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Durante estos días, desde la consecución de la cuarta Eurocopa, la selección española ha recibido una cascada de epítetos, elogios, alabanzas y loas. Y la realidad es tozuda. Los resultados están ahí. En las últimas cinco Euros, La Roja ha alzado la copa en tres ocasiones (2008, 2012 y 2024), cayó en semifinales en la tanda de penaltis en otra (2020, celebrada en 2021 por el COVID 19) y solo en una fue apeada en cuartos de final (2016).
Que todo pacto o mandato político finaliza con una derrota, y que puede ser derogado por los vencedores, lo entendió el presidente del gobierno español Pedro Sanchez, quien liquidó el gobierno y llamó a elecciones para este mismo verano. En Paraguay, el principal responsable de la derrota opositora en las últimas elecciones nacionales (Efraìn Alegre) aún no se decidió a asumir costos, ni siquiera a pagar deudas.
La humillante derrota de la selección española de fútbol ante la mediocre selección de Marruecos, no dista mucho de lo que ocurre en el Gobierno de España. Este parece ser el signo de los tiempos que, a toda costa, hay que cambiarlo si queremos volver al camino de la decencia y de la eficacia. El paralelismo entre la política y el fútbol de la selección es tan notorio que admite poca discusión.
Por primera vez el dueño de casa de un mundial de fútbol es derrotado en el partido inaugural. Qatar no ha logrado meter un solo gol y tal vez no consiga hacer ello o sacar un solo punto en la copa que se juega en su casa. A los 3 minutos de iniciarse el match, Ecuador marcó el primero de sus 3 goles. Ni los comentaristas de la BBC se pueden explicar por qué el primer tanto fue anulado. ¿Será que el árbitro no quiso tanto papelón para el controversial anfitrión?
Tras la elección de Lula como nuevo presidente del mayor país iberoamericano, todas las izquierdas celebran ello. El Dr. Cerrón hace lo mismo y busca que ésta le ayude a disipar las rencillas y deserciones internas de PL. Sin embargo, en la web de PL hay una entrevista que él hizo donde califica a los “caviares” como el enemigo principal contra el cual se pueden y deben buscar coincidencias con los “neofascistas”.
Ralph Nader, el legendario activista por los derechos de los consumidores y excandidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Verde, ha instado a los demócratas a “aplastar al Partido Republicano en 2022”. Nader considera que el autoritarismo que ha adoptado el Partido Republicano coloca a la democracia estadounidense ante un reto existencial.
Mientras en Brasil gana la izquierda, en Perú ésta fue muy derrotada. El desgaste del Presidente Pedro Castillo y la derechización y división de los socialistas peruanos le dejó la cancha libre a la derecha. ¿Por qué se ha producido tal descalabro y cómo salir de ello?
Las mezquindades políticas no dejan de sorprender, cuando se trata de atribuirse méritos ajenos o eludir responsabilidad en fracasos. La hipertrofiada historia militar de algunos países sudamericanos como Paraguay, no es ninguna excepción. Ya sabemos que las victorias tienen muchos padres, y que la derrota es huérfana.
Hace ya bastante tiempo que las guerras han dejado de ser la “fórmula” de conseguir los objetivos. Las guerras, siempre y hoy día más, se han convertido en uno de los “sistemas” mejor considerados para equilibrar economías. Los enfrentamientos llevan tras de sí la humillación, el rencor, la envidia, el odio y la división. Nunca se entendieron bien las banderas de los triunfadores con los derrotados y posteriormente humillados.
Lo peor de las guerras no es que solo los muertos vean su final, sino que a veces el odio al inventado enemigo subsiste por generaciones, solo para encubrir las propias culpas. El rencor sobrevuela la memoria y conspira contra las verdades, recluyéndolas en una penumbra creada a veces por los mismos responsables de un enfrentamiento armado.
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