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Me he criado en una familia religiosa, sin llegar a ser beata, que ha vivido muy de cerca la festividad del Jueves Santo desde siempre. Mis padres se casaron en Santo Domingo, hemos vivido en el pasillo del mismo nombre, pusimos nuestro matrimonio a los pies de la Virgen de la Esperanza, de la que soy hermano, y he llevado su trono durante 25 años.
Virgencita de Lourdes, de Gracia llena, ampáranos con Tu manto de Madre buena.
Allá por los años 60-70, tuve una suplencia de un profesor de religión. El colegio podría situarse, dentro del mundo educativo de aquellos años, en un estado alto o quizás muy alto. Debo indicar que el colegio era regentado por religiosos. Avanzado en ideas, proyectos y libertad, tuve el “atrevimiento” de dedicar la clase a hablar sobre María, madre de Jesús y esposa de José el carpintero.
Nuestra Madre del Cielo, Inmaculada, fue escogida por Dios, con regocijo, para que fuera Madre de Dios Hijo y diese al Buen Jesús una morada. Morada de ternuras coronada, donde José, con un amor prolijo, más de mil veces su misión bendijo protegiendo al Niño y a la esposa amada.
El mundo requiere de voluntades auténticas y trasparentes, unidas y reunidas contra la fiebre del espíritu corrupto, que todo lo embadurnan de inestabilidad y conflictos, poniendo continuamente en peligro el desarrollo social y económico, así como las instituciones democráticas y el Estado social y de derecho. Hay que abandonarse, despojarse de lo mundano, para empezar un camino de conciliación hacia todo aquello que nos vive de verdad.
“El Papa condecora a la Madre de Dios de Montserrat con la Rosa de Oro”, es el título del escrito redactado por Ana Buj desde Ciudad del Vaticano. La condecoración que se hizo a la Moreneta tendría que despertarnos el interés por la idolatría porque este tema ocupa un lugar destacado en las páginas de la Biblia. Las homilías católicas guardan silencio al respecto. En el caso de la condecoración de la Virgen de Montserrat es para enaltecerla.
Desde que en carne mortal, visitaste nuestra España, nos llenaste de alegría, de amparo y de confianza. Quiso el Apóstol Santiago, que Tu aparición quedara, representada en un templo como Tú Amor deseaba. Para cumplir Tu deseo, Señora y Madre adorada, se levantó un magno Templo en la Zaragoza sacra.
Solo de pensar en Ti, se me anuda la garganta, y mi fervor se agiganta queriendo escapar de mi. Imaginando aquel Sí, se sublima Tu figura, y mi fe recobra altura ante el firme compromiso, que, en gesto noble y sumiso, aceptaste, Virgen Pura.
Transida ante el Calvario de aflicción,´mostraste ante el mundo una gran proeza: aceptar el dolor y no ser jueza al convertir Tu pena en oración. Plegaria sustentada en el perdón, alma limpia, robustez y grandeza, que sustentan Tu virginal pureza y Tu caritativo corazón.
Más o menos hace 25 años me acerqué con mi familia a Getafe. Acertamos, en principio, por la localización de la vivienda. Yo no he conseguido entrar en Getafe, mi familia, sin embargo, sí; ha aceptado sus costumbres, ha construido nuevas amistades, ha hecho suyos los problemas comunes del pueblo.
Pues, aunque parezca una aberración, un dislate y un sin sentido, parece ser que sí, ya que en TV3, medio de comunicación que costeamos todos los españoles, se ha llevado a cabo una estúpida, indecorosa y aberrante parodia en la que se ha pretendido ofender a la Virgen del Rocío y a los andaluces por su devoción a ella, así como se ha ridiculizado el acento andaluz al hablar el castellano, con un timbre que en nada o poco se parece al habla andaluza.
Esta semana recordamos que el rezo del Santo Rosario tuvo un importante papel en la batalla de Lepanto que obtuvo la victoriael 7 de octubre de 1571 de la armada formada por la Liga Santa de Felipe II y el papa San Pio V, frente a la armada turca poniendo fin a la presión musulmana sobre el Mediterráneo cuyas costas eran atacadas constantemente por los piratas berberiscos.
Todas las ciudades y pueblos de España, grandes o pequeños, tienen como patrona a la Virgen María bajo alguna advocación a la que dirigirse para rogarle por todas las necesidades ya sean las propias, las ajenas, personales o que afecten a todos los habitantes del lugar. Quizás nuestras conductas diarias sean reprobables, pero mientras podamos dirigirnos a la Madre de Dios, es seguro que podemos volver al buen camino.
Pienso a veces que todo este ruido de fiestas está lejos del espíritu católico, pero ahora rectifico: bienvenidas sean todas las fiestas que dediquemos a la Virgen, nuestra madre que nos ama como sus hijos.
Los visitantes de la Parroquia de Santiago malacitana se asombran cuando ven botellas de aceite depositadas al pie del altar de las Ánimas
Virgen cordobesa de la Alegría, hoy me postro ante ti, con devoción, al contemplar Tu henchido corazón superadas las penas que tenía.
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