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La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) mostró su satisfacción ante la participación de ciudadanos sordos en las mesas electorales previstas para las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo; un total de 17 personas sordas han solicitado hasta el momento este servicio que se presta desde la red asociativa de la CNSE, aseguró la entidad.
Según un estudio de los “hashtags” utilizados en redes sociales, la campaña del 28M ha tenido un cariz nacional. Los principales partidos políticos han difundido etiquetas comunes para todo el territorio a pesar de la atomización y particularidad que presentan unos comicios municipales y autonómicos. Además, en las redes surgen temas generales de debate que transcienden al ámbito de proximidad que caracteriza a estas elecciones.
Como Sierra Morena, famosa por sus bandoleros de película, hoy tenemos la fronteriza Melilla y la mediterránea Mojácar haciendo pinitos de bandolerismo electoral. Ladronzuelos de poca monta, salvo lo que de trasfondo lleva consigo el “engaño a las urnas democráticas de todo un Estado”.
¿Van a votar a un partido cuyo fundador justificó ya en su primera intervención parlamentaria el atentado personal a un compañero de hemiciclo (aunque no resultó letal, el ataque se produjo); que durante la Segunda República estaba obsesionado con ir a la confrontación civil (cosa que acabó consiguiendo, para encima perderla); que intentó un golpe de estado durante la misma (mil quinientos muertos)...
Según el CIS, un 30% de los electores decidirán esta última semana. Estamos en la semana de la reflexión. Dice Enric Juliana que “si el 30% espera a la última semana, ahora empieza la campaña electoral de verdad. Quedan siete días para fijar posiciones”. Entonces hagamos lo debido, reflexionemos y fijemos posiciones, para animar a los demás a que hagan lo mismo.
El pasado viernes se dio el pistoletazo de salida a las elecciones del 28-M, pero la realidad es que hace semanas que el ambiente ya se había caldeado ante la proximidad del último domingo de mayo, fecha marcada en rojo por todos los aspirantes a ocupar un puesto en los ayuntamientos o en los parlamentos autonómicos.
Hace unos días, paseando por uno de los parques de Getafe, me comentó uno de los muchos que paseaban por la mañana que “debían convocar elecciones municipales todos los años”. La razón era muy sencilla. En Getafe se llevan dos o tres meses realizando obras de todo tipo, mantenimiento, reposición, reorganización, revisión de calles, aceras, modificación de circuitos...
El pasado sábado tuvo lugar el juramento al cargo de miles de concejales y concejalas, alcaldes y alcaldesas, personas de a pie que en un momento determinado de su vida decidieron dar un paso a la arena, a veces movedizas, de la política local, esa que encuentra en la proximidad con la ciudadanía la mayor de las alegrías pero también la dureza de la incomprensión de quienes desde las calles y plazas públicas en muchas ocasiones no entienden de la colisión entre el querer y el deber, entre el ánimo de ayudar a todas las personas que tocan las puertas de los consistorios y las obligaciones que en muchas ocasiones en forma de marco legislativo marcan el quehacer diario de las personas servidoras de lo público desde el acta capitular.
He conocido a lo largo de mi vida un montón de alcaldes; cada uno tenía sus características propias, sus defectos y sus virtudes. Debido a mi implicación social he tenido contacto con muchos de ellos.
La psicología denomina la disonancia cognitiva a un proceso mental problemático para la razón en que dos ideas, contrarias, luchan por asentarse, sólo una de ellas, como la verdadera, en la cabeza de un individuo. Los dogmas, antes de florecer en los cerebros, los clichés antes de estar vivos en una mente que ha dejado de razonar, han luchado, según la resistencia ofrecida por la razón que intentan socavar, por dominar territorios y asentar sus poblados, de farsa, de estafa.
Día 1 tras el regreso. Primeras medidas:
Según los datos recogidos, la alcaldesa de Barcelona no ha cumplido con una de sus principales promesas, la de realizar 3.500 viviendas de alquiler asequible durante su primer mandato, de hecho, al aproximarse al final de su gestión, se han generado solo 557 viviendas que equivalen al 15,7%.
Acorde con el encarecimiento de los alquileres, los importes de venta de los inmuebles se han disparado a tal punto que en el 2016 “la subida más alta la marca Barcelona, que con un incremento del 14,4% ha situado el precio (medio N.D.A) de la vivienda usada en 3.879 euros/m2.
Los socialistas acusarán al Gobierno de plantear esa reforma "de forma oportunista y prepotente", por hacerlo solo nueve meses antes de las elecciones municipales.
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