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Adoro a Marilyn Monroe, ya lo sabéis, y en cuanto vi que en Netflix ponían la película Blonde, no pude evitar verla. Bueno, mejor no la hubiera visto, me pareció algo surrealista, sin sentido, con escenas inventadas totalmente y otras escenas llenas de vulgaridad y degradación.
¿Para qué escribo? Cada vez que oigo los embustes de los telediarios y su sospechosa unanimidad, pienso que nos mienten. Recibo muchos WhatsApp, algunos me hacen reír y otros me apenan. Por mi parte no tengo habilidad para estas bromas.
Estamos acostumbrados a que el socialcomunismo ponga el foco en horteradas que distraigan de los muchos y graves problemas de España; unos problemas que son culpa exclusiva de la nefasta gestión del Ejecutivo. Recuerden algunas de las bufonadas del mentiroso, Pedro Sánchez: la estupidez de eliminar la corbata; la cuestión inútil de los escaparates; la memez de la espada de Bolívar; la mentira de las ayudas al campo y a los afectados por incendios, por citar algunos.
Pienso que esta pregunta nos la hacemos muchos españoles de bien que no pertenecemos a ningún partido político, pero que nos duele España. Considero que, por ahora, no hay quien enmiende lo que está ocurriendo. El Gobierno ha caído en manos de una jarca de arribistas, sin conciencia ni escrúpulos que, lejos de preocuparse por el bienestar de ciudadanía, solo busca su medro y bien personal importándole un ardite lo que no ataña a sus intereses particulares.
¿De qué sirve el Consejo de Transparencia si nadie le hace caso? Pedro Sánchez «El mentiroso» pasa de las peticiones de ese organismo, pero sus fechorías se sabrán al detalle cuando esté de patitas en la calle. No faltará quién le reclame el importe en dinero, aunque se acogen a lo de la seguridad presidencial. ¿Pero creen que a la ciudadanía nos preocupa la seguridad del presidente? Sepan que a los afectados por los ERE sí se lo reclaman a diario y no pueden salir de casa.
P. Sánchez acaba de anunciar un nuevo y serio peligro. Con motivo de la reunión de la OTAN, dijo que “Putin no va a ganar la guerra”. Eso es un bombazo que sobresalta a cualquiera que viva aquí y ahora. Dado que, como todo el mundo sabe, el tal Sánchez nunca dice una verdad, resulta imposible intuir que lo que ha dicho lo sea. Deducimos, pues, que según Sánchez, Putin ganará la guerra.
Inicialmente era un termino jurídico, que se refería a una acusación, argumento o testimonio infundado o falso, vertido con la intención de engañar, manipular o embrollar. Mentira, patraña o noticia falsa, generalmente tendenciosa o urdida para lograr algún fin, incluso noticia maliciosa o negativa, incluso calumniosa. Acusación carente de fundamento.
Una vez más tengo que escribir, bien a mi pesar, del presidente del gobierno de España, el tipo más embustero, cobarde, egocéntrico y traidor de nuestra historia. Y debo hacerlo, porque tras la rotura de las instituciones que está procurando, sin que nadie de los suyos (a pesar de lo que dicen sotto voce) se atreva a pararle los pies de una vez.
La guerra no es un experimento, su parto es doloroso para todos, porque todo sube y nada baja. El capitalismo rentista del petróleo, y el del comercio internacional de toda índole, viene en descenso. La economía no es circular, es lineal, pero tiene sus detractores que la hacen retroceder. Qué barbaridad “EE.UU., OTAN., Reino Unido y otros más”. Estos imperios no entienden la inmensa maldad que le están ocasionado al mundo y a ellos mismos, incluyendo a sus pueblos.
Las mentiras y las incongruencias, en cualquier democracia, una vez demostradas, deberían ser motivo de dimisión inmediata. Algo muy grave está fallando, cuando un presidente de Gobierno ante el Parlamento de la nación manipula conscientemente el organigrama de la gobernanza de un país, de su país.
