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El mayor retroceso como especie pensante, radica en empedrar el corazón de indiferencia hacia el análogo, con lo que este ambiente sobrelleva de inhumanidad y de riesgo permanente de deshumanizarnos. Por si fuera poca la desolación, estamos viviendo fenómenos climáticos intensos, contiendas permanentes; hasta el extremo de reconocer, que la violencia no cesa por doquier lugar del mundo.
Agroseguro, a la vista del área afectada por la DANA ocurrida durante los últimos días del mes de octubre, estima que habría provocado daños en una superficie de unas 25.500 hectáreas de cultivo asegurado repartidas en alrededor de 50.000 parcelas. Pero las declaraciones de siniestro se están recibiendo de forma muy escalonada, ya que incluso el acceso a las fincas está muy dificultado debido a la situación en la provincia de Valencia, la más afectada, con diferencia.
La DANA que afectó recientemente a varias zonas de España, dejó huella en el paisaje y más allá de la devastación, reveló la verdadera esencia de la solidaridad humana. Valencia, una de las áreas más gravemente afectadas, vivió de primera mano la respuesta de miles de personas que, ante la emergencia, dejaron de lado sus propios problemas para ayudar a todos y colaborar en los trabajos de rescate y limpieza.
La industria alimentaria de origen animal es la principal causa de la crisis ecológica y climática, al destruir los océanos y bosques que regulan el clima terrestre y emitir más GEI que el transporte mundial, y el urbanismo descontrolado aumenta los efectos de las inundaciones: transición a dietas vegetales y decrecimiento profundo como medidas urgentes y silenciadas ante el previsto aumento exponencial de catástrofes climáticas.
No. Aparentemente no tiene nombre, si es que eso importa algo, aunque estábamos acostumbrados a bromear con que alguna borrasca eligiera el nuestro pero sin ser dañina; sin embargo, todos la reconocen como la DANA del siglo XXI, o tormenta subtropical llamada ex-Patty.
El 14 de octubre de 1957, Valencia sufrió una de las peores inundaciones de su historia, causando entre 300 y 400 personas muertas y dejando la ciudad sumida en el caos. En respuesta a esta tragedia, el régimen de Francisco Franco impulsó el Plan Sur, un ambicioso proyecto de ingeniería para desviar el curso del río Turia, lejos del centro urbano, cuya obra se terminó en 1973, con un coste de millones de pesetas.
A raíz de la DANA que está afectando a España y que ha producido importantes daños en la zona de levante con unos resultados tremendamente preocupantes, se está produciendo toda una ola de solidaridad en nuestro país para ayudar a los afectados. Esto, desgraciadamente, también está siendo aprovechado para intentar engañar a muchos ciudadanos, tanto con llamadas de teléfono como a pie de calle en diferentes ciudades.
Los menores expuestos a desastres naturales, como la DANA que ha azotado la provincia de Valencia, pueden desarrollar síntomas de estrés, ansiedad y, en algunos casos, trastorno por estrés postraumático. El ambiente de inseguridad, la incertidumbre que genera la posibilidad de nuevas lluvias y la pérdida de la rutina diaria, afecta especialmente a los más pequeños, quienes aún no tienen las herramientas emocionales necesarias para afrontar eventos de este tipo.
Para Pedro Sánchez, las víctimas de Paiporta y los voluntarios que se volcaron con el desastre de la localidad «son unos violentos marginales». No se imagina el presidente cómo llamamos a los psicópatas que han mostrado dejadez ante esta tragedia, además de pretender sacar rédito político al sufrimiento de los habitantes de la mencionada localidad.
Para lo que le quede de vida al traidor, embustero y dictador Pedro Sánchez, se le recordará como el más gallináceo espécimen que haya desempeñado (es un decir) un cargo político en nuestra querida España. Al cúmulo de decisiones perjudiciales que ha venido tomando desde que cambió el colchón de la Moncloa, este siniestro personaje, se retrató perfectamente el pasado 3 de noviembre de 2024, en su viaje a la Comunidad Valenciana.
Annika Coll, experta en emergencias, según El País, cuya noticia es levantada hoy, 4 de noviembre, por La Nación -periódico masivo de Argentina- reflexiona: “En España hay gente que no confía en los mensajes de alerta de las autoridades porque no confía en los políticos” y (…) “la gente se enoja si le dicen que va a nevar y luego no nieva”.
Finales de octubre de 2024. La DANA comenzó su camino devastador, originado por una serie de elementos naturales conocidos por los expertos que deben ayudar a prevenir y avisar a la población. ¿Qué sucedió? La justicia deberá estudiar y exigir responsabilidades a las autoridades competentes en estos casos.
La vida nos introduce en una especie de templo cósmico que tiene por bóveda los mares celestes y por naves las regiones del mundo; por cuyo interior navegan los seres humanos, a la espera de conciliar mareas y de reconciliar oleajes. Para ello, hay que comprometerse por remar sobrellevándonos mutuamente, mediante una actitud responsable que aminore tensiones con el análogo y disminuya afanes destructivos entre nosotros y con la naturaleza.
Lo que parecía una buena noticia –la llegada, por fin, de las lluvias- se ha convertido en unos días muy tristes para todos los españoles. Esta vez las inundaciones no se han producido en la India. Ni los tornados han asolado las praderas del lejano oeste americano. En un largo día de finales de octubre, unas cataratas de agua, procedentes de la maldita DANA, han arruinado la vida de una buena parte de nuestra España.
Ayer en Valencia la naturaleza sacó los colores a todos aquellos políticos cuyos votos sólo valen para “mantenerse ellos en el poder y sostener a su jefe, como puros mercenarios”. Parece ser que lo importante hoy en España es el euskera, el catalán, el valenciano, el gallego, etc. Cuidar los montes, los cauces de los ríos, los planes urbanísticos respetuosos con la naturaleza..., eso es política barata y de poco rendimiento.
“Helene” y “Milton” podrían ser los nombres de dos tíos favoritos, pero se han convertido, en cambio, en los nombres de dos huracanes que han dejado muerte y destrucción a su paso y en emblemas del cada vez más grave desastre climático que afecta al planeta.
Huracanes como Milton, que se desplaza peligrosamente por la península de la Florida, en el sureste de Estados Unidos, como su predecesor Helene, son potenciados por el calor incrementado por el cambio climático, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El cambio climático constituye la mayor amenaza medioambiental a la que se enfrenta la humanidad en estos momentos, puesto que se está produciendo con una velocidad e intensidad sin precedentes en la historia, en parte debido a la actividad humana, principalmente por la quema de combustibles fósiles, que generan gases de efecto invernadero, sus consecuencias pueden ser devastadoras, tanto para el medio ambiente como para las personas.
En 2023, el mundo registró 47 millones de nuevos desplazamientos dentro de las fronteras debidos, en gran parte, a desastres y conflictos, y el número total de quienes viven en esa situación se elevó a 75,9 millones, según se indica en un informe divulgado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En el año 2014, tuve el honor de ser el primer escritor latinoamericano invitado a la feria del libro de Casablanca, y estando de visita en tierras tan atractivas al viajero, no pude resistir a la tentación de magnéticas fuerzas telúricas que sin que supiera cómo, me llevaron a Fez.
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