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Recordamos con nostalgia los tiempos del dinero barato. Lindos tiempos, en los que era posible financiar la compra de un piso con tasas muy bajas. Luego de aquellos días, la inflación ha ido en aumento y, es más, hemos observado niveles récord en gran parte del orbe, aunque existen señales de dominio de la situación y esperemos no estar hablando sólo de golondrinas que no hacen verano.
Tras más de dos años inmersos en una crisis de inflación, España y el resto de países de su entorno continúan en cifras alejadas de la tasa de inflación del 2 % que marca como objetivo el Banco Central Europeo. Esto representa una crisis de incremento del coste de la vida que ha hecho mella en el día a día de los hogares, pero cuyas consecuencias en el medio y largo plazo comienzan a percibirse.
Según la agencia EFE, la gran Banca española (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Bankinter y Unicaja) habría obtenido en el primer semestre del 2023 un beneficio neto de 12.566 millones € (un 22% más que en el mismo período del 2022), gracias al oneroso aumento de las comisiones y de los intereses de los préstamos así como al incesante goteo de cierre de sucursales.
La inflación y la subida de los tipos de interés están generando serias dificultades a los autónomos para mantener a flote sus negocios. Un 38% de los trabajadores por cuenta propia asegura tener complicaciones para hacer frente a sus facturas y compromisos de crédito, mientras que sólo un 6% los afronta sin dificultad.
Semana de ida y vuelta que deja sobre la mesa la duda de estar o no, ante un suelo de mercado. Rebote desde niveles técnicos clave, alto sentimiento negativo con salida de flujos, tipos a largo que se disparan, pero consiguen cerrar por debajo de los máximos semanales y una temporada de resultados que empieza sorprendiendo de forma positiva. ¿Suelo de mercado o falso escape? ¿Oportunidad para comprar o para vender?
Mientras las tormentas del verano pueden haber pasado, las nubes aún se ciernen y el camino que tenemos por delante no está del todo claro. ¿Realmente ha alcanzado su punto máximo la inflación o fue la lectura del IPP de EE.UU. para septiembre una señal preocupante de que otra oleada se avecina?
Han causado sorpresa unas recientes declaraciones de un promotor inmobiliario australiano, Tim Gurner, sobre el desempleo y se están comentando como si fuesen la simple salida de tono de un millonario excéntrico. Ha dicho Gurner en un congreso de su sector: «Necesitamos que aumente el desempleo (…) Tiene que aumentar un 40-50%. Necesitamos ver dolor en la economía. Necesitamos recordar a la gente que son ellos los que trabajan para el empresario y no al revés».
El BCE subió los tipos 25 puntos básicos al dar más importancia a la inflación que al crecimiento. Está claro que el BCE quiere acabar ya con las subidas, y los datos de crecimiento probablemente lo corroboren; sin embargo, aún quedan algunos obstáculos que superar de cara a finales de año, sobre todo en lo que se refiere a los precios de la energía.
Los datos de inflación vienen a confirmar lo que teníamos de forma adelantada. Al final vemos que la inflación se eleva hasta el 2,6% en agosto y la subyacente corrige una décima hasta el 6,1%. Esto no quiere que los precios no estén subiendo, sino que suben de forma más suave en el caso de la subyacente, mientras que la inflación general crece con más fuerza.
Cualquiera que haya seguido el debate sobre si la inflación será transitoria o persistente sabe lo divididos que han estado incluso los consejos de los bancos centrales en sus evaluaciones. Se podría argumentar que el tiempo que se ha prolongado dicho debate es prueba suficiente de que la inflación es una compañera a largo plazo.
Con el final del verano y la llegada de septiembre, los españoles empiezan a prepararse para el inicio del nuevo curso, cada vez más caro para las familias. Según el último estudio realizado por la OCU, las familias españolas gastan de media 2.186€ en la vuelta al cole y, de esa cantidad, 500€ se destinan por niño para la compra de material escolar, incluyendo libros, uniformes y material de papelería entre otros.
Tatev Azizyan, una periodista de 28 años de Nagorno Karabaj, le ha explicado a su hija de siete que ambas tienen que cambiar a «modo de ahorro de energía» para sobrevivir. “Algo de pan y rodajas de tomate y pepino, eso es todo lo que le puedo dar a mi hija para el desayuno. Productos como el azúcar o los huevos hace tiempo que desaparecieron de nuestra mesa”, explicó Azizyan a IPS desde su residencia en Stepanakert, la capital provincial de Nagorno Karabaj.
La inflación en el mes de julio ha vuelto a subir. Tal y como muestran los últimos datos adelantados por el INE se sitúa en el 2,3%, produciéndose un aumento de un 0.4%. Así, la inflación subyacente, que excluye los elementos más volátiles como la energía y los alimentos frescos y que se considera la inflación tendencial, continúa elevada con un aumento del 0,3% respecto al mes anterior, situándose en un 6,2%.
Hoy nuevamente se ha producido una decisión del Banco Central Europeo muy perjudicial para las familias y empresas españolas. Se trata de la subida de los tipos de interés, una cuestión sobre la que ya nos habíamos manifestado en diferentes ocasiones en contra, en tanto que las subidas desproporcionadas del IPC se ha paralizado en España y no es necesario enfriar la economía tal y como se ha venido haciendo este año por parte del Banco Central Europeo.
Para el experto “la inflación está retrocediendo” y este hecho es “más evidente en EE. UU., donde la inflación general se redujo al 3 % en junio”. Señala que “si la Fed vuelve a subir los tipos en julio, los tipos de interés reales implícitos para el próximo año estarán muy por encima de los registrados en la última década.
Se espera que el crecimiento mundial de 2023 alcance el 2,2%, una tasa aún débil pero un punto porcentual por encima de lo esperado hace seis meses. Hay varios factores que han impulsado esta evolución de las previsiones. El más relevante es el giro de China, que ha pasado de la política de tolerancia cero a la reapertura. Además, tanto Europa como Estados Unidos han demostrado ser más resilientes de lo esperado a las presiones estanflacionistas.
Los consumidores españoles viven al día y, a pesar del contexto de inflación, un 54% de ellos afirma que es un buen momento para mantener sus niveles de gasto. Las reticencias se dejan para todo aquello que implique un endeudamiento, como por ejemplo pedir un préstamo para comprar una vivienda.
La inflación española, medida por el IPCA interanual, se situó en junio en el +1,9%, frente al 2,6% del mes anterior. De este modo, España se convierte en el primer país en el que la inflación ha vuelto a un nivel coherente con el objetivo de inflación del BCE. Aunque este descenso de los precios es sin duda una buena noticia, varios factores siguen indicando que la lucha contra la inflación aún no ha terminado.
El 82% de los consumidores ha cambiado sus hábitos de compra en carne y pescado frescos para reducir el coste de su cesta de la compra. Los datos de AECOC Shopperview muestran cómo la inflación está condicionando las decisiones de compra de los hogares en estas categorías. Para la compra de carne, el 46% afirma que actualmente busca más ofertas. Por su parte, un 36% ha reducido la cantidad y un 26% ha optado por cambiar el tipo carne que consume por otras más económicas.
Fundación Madrina alerta de que siguen aumentando las colas del hambre y también la gravedad de los problemas de las personas en situación de vulnerabilidad. No solo es Madrina: el Banco de España advierte que las familias endeudadas en situación de vulnerabilidad, pueden incrementarse en un 33%. Según el INE, un 26% de la población está en riesgo de pobreza y un 8,7% tiene "mucha dificultad" para llegar a fin de mes.
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