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Desde que en carne mortal, visitaste nuestra España, nos llenaste de alegría, de amparo y de confianza. Quiso el Apóstol Santiago, que Tu aparición quedara, representada en un templo como Tú Amor deseaba. Para cumplir Tu deseo, Señora y Madre adorada, se levantó un magno Templo en la Zaragoza sacra.
Visten uniformes verdes, tan verdes como praderas, son el honor que camina con sacrificio y entrega. Siempre van de dos en dos, por caminos y veredas, regalando certidumbre donde más peligros vieran.
Fueron trece, decididos, firmes, tenían un salmo grabado en la frente: Fuego. El que los comandaba había sido crucificado por Occidente: habían subido a los maderos cruzados a su mujer, a sus hijos, a él en la calle bajo los cuervos voraces del frío, apartándolos los negros centuriones de su vivienda.
Luna pasa lento, mi vida terminará.
Gatolos locos, sinceros, mágicos, aventureros y con colita de ratón… Ahora juntos se ven las caras ¿se reconocerán?
No ilusiones.
No sé si serás de Asís o en cambio serás de Borja, ambos de muy buena forja que no los separa un tris.
Y de pronto el carro de caballos dejó de tener caballos, sólo tuvo un esclavo...
Oquedad y tristeza en cuerpo y mente, desinterés por la mundana gloria, ociosa actividad de la memoria poca ilusión y olvido permanente.
Me gusta la vida, vista en positivo, me encantan las gentes que saben amar; disfruto lo poco si es bienvenido, rechazo lo mucho que duele al llegar.
Cattis danzant salsa y respeto merecen. Suben a los árboles, en el campo y ciudades luchan por un hogar.
Estoy en ella según el calendario, y parece mentira haber llegado; muchas veces la había imaginado y soy feliz al verme en su escenario.
Todos moriremos; es ley de vida hacerlo, no soy la bella mañana, no deseo la venganza ni el rencor ni un altar lleno de flores, deseo morir en paz. Soy normal como cada cual, olas del mar, dulce perfume, fresco y rico olor me arroparán para demostrar mi tesis. Cantaré al amor, si no lo he hecho ya.
Lo mismo, celeste esplendor, no diluye tu existencia pues es tu amable presencia humilde como imagen de candor y 'pohetisa' de ultra esencia no saturó tu inocencia ante la clemencia de lo cotidiano...
El gato Manuel, pasó muchas penitas. Dolor en su ser.
Afuera llueve mientras intento dar cuerpo a estas líneas. Recién he salido de unas semanas en las que me he visto forzado a intentar cambiar algunos de mis hábitos perniciosos. El inicio no es sencillo, pero transcurridos algunos días me asombro del maltrato inconsciente que le he infringido a mi cuerpo, de la alteración emocional que me he causado como consecuencia de pequeños detalles que con el paso de los años se convierten en pesadas cargas.
Fue un beso nauseabundo, repelente y malicioso el que dio el chulo Rubiales a la jugadora Hermoso. Más no quedó aquí la cosa, pues este tipo asqueroso, se toqueteó sus partes de un modo muy ostentoso. Sin importarle siquiera, que en un acto tan lustroso estaba Doña Leticia, ¡este tío es un mafioso!
I. Se me olvidó el título y el "pohema". ¿Será? Pues no creo sólo sé que está en mi mente dando el brillo de la "Gloria" jugando con ritmos, armonía, bemoles, sostenidos ante el sentir extraño del verso interesante. Mañana recordaré el olvido, como la sombra que aparece debajo de las hojas de los árboles, que por virtud no hace daño, nos acompaña. Pero, será mañana. Esperemos ese mañana.
Solo de pensar en Ti, se me anuda la garganta, y mi fervor se agiganta queriendo escapar de mi. Imaginando aquel Sí, se sublima Tu figura, y mi fe recobra altura ante el firme compromiso, que, en gesto noble y sumiso, aceptaste, Virgen Pura.
Transida ante el Calvario de aflicción,´mostraste ante el mundo una gran proeza: aceptar el dolor y no ser jueza al convertir Tu pena en oración. Plegaria sustentada en el perdón, alma limpia, robustez y grandeza, que sustentan Tu virginal pureza y Tu caritativo corazón.
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