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El verano se acerca al mismo tiempo que lo hace el retorno a la actividad laboral presencial, tras el pedido de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de miles de empresas españolas. Los problemas económicos que ha traído la implementación de los ERTE, hace que la mayoría de los autónomos y pymes no tengan en mente planificar un viaje de verano.
La vuelta a la “nueva normalidad” empresarial en plena crisis del COVID-19 ha provocado una gran desmotivación entre muchos empleados, creando así un gran desafío entre todos los profesionales del ámbito de RRHH en nuestro país. La pandemia ha cambiado la vida de muchos trabajadores, tanto a nivel profesional como personal. Las causas de esta desmotivación son varias: casos de coronavirus en el entorno.
Con la actual crisis social que atraviesa España, fruto de la pandemia, el Gobierno de la nación entiende que la Renta Mínima de Inserción (RMI), debe ser complementada hasta los 1042€ por familia, y que englobarían a 4 o más miembros, con la Renta Mínima Vital (RMV). La Vicepresidencia de Asuntos Sociales ha promovido esta iniciativa con fecha 15 de junio de 2020.
En unos días, en España, se va a producir un evento de gran relevancia: por primera vez, los trabajadores autónomos van a salir a las calles y plazas de España, a reclamar lo que les corresponde por justicia y dignidad y que se les niega reiteradamente. Al parecer, los actuales gobernantes, no saben lo que tienen delante: el autónomo, es el auténtico creador de riqueza, no como ellos que solo saben vivir del sueldo subvencionado.
Estoy seguro de que quienes lean este escrito saben lo que es un mantra, pero posiblemente alguien no lo recuerde, así que le refrescaré la memoria.
El mismo jueves que se aprobó la Renta Mínima Vital de 462 € para una persona que viva sola, básicamente para subsistir, ya en las redes aparecieron comentarios (por supuesto sin identificar su condición social), en contra de ella, con comentarios de la índole de que aumentará los vagos a costa del Estado, cuando es mejor pagar 400 € al mes por ½ jornada, como están o han estado haciendo muchísimos empresarios.
El verano se acerca al mismo tiempo que lo hace el retorno a la actividad laboral presencial, tras el pedido de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de miles de empresas españolas. Los problemas económicos que ha traído la implementación de los ERTE, hace que la mayoría de los autónomos y pymes no tengan en mente planificar un viaje de verano.
No se me quita de la mente este dicho popular y campestre. Describe una realidad. En los momentos difíciles es cuando se ve si una persona mete el hombro de verdad. Cuando no lo hace para aprovechar la ocasión, ni para salir en la foto.
El Gobierno Sánchez-Iglesias está empeñado en vendernos la burra coja y soltera, pero lo seguimos percibiendo como el enemigo más peligroso para España. Sabemos que perdieron inútilmente el mes de febrero porque ya se conocen todos los datos, informes y falsedades que deberán tener en cuenta los tribunales de Justicia.
La desescalada incipiente está derivando en la extracción de los primeros datos y conclusiones de lo experimentado y vivido durante los dos primeros meses de confinamiento a causa de la crisis sanitaria del COVID-19. El consumo de determinadas sustancias ha ayudado en ocasiones a satisfacer necesidades, apaciguar sensaciones, matar el exceso de tiempo o luchar contra las circunstancias.
Desde el credo comunista no hay recorrido laboral ni económico. A la extrema izquierda le traiciona el subconsciente.
“El verdadero costo de la corrupción en el gobierno, sea local, estatal o federal, es la pérdida de la confianza pública”, decía el político americano, Mike Quigley.
¿Pero en manos de quién estamos? ¿De dónde ha salido tanto espécimen parasitario al que están engañando en todas partes? Da igual que encargue respiradores, mascarillas, batas o pinzas para la ropa. La “bomba” ha sido comprobar cómo el Gobierno de Sánchez NO solicitó al Ejecutivo comunitario su participación en la adquisición conjunta de material para afrontar la crisis viral.
El Ministerio de Sanidad derrapa más que una bicicleta en aceite. Está alicatado de falsedad y negligencia. Sorprende que el filósofo siga al pie del cañón con la que está cayendo. Lo que no sorprende es el nivel de noqueo en que está el gobierno, lo miserable que demuestra ser, los reiterados intentos de aplicar métodos propios de regímenes comunistas, la capacidad de mentir y la dejadez que pretende convertir en buena gestión. Todo esto no son bulos.
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