No hay político, que se precie de serlo, que no meta, en la primera ocasión que pueda, esta frasecita que, junto a “sin duda de ninguna clase”, esgrimen a cada momento para resaltar la convicción plena en sus razonamientos o en sus decisiones. Estas “verdades inquebrantables” duran lo mismo, en sus palabras y hechos, que las pompas de jabón que hacen mis nietos con un canuto de plástico (que en mis tiempos eran de caña). Donde dije digo quise decir Diego. Y tan panchos. Personalmente me muevo en el campo de la incertidumbre. Nunca se si voy o vengo. Jamás estoy seguro de mis decisiones. Pienso que esta actitud es buena. Te permite huir del autoritarismo y alejarte de la autosuficiencia. La buena noticia de hoy se basa en que aun es posible encontrarse con personas que sepan dialogar, que sepan escuchar y aportar (no imponer) ideas. Los sabios que se mueven en el campo de la duda. De ese encuentro y esas dudas nacen el progreso y la auténtica cultura. No la teledirigida. Los partidarios del “como no puede ser de otra manera” pretenden reescribir la historia con las características que les parecen oportunas, indicarte lo que debes o no debes incluir en la formación de las nuevas generaciones y las fechas u ocasiones que debes celebrar o no. En una palabra: es una buena noticia el que la mayoría, no tan silenciosa, se rebele contra el “soma”, alimento propio del “Mundo feliz” de Huxley. Las cosas pueden ser de otra manera y debemos aceptar con atención nuestros dilemas. Vivir en el campo de las dudas es muy sano.
|