Si eres un no creyente “cerrado en banda”, lo que viene a continuación no te va a interesar: Si eres de los que luchas contra la realidad (palpable para mí) de la existencia de Dios, mejor es que no sigas leyendo. Pero si tienes responsabilidades públicas desde las que puedes influir queriendo imponer tu criterio particular, te rogaría que continuaras la lectura.
Hoy voy a hablar algo sobre lo que es poco frecuente hacer en las escuelas, institutos y universidades y tampoco en los periódicos.Y es, del Ser Humano, con mayúsculas. Y, por ende, del cuerpo y del alma. Creo que los que nacimos entre los años 30 y 60 del pasado siglo, tuvimos la suerte de recibir en mayor o menor grado una formación integral, que ahora se está encauzando por otros derroteros de ideología marxista para decir a los individuos lo que deben hacer y pensar.
A pesar de ello, hay unas verdades que jamás podrán destruir. Y es que el ser humano se compone de cuerpo y alma, que son dones recibidos de Dios y es lo que nos diferencia de las demás criaturas porque nos dota de la capacidad de conocer y de amar. Pues, de las tres potencias del alma (memoria, entendimiento y voluntad) ya se está cuestionando por parte del gobierno arrinconarla primera de ellas porque, según ellos, “con mirar en Google” o consultar un “artilugio” de última generación tendremos la cuestión resuelta. No hay que saber que 8 x 8 son 64, se le da al botón de la calculadora y nos lo dice al instante. ¿Van a arrinconar también el entendimiento? Porque siguiendo este camino, no hay que enseñar a un niño la interpretación de una frase: se le da al botón del “entendedor digital” y nos da la solución.
En cuanto a la voluntad, los “gurús” de la educación comunista son expertos en “dárnosla” envuelta en códigos cerrados de “obligado cumplimiento”. Si es obligado nadie puede optar por otras alternativas y así se elimina la voluntad. ¿No presumen ustedes de amar la libertad? ¡¡Pues déjennos intacta nuestra alma!!
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