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Somos muy propensos a sacar conclusiones sin el debido fundamento; incluso procedemos con empeño a defenderlas, pese a su inconsistencia. Las dificultades para adquirir el conocimiento suficiente de cuanto acontece, suelen ser abrumadoras; emerge la pregunta, nos sitúa ante qué parte logramos conocer. Un simple HECHO, aparentemente nítido y visible, está forjado por una serie de factores condicionantes y repercusiones.
Desde tiempos remotos, las personas de mucha edad han sido líderes durante años en distintas disciplinas, tanto en el ámbito familiar, religioso, como social y político. Históricamente, los mayores utilizaban toda su sabiduría y experiencia para indicar a los miembros de la tribu menos experimentados el camino a seguir y, en nuestros días, siguen quedando resquicios de ejemplos donde las personas de mayor edad continúan marcando esos caminos.
La Campaña Mundial por la Educación (CME), coalición liderada en España por las organizaciones Ayuda en Acción, Educo, Entreculturas y Plan International, ha decidido dedicar su 21ª Semana de Acción Mundial por la Educación (SAME) a combatir la proliferación de discursos de odio en las aulas. Para ello, entre el 22 y el 28 de abril, más de 1000 alumnos y alumnas de ocho Comunidades Autónomas se movilizarán en diferentes acciones de calle.
La sociedad, en términos generales, parece que ha avanzado muchísimo si la comparamos con épocas anteriores, pero lo cierto es que en algunos círculos, o incluso en determinados momentos, pudiera parecer que todavía rigen diversos criterios que siguen estando vigentes a pesar de la libertad y la amplitud de miras y pensamientos que a día de hoy están presentes.
“Hassen, to hate, detéster”, odiar. El quiasmo inserto en este título ayuda a pensar fuera de su propia retórica: si hay odio en la cultura, ¿qué cultura subsiste, al fin, en una sociedad civil? Según la RAE, “odio” se define en términos de “aborrecimiento, aversión, rencor, antipatía, desprecio, fobia, inquina, encono, rabia, tirria”. El odio empieza por casa, a veces en forma de prejuicio.
De un tiempo a esta parte me han sorprendido ciertos artículos, noticias y manifestaciones culturales en las que por encima de todo destaca la intención evidente de trasladar memoratísimos legados cargados de odio a una casualidad aparentemente ingenua de conversión moral a través de asociaciones laxas creadas 'ad hoc' para el acomodo de una política advenediza, cosa que nos deja, a más de uno, a la altura del betún.
Dirigido por la cineasta y actriz Tania Gongar, “Resiliente” narra la historia de Jéssica, una niña de siete años que se encuentra en situación de vulnerabilidad por la enfermedad de sus padres y experimenta rechazo por parte de sus compañeros. Aldeas Infantiles SOS participa en la producción de este cortometraje, apostando así por el cine como herramienta de concienciación social.
Se estrena en exclusiva en Podimo el nuevo proyecto de Espido Freire, su podcast “Orgullos y Prejuicios”. En este podcast la escritora más joven en ganar un Premio Planeta se acerca a algunos de los tópicos más inamovibles de esta sociedad, tan libre, tan moderna, tan desprejuiciada… solo en apariencia. "Es una reflexión personal sobre algunos de los temas que más tópicos y prejuicios despiertan en el momento actual", afirma Freire.
Últimamente solo contesto a publicaciones de Facebook cuando tengo un mal día, y la verdad es que hoy ha sido uno de esos días, se me ha juntado todo y no he podido evitar contestar y disentir de un comentario que se hacía a una fotografía en la que salían dos hombres en una iglesia casándose. Uno de ellos estaba vestido de novia, con un vestido precioso estilo princesa y la parte de arriba era como una especie de chaqueta blanca imitando a un corsé ceñido.
Lo fundamental es pensar correctamente y con profundidad. Indudablemente, la búsqueda de la felicidad es uno de los propósitos de la vida humana. También lo es el desarrollo de proyectos y la producción o realización de los mismos y se puede afirmar que la razón es clave en la existencia. Estos presupuestos vitales también son afirmados por Rand en su objetivismo filosófico.
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