Hace tiempo que la formación de Ciudadanos es conocida como "veleta". Su líder demuestra a diario ese apelativo. No tiene ideas claras y cada vez que amanece defiende lo que conviene a su formación, pero sin tener claro nada; lo mismo alaba al PSOE que lo hace al PP o se limita a vegetar po0líticamente, a lo que hay que añadir la falta de coordinación con los representantes de la formación naranja en los diferentes puntos del país.
Esta formación es un serio problema para el arco político parlamentario. No quiere mojarse y va dando tumbos. Echen una ojeada a Cataluña: ganó las elecciones, pero ni siquiera se ha atrevido a mover un dedo. No ha intentado formar Gobierno ni ha tomado la iniciativa de reunirse con los demás partidos. Han pensado que todos eran independentistas y que no había nada que hacer; es decir, se han limitado a poner el carro delante de los bueyes, sin más.
Quienes han votado a Ciudadanos en Cataluña han comprobado que es el voto inútil de la política y será difícil que vuelvan a confiar en Arrimadas, un "pico de oro" al que se le va la fuerza por la boca. La formación de Albert Rivera va a ser la principal responsable de que VOX entre con fuerza en Cataluña y en otras comunidades, tanto en las elecciones europeas como en las generales y, después, cuando toque, en las autonómicas.
Lo más probable es que la formación de Ortega Lara acabe por sumar los votos del PP y gran parte de los de Ciudadanos porque, de otra manera, no habrá forma de plantar cara al envalentonado independentismo; máxime, tras la cobardía mostrada por el PSOE en la aplicación del artículo 155 de la Constitución, tanto estando en el Gobierno como cuando estaba en la oposición. Imagínense hasta dónde llega la torpeza e ineficacia del actual presidente del Gobierno que no ha dudado en amenazar al Partido Popular andaluz: le ha faltado tiempo para decir que el Gobierno central corregirá cuanto el Gobierno andaluz del PP haga respecto a la supresión del derecho de las mujeres. No sé si el fraudulento Sánchez quería demostrar su tontuna, su mediocridad o su ordinariez, pero lo ha conseguido y ha quedado como un gaznápiro.
¿Recuerdan cuando Sánchez "cum fraude" quería reformar la Constitución para garantizar los derechos de las mujeres? Pues eso, ni siquiera se había leído la Carta Magna. Ahora sí estoy convencido que, antes de investigar la falsedad y plagio de su tesis doctoral, deberían indagar sobre cómo consiguió su licenciatura, salvo que haya quedado demostrado que "el más tonto hace pucheros".
El PSOE del fraudulento, Pedro "cum fraude", nunca entendió que el eje para desnortar a los Comités de Defensa de la República (CDR) estaba en la TV3 y en la enseñanzas: los colegios e institutos eran el foco del independentismo y del veneno permanente, en tanto que la televisión pública catalana era el vehícul0 para asentar ese odio, las algaradas, la indisciplina, la irreverencia al Estado y al jefe de éste.
Bien es verdad que todo eso no habría sucedido si los gobiernos anteriores no hubieran dejado hacer barbaridades autonomistas ni hubieran permitido que la comunidad se hubiera subido a las barbas del Estado. Si bien Albert Rivera se ha quedado en simple "veleta", los anteriores presidentes del Gobierno español --tanto de la izquierda como de la derecha-- no lo fueron menos. Y si no fueron veletas, sin duda sí fueron ineficaces gorrones y parásitos con respecto a la actitud catalana.
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