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Según un estudio del Adecco Group Institute, en España, el salario mínimo se situó en 2022 en 1.167 euros, habiendo subido un 65% desde 2016. Es un nivel similar al de Estados Unidos, pese a que el PIB per cápita del país norteamericano multiplica por 2,5 al español. Por otra parte, el colectivo de parados registrados tuvo una reducción significativa, por debajo de los 3 millones, lo que no sucedía desde 2008.
El director del Adecco Group Institute, Javier Blasco, ha afirmado que la ratio de rotación de contratos en los fijos discontinuos ya es mayor que la correspondiente a los contratos temporales, “lo que parece ser un efecto indeseado, pero no imprevisto, de la reforma laboral”. Blasco se expresó de este modo con motivo de la publicación del ‘I Observatorio trimestral del mercado de trabajo’ de 2022, realizado por el Adecco Group Institute.
Los datos de contratación laboral y paro registrado que se acaban de publicar son muy buenos, aunque no será de extrañar que la derecha le ponga pegas en las próximas horas. El paro registrado es el más bajo desde 2008; se ha firmado la mayor cifra de contratos indefinidos desde 2001 (700.000), con una proporción sobre el total casi cinco veces mayor que la de antes de la reforma laboral; y por primera vez se superan los 20 millones de contratos.
Cerca del 25% de los trabajadores del sector de la construcción están contratados actualmente de forma temporal, un aspecto muy común en el sector por la duración de las obras y proyectos. El nuevo modelo de contratación debe contribuir a que el sector se adapte al nuevo paradigma al que se enfrenta la economía, articulado no sólo en torno a la transición ecológica, sino también a la digitalización.
El pasado año dediqué cuatro artículos bajo el título de La Parodia Nacional, a los burlescos y no menos jocosos acontecimientos de la vida política española que protagonizaron varios ministros y ministras del Gobierno Sánchez, hoy despedidos de la escena pública con una suculenta indemnización y unas muy reales condecoraciones.
Ya tenemos otro acto impresentable dentro del gobierno circense que sufrimos desde que están en el poder el batiburrillo de políticos, o mejor dicho, de personas incapaces e incompetentes que bajo el paraguas de los partidos que los acogen, ocupan cargos que a todas vistas no los merecen.
Por fin ha parido la “gran reforma” que este gobierno socio-comunista había convertido en leitmotiv de su pretendida lucha en favor de la clase trabajadora. La aprobación de la reforma laboral en el Congreso, por los pelos, esta es la verdad, y tomando en cuenta que los cambios a que ha sido sometida la ley del PP de reforma laboral que ha estado vigente desde que el señor Mariano Rajoy decidió hacer caso a Bruselas.
A lo largo de la breve pero intensa historia de UPN como formación política, han sido continuas las turbulencias internas y luchas soterradas por el control del aparato del partido y, en la actualidad, estaríamos en la antesala de una nueva crisis endógena tras la rebelión de los díscolos parlamentarios de UPN en el Congreso de Madrid.
Yolanda Díaz no sabe cómo apuntarse tantos con la mal llamada reforma laboral. Es una simple contrarreforma y, posiblemente, ni siquiera eso pueda decirse. Apenas unas pinceladas sueltas sobre la reforma laboral de 2012 que tanto empleo generó y alabanzas cosechó en la Unión Europea.
Mala gestión y peor imagen del ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. Intenta recabar apoyos para la contrarreforma laboral porque el Gobierno sólo cuenta con 155 escaños en la Cámara Baja. Pinta mal y varios grupos ya han anunciado su negativa. El listo de Garamendi ha metido en un buen lío a la ministra comunista y a los «hambrientos y sedientos» sindicatos clasistas, pero lo ha hecho a un alto precio: la CEOE se ha desmoronado.
Uno de los mitos (por no decir mentiras) más extendidos cuando se habla de relaciones laborales es el que defienden muchos empresarios, economistas o dirigentes políticos al afirmar que el empleo lo crean las empresas y que, por tanto, toda la capacidad de decisión relativa a las relaciones y condiciones laborales debe estar en sus manos.
Otra rectificación más en lo que será la reforma laboral no reformada; es decir, retocada y apenas modificada. Si ayer era «técnicamente imposible» cambiar la reforma laboral y «sí hacer pequeños cambios», hoy ya ni sabemos qué es lo que piensa el Gobierno al respecto. De momento, aquel 15% que se iba a aplicar para los contratos temporales, ahora se flexibiliza y se estudiará.
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