Hoy no puedo ser condescendiente con lo que pasa en Cataluña. Siempre que he escrito sobre esta región española he procurado hacerlo con la mayor ecuanimidad, a la vez que, con verdad y dureza, como suele ser mi costumbre. Hoy tengo que ser beligerante con unas gentes que no merecen el título de personas, porque son verdaderos animales.
Esas gentes a las que me refiero y califico de pestilentes, son las que (capitaneadas por el ladrón mayor de Cataluña, su esposa y sus siete hijos, so pretexto de que España les robaba) inició una guerra contra nuestra Patria para hacerle el mayor daño en lo político, en lo económico y en lo cultural. Hoy ese ladrón bajito y chocho está fuera de lugar, aunque protegido vergonzosa e incomprensiblemente por algunas instituciones, pero ha dejado una herencia de inmoralidad cuantiosa y despreciable.
Recuerdo perfectamente la trayectoria de toda esa gentuza, aplicando al principio tímidos recortes al español, pero, sin parar ni un solo día hasta la implantación bochornosa de la censura a todo lo que fuera nuestro bello idioma, mientras nuestros sucesivos gobiernos, sin disculpar a ninguno, les daba el dinero que les pidieran, quizás con la intención de que se “ablandaran” en su forma de actuar. No voy a hablar de todo lo que han hecho pues haría falta una enciclopedia, pero si quiero referirme a su última acción. Los padres de un niño de 5 años solicitan que su colegio le asigne unas horas más de enseñanza en español, de acuerdo con sus deseos y el aval de una sentencia del Supremo.
La reacción de estos hediondos, miserables y criminales han proyectado disuadir a los padres y al niño, de su derecho y, en caso contrario, apedrear su casa. ¿Creen que ha salido algún catalán decente a reprochar este comportamiento de muchos separatistas? ¿Conocen algún movimiento feminista-cuentista que se acuerde de la madre de ese niño? ¿Ha dicho algo el indecente de La Moncloa? ¿Porque no? Pues porque son todos unos seres pestilentes y miserables. Allí acabará todo como ese equipo de fútbol que era “más que un club” y ahora es el refugio de un separatista antiespañol que se creía el mejor entrenador del mundo y está haciendo el ridículo.
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