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Seguimos bajo la narrativa donde la renta variable ignora los riesgos de una recesión y se acopla a la idea de que, ante esa contracción económica, se lograrían frenar los problemas de reducción de productividad, de la inflación y de nuevas alzas de tipos resultantes de la política monetaria agresiva de la Fed.
En los últimos meses, la economía española ha vivido un aumento generalizado de los precios, problema al que ahora hay que sumar el temor a una nueva crisis financiera. Los españoles se sienten intranquilos respecto a su dinero, y así lo refleja el II Estudio ‘Percepción y hábitos de los españoles respecto al sector bancario’. La encuesta desvela que para casi la totalidad de los españoles (94%) la inflación es una gran preocupación.
Las recientes sacudidas del sector bancario demuestran que los esfuerzos de los bancos centrales por contener la inflación están teniendo un efecto cada vez mayor, y es probable que se produzcan consecuencias económicas más amplias.
Recién iniciada la Semana Santa, los hogares españoles están en plena planificación de sus compras para celebrar el fin de semana largo en familia o entre amigos. Durante estas fechas, la gastronomía juega un papel fundamental. Torrijas, buñuelos de bacalao y huevos de chocolate son productos típicos que vienen a alegrar las mesas. Pero este año, no escaparán a la subida de precios.
Crédito y Caución prevé que en 2023 se produzca un aumento global del 49% en los niveles de insolvencia, en el marco del proceso de ajuste a los niveles prepandémicos. Tras la interrupción de los estímulos fiscales y moratorias concursales vinculadas a la pandemia, pueden transcurrir hasta ocho trimestres hasta que los niveles de insolvencia se normalicen.
Los precios del gas natural a ambos lados del Atlántico han seguido cayendo en picado y esto ha sido un factor macroeconómico positivo clave, ya que ha impulsado una menor inflación y unas previsiones de actividad económica más sólidas. Pero ha sido doloroso para los inversores en materias primas.
En mi libro Más difícil todavía (Deusto Ediciones) que está en librerías desde hace un par de semanas demuestro cómo las autoridades económicas se equivocaron y no supieron darse cuenta de lo que realmente estaba sucediendo con las subidas de precios que comenzaron a producirse a lo largo de 2021. Y explico también que más tarde, cuando ya no podían negar que la inflación se había desatado, volvieron a equivocarse a la hora de darle respuesta.
Una nueva investigación de mercado muestra que los españoles son lo que más preocupados se encuentran por la situación económica entre cualquier país encuestado en un estudio de tendencias del consumidor para este año 2023. La encuesta revela una tremenda negatividad entre los consumidores españoles con respecto a cómo les ha afectado la economía global actual: el 88% admite que se ha visto afectado negativamente de forma personal, al menos levemente.
Tras haberse situado en máximos de casi cuatro décadas, Crédito y Caución prevé que la inflación se reduzca en las distintas economías de nuestro entorno a lo largo de 2023, aunque cerrará sensiblemente por encima de los valores prepandémicos de 2019.
La inflación casi récord de los precios de los alimentos en Sudáfrica, los cortes de suministro eléctrico, el aumento del coste de la energía y las previsiones de nuevas subidas de los tipos de interés han mermado la renta de los trabajadores y perjudicado aún más a los pobres. Un coctel que coloca al país ante el riesgo de disturbios sociales.
Esta mañana el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha dado a conocer los datos del Índice de Precios al Consumo (IPC) del mes de febrero, que sitúan con un incremento de dos décimas con respecto al mes anterior, al índice en un 6,1%, debido principalmente al repunte de los precios en la electricidad y alimentación. Desde la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (UATAE), valoran de forma negativa esta subida.
Tras un periodo de relativa calma en los mercados, llega febrero con subidas en el precio del dinero de las principales autoridades monetarias (Reserva Federal y Banco Central Europeo) y con las preocupaciones de Gobiernos, empresas e inversores sobre el devenir de la economía en 2023.
Los datos de inflación en España se sitúan en el 5,8% y de inflación subyacente en el 7,5%, lo que significa volver a experimentar crecimientos y ser conscientes de que la lucha contra la inflación está lejos de haberse terminado o de estar cerca de un punto donde parezca que se está reaccionado de forma positiva a la subida de tipos.
El comienzo de año viene marcado por un gran incremento de la inflación que ya comenzó a final del 2022, incentivado por la subida de los precios de la luz y del gas. Esto ha obligado a los bancos centrales a realizar subidas de tipos de interés, afectando directamente al precio de las hipotecas, entre otras cosas y, por ende, aumentando el coste de vida.
Se espera que el 2023 sea el año en el que se alcance la plena recuperación global y el final de la pandemia. Con esta expectativa y asumiendo que vivimos en una época dominada por la incertidumbre caracterizada por la sucesión de eventos impredecibles, Grupo Caminos, a través de su gestora Gestifonsa enumera por orden de importancia cuales pueden ser las claves económicas que marcarán el nuevo año.
Durante la época navideña, muchas personas buscan ofrecer cestas de regalo como forma de mostrar su aprecio a sus seres queridos. Estas cestas de regalo son populares entre los compradores, ya que ofrecen una variedad de artículos que pueden satisfacer los gustos y necesidades de los destinatarios.
La inflación desbocada de la UE acelerará la subida de tipos de interés por parte del BCE hasta el 3,5% en el 2023. Ello tendrá un inmediato impacto en hipotecas y préstamos bancarios, consiguiente asfixia económica de amplias capas sociales y un dramático aumento de la morosidad y los embargos de viviendas y locales comerciales.
Es función de la clase política burocratizada —esto es lo que hay, y no cabe hablar de políticos— acatar los mandatos de la estructura jerárquica y, dado que quien manda son los gestores del mercado, se trata de cumplir con sus mandatos, por temor a perder el sillón que ocupan, alcanzado tras muchos esfuerzos y dedicación al ejercicio de la palabrería barata.
Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad de la Abogacía, advierte que "nos enfrentamos a una época muy difícil y a un comienzo de ejercicio extraordinariamente complejo" ya que, como explica, "el complicado 2022 para los mercados puede ser el anticipo de un 2023, al menos en su primera parte, muy difícil de economía real".
Tanto la Fed como el BCE han señalado que aún no han terminado su lucha contra la inflación y que seguirán subiendo los tipos en las próximas reuniones. El último gráfico de puntos de la Fed mostraba una tasa máxima del 5,1% en 2023, lo que parece un caso base razonable. Por su parte, el BCE sugirió que podría situar su tasa de depósito por encima del 3%.
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