La terrible realidad de los abusos sexuales en el mundo, no puede, en SERENA y OBJETIVA JUSTICIA, ser cuadriculada como si se tratase de una colección de PUZZLES, al gusto del consumidor.
El mapa de las actividades sexuales abusivas puede recibir multitud de nombres y clasificaciones, para ello están los especialistas y para conocer cada una de esas enfermizas y depravadas actividades están los SUFRIDORES, infantes, niños, adolescentes, jóvenes, mujeres.
Ubicar toda esa podredumbre no difícil: en toda actividad bélica salvaje, en guarderías sin escrúpulos, en colegios sin selección exquisita del profesorado, en universidades para demostrar machismo absurdo, en fiestas borrachas de droga y estupefacientes, en la sanidad de profesionales inmaduros, en las actividades deportivas por la intimidad no vigilada, en la iglesia por ciertas actividades ocultas en la afectividad caritativa, en las parejas de machismo abusivo. La realidad está ahí, en la geografía, en los mapas físicos y políticos. Geolocalización, hoy día, fácil y difícilmente tramposa.
LIMPIEZA y JUSTICIA no pueden ser sinónimos de segregación política y querer enriquecer campañas electorales mediante publicación de PROGRAMAS POLÍTICAMENTE “PURIFICATIVOS”, DE UNA PARTE MUY CONCRETA Y ARRINCONADA DEL PUZZLE.
Eso es demonizar un detalle, cuando el conjunto del cuadro está emborronado. Como ciudadano, como “mayor”, como abuelo, como padre, como persona, no podemos CALLAR y aceptar que se MANIPULE POLÍTICAMENTE este tema sucio y degradante.
¡QUE LOS VOTOS HABLEN!, si no tendremos la sociedad que HEMOS ELEGIDO.
La deformación progresiva de los principios y la inducción individual o de grupo hacía el negacionismo cultural y moral, llevará a nuestra sociedad al suicidio, dejando paso a un practicismo antropológico subjetivo.
|