Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Algo más que palabras | Paciencia | SOLIDARIDAD | Reflexiones | Humanismo | Valores

En la espera siempre

A mi juicio, llegó el momento de que la permanencia en el abrazo de las dignidades nos reconduzca a un nuevo ciclo existencial, donde impere el abecedario del amor sobre todo lo demás
Víctor Corcoba
lunes, 29 de noviembre de 2021, 09:22 h (CET)

Continuamente hay un motivo para vivir en la espera de algo o de alguien, lo que significa examinarnos por dentro y cultivar la paciencia. Lo importante es no desfallecer y afanarse por avanzar en el reconocimiento de uno mismo, con la clemencia necesaria y el tesón permanente. Seguramente, entonces, hallaremos ese hálito reconciliador que hoy el mundo nos requiere, para que los pueblos se pueblen de entusiasmo y sus moradores de vida. 


Desde luego, nos corresponde trabajar día a día, con la mano tendida siempre, allanar caminos con el comportamiento solidario de la escucha y la actitud de servicio continuo. Ahora que la pandemia de COVID-19 vuelve a resurgir y Europa es de nuevo su epicentro, también nos toca activar el sentido responsable y socialmente comunitario. No nos dejemos engañar, pues, por aquellas gentes que, desde el egoísmo y el individualismo más feroz, nos quieren hacer creer que las causas colectivas que nos unen, apenas tienen raíces para sustentarnos y que no merecen esfuerzo alguno.

                

A mi juicio, llegó el momento de que la permanencia en el abrazo de las dignidades, nos reconduzca a un nuevo ciclo existencial, donde impere el abecedario del amor sobre todo lo demás. Esto es lo que verdaderamente nos transfigura, haciéndonos respetar entre sí, no obviando las leyes de la naturaleza que son las que nos marcan los motivos de la ilusión, para que podamos contemplar con gratitud todo lo que nos acompaña y acompasa en nuestros días de camino. Lo fundamental es no perder la orientación ni tampoco el secreto del recogimiento de la expectativa, que es lo que en realidad nos pone en movimiento la esperanza, y nos estimula a no perder el sueño de darnos aire unos a otros, y así poder derrotar las marcadas diferencias esenciales que hay entre ricos y pobres. Por desgracia, la marginalidad continúa ensanchándose y la de los trabajadores sólo se reduce lentamente. La indecencia laboral campea, en mayor o en menor grado, por todos los continentes. Los retrocesos del derecho a trabajar ahí están, son bien palpables, sólo hay que mirar y ver la razón por la cual la esclavitud florece.

                

Se podría decir, no obstante, que todo ser humano no vive más que por la altura moral de lo que aguarda; no en vano es una dimensión que atraviesa toda nuestra existencia personal, familiar y social. Tenemos que mover maneras y modos en el uso de la tierra y el mar. Fuera privilegios. Si el trabajo es la llave maestra para la igualdad, el desarrollo personal y el crecimiento económico, la observación y el cuidado entre semejantes debe proliferar con un espíritu nuevo, con el sentimiento de una espera profunda, que sólo la llegada de la institucionalización de la política social puede alcanzar, ganando terreno al combate de la desigualdad, que hoy por hoy continua deshumanizándonos por completo. De ahí, lo transcendente que es dar sentido a nuestras actuaciones, que han de mejorar tanto en el decir como en el obrar, para que esta galopante incertidumbre que vivimos como linaje, se vuelva animada por una certeza: la práctica del diálogo basado en solidas leyes naturales, que es lo que facilita la solución de los conflictos y favorece el respeto hacia todo y para todos.

Noticias relacionadas

Cuando Zapatero dejó de proteger a unos cuantos de “su club de la ceja” ocurrieron cosas como que Joaquín Sabina –ese cantante rojo confeso y vividor fiel y multimillonario que ningún padre querría para su hija– estuvo en el punto de mira de Hacienda por un presunto fraude fiscal. «¿Tú también?», se preguntó en ese momento la izquierda progre. Y no sólo él, también estuvieron señalados otros como Serrat, J.J. Vázquez o Bardem...

El cristianismo posee una influencia filosófica derivada del platonismo y el aristotelismo y también del neoplatonismo. Si pensamos, por ejemplo, en teólogos y filósofos de la categoría de San Agustín y Santo Tomás de Aquino. La doctrina cristiana se expresa además como la manifestación de la inquietud del corazón humano o, lo que es lo mismo, como señal de su vocación al infinito.

El miedo es un cúmulo de sensaciones bruscas y ásperas, provocadas por una inminente amenaza que todos los humanos, unos más que otros, tenemos una aversión enorme, y cuando vemos el peligro, nos retiene en nuestros sentidos todas estas sensaciones, una desconfianza enorme y difícil de descifrar, dejándonos aturdidos y confundidos.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto