La gerencia de un país cualquiera, exige personas preparadas intelectualmente y con unas características muy claras. Deben ser equilibradas, objetivas, honradas, dialogantes, firmes y no excluyentes. La FORMACIÓN acuñada con esos principios ÉTICOS, deberia ser el patrón selectivo para toda persona que desee encabezar el futuro de un país.
La historia es el mejor reflejo de la inteligencia y moralidad humana. Hoy, sin embargo, el organigrama gerencial de muchos países está invadido de MEDIANÍAS, en conocimiento, en experiencia y, sobre todo, en libertad de "partido". Si occidente prefiere lanzarse al agua tibia de "Laissez faire et laissez passer... Le monde va de lui meme" (dejen hacer..., dejen pasar..., el mundo va por si mismo), nos hará retroceder a las épocas de "todo vale, si me beneficia" (no si el beneficio es para todos).
Hoy, la MEDIANIA gobernante nos está llevando a la pobreza moral, económica y política.
Occidente, su libertad, su economía y su futuro quedarán difuminados, pareciendo SIN EN REALIDAD SER.
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