La hipocresía corroe a nuestra sociedad, al igual que la indignidad y la degeneración ha invadido algunas de nuestras instituciones. La manada socialcomunista aglutinó a incautos indignados por la canción de Eurovisión, pero ha silenciado la calle a pesar de los abusos y la nefasta gestión que ha llevado a la brutal subida de la luz, la gasolina, el gas, el camuflado paro o el exagerado e insospechado IPC que se nos amontona.
Realmente, aparte de príncipe de la mentira y el engaño, no séqué otro calificativo se le puede aplicar, pues o una de dos, considera a todos los españoles carentes de entendederas y capacidad para discernir, o es tan prepotente que se cree superior a todos los demás y por ello puede engañarnos y tomarnos el pelo, además de considerarnos como infantes a los que se les puede engatusar con una ilusión.
De la Guerra en Ucrania, lo que te cuenten los medios de desinformación masiva, que son casi todos los periódicos, tertulianos y televisiones de nuestro país, no os creáis nada. Hoy escribo esta nueva entrada tomando como excusa un intrascendente vídeo de 5′ que curiosamente censura Facebook. Un discutible vídeo sí, y de un polémico influencer, pero que bien puede servirme como ejemplo de las mentiras diarias que nos cuentan.
Toda la tarde leyendo declaraciones del presidente Sánchez y de sus ministros sobre el paro y siento vergüenza de las cosas que dicen, con tal de echar culpas al maestro armero. Ellos siempre lo hacen bien. Son los demás quienes se equivocan. No sé si es ignorancia o analfabetismo, pero parece que lo dicen convencidos cuando, en realidad, de lo único que pueden estar seguros es de su mala gestión, nefastas políticas y mediocre economía.
Españoles, os invoco con el grito de guerra que lanzaban los almogávares, bravos entre los bravos, antes de entrar en batalla y que hicieron temblar el Imperio bizantino. Los fenicios llamaron a esta piel de toro en la quehabitamos con el nombre de Spania, que según conspicuos historiadores, significa tierra de conejos. Puede ser que en la época en la que ellos la conocieron estuviese habitada por muchas de estas pequeñas y asustadizas bestezuelas.
Todo es iniciar la semana de la sorpresa mayor en la historia del Partido Popular, y lo que rondaré morena, cuando la aparente calma de la mentira nacional estalla como en aquellos viejos y recordados corrales de vecino, hasta poner pies en pared como defensa a tanto alboroto, por lo que he decido leer de nuevo el Tartufo de Molière.
Ya no hay quien crea nada de este PSOE del palurdo y plagiador Sánchez. Ya no hay quien crea en las encuestas del CIS, capitaneadas por Tezanos, un individuo sin escrúpulos que cumple las órdenes de su amo, que para eso le paga al año 14 pagas mensuales de 6.600 euros brutos, cada una.
En una de estas encuestas que tanto cunden en la actualidad, unos entrevistadores preguntan a los católicos de la América Latina: ¿Cuál mandamiento de la Ley de Dios le parece más difícil de cumplir? Uno se queda pasmado de los resultados y no puede evitar una sonrisa sarcástica al comprobar lo poco consecuentes que solemos ser cuando se trata de reconocer nuestras carencias, de admitir que no somos tan buenos como nos creemos.
Breve resumen de algunas de las mentiras utilizadas -como falsa bandera- para justificar las últimas guerras de los EEUU. Imposible referir las 64 guerras que recoge la Wikipedia, ni remontarnos a 1945, a los 75 años de Hiroshima y Nagasaki, a la guerra de China o la de Corea con más de tres millones de muertos o la de Indonesia, Guatemala, Líbano, Libia…, pero como botón de muestra será más que suficiente.
En este país de miserias parece que ser político, para algunos, simplemente significa una forma de conseguir un buen puesto de trabajo, reconocido y bien remunerado. Como consecuencia de ese criterio, “tan altruista”, se dedican a llevar a cabo políticas que aseguren su posición laboral, adornando sus proyectos con viejas ideas sociales.
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