una explosión y estampida de votos que han buscado refugio en la ciudad abierta, acogedora y libre que es Madrid, de la mano de Isabel Ayuso.
El pasado cuatro de mayo se celebraron elecciones para elegir la Presidencia de la comunidad autónoma madrileña. Las encuestas, los medios de comunicación y los sondeos de opinión auguraban como triunfadora a Isabel Ayuso. Una mujer totalmente desconocida hace dos años y por quien no hubiera nadie dado un euro entonces.
Con Donald Trump asistimos a la irrupción del llamado “escenario teleonómico” (en contraposición al ”escenario teleológico” actualmente vigente) que vendrá marcado por dosis extremas de volatilidad y que tendría su plasmación en el ascenso meteórico de la nueva estrella del firmamento neoliberal español, Isabel Díaz Ayuso.
Isabel Díaz Ayudo arrasó en Madrid, cierto. No iba de libertad ni de fascismo, es posible. Iba de que querían acabar con la pandemia, incluso negándola, seguro. Iba de que querían terrazas abiertas y que la economía de la comunidad no se destruyera por la pandemia, muy loable.
Si alguien hubiera tramado un medio para conseguir, de una tacada, un desenlace de unos comicios, como ha sido el caso de la comunidad madrileña, con tantos aspectos positivos para el partido que convocó las elecciones, seguramente no habría podido obtener uno que tanto favoreciera a la derecha española y a España.
Un estudio de ReputationUP analizó la reputación online política de los principales candidatos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Hace dos meses, ReputationUP reveló la victoria de Isabel Díaz Ayuso.
‘A empinar chiringas’ es una locución verbal cubana que equivale a despedir o mandar a paseo. Es una expresión caribeña curiosa. Incluso simpática. Define un hecho simple: Despedido, mandado a paseo. Aquí podría traducirse por ‘a hacer puñetas’, utilizado para deshacerse de alguien que molesta.
El 2 de mayo de 1879, Pablo Iglesias fue nombrado presidente del Partido Socialista. El 2 de mayo de 1975, María Telo logró que el “régimen” diera el primer paso para liberar a la mujer. El 2 de mayo de 1981 los jornaleros de Marinaleda concluyeron su huelga de hambre tras conseguir gran parte de sus reivindicaciones.
No es necesario haber sido un político comprometido y muy activo durante los apasionantes años de la transición, para poder afirmar, como cualquier ciudadano, que esta campaña para las elecciones de la Comunidad de Madrid nos ha enseñado la cara más negativa y zafia de la actual izquierda española.
No es fácil tener a un pueblo enganchado a la zanahoria que le promete bienestar, mejoras, libertad, sosiego y seguridad cuando van pasando los días, las semanas, los meses y los años y nada se mueve, todo sigue igual.
Tras el atentado contra él, José María Aznar pidió serenidad y sentido de la responsabilidad, ante todo. El susto de la víctima debió de ser espantoso, pero su sentido de Estado le hizo pedir esa serenidad a la que aludo; una tranquilidad y equilibrio que él mismo transmitía. Ese fue el primer día de su conquista democrática del poder.
El ínclito Aznar a través de su fundación FAES habría diseñado una estrategia para descabalgar del Poder al Gobierno PSOE-Unidas Podemos y para esta operación habría elegido a Díaz Ayuso como su nuevo delfín y adalid de la nueva política neoliberal que intenta implementar en el escenario post coronavirus.
Fracasado en su intento de desequilibrar, desde fuera y mediante una moción de censura, el gobierno de la señora Ayuso en la comunidad madrileña y debilitado por su fracaso en Murcia, el señor Iglesias ha querido recobrar el protagonismo perdido y su maltratado prestigio, mediante una de sus características y estrafalarias ocurrencias
Ayuso,desde su atalaya de la Puerta del Sol en Madrid, se habría convertido en el vivo reflejo de la incongruencia trumpiana que consigue desarbolar cualquier estrategia opositora que sea mínimamente racional y como en el caso de Trump, sus controvertidas decisiones y manifestaciones rozarían la megalomanía, “entendido como delirio de grandeza que provoca que el individuo se crea dotado de un talento y un poder extraordinarios debido a que las deidades le han elegido para una alta misión” (ser la némesis de Pedro Sánchez ).
Ante la gestión de Ayuso ‘ladra’ la oposición: no ha necesitado 700 asesores para gobernar con responsabilidad. Se trata de elegir bien a esos equipos y a cada miembro destinarlo en lo que es especialista. Comparen con el Gobierno ‘bichavito’ que ni siquiera ha encontrado un equipo de expertos capaz de gestionar la crisis sanitaria: prueba de ello es que, cuando el Alto Tribunal ha reclamado los nombres, han tenido que asumir que mentían y que ese comité no existía. “¡Manda huevos!”, en palabras de Federico Trillo.
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