Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Muerte | Miedo | Instinto | Reflexiones

​¿Estamos preparados para la muerte?

Por mucho que deseemos morir en un momento determinado, siempre prima nuestro instinto de supervivencia
María Beatriz Muñoz Ruiz
miércoles, 26 de octubre de 2022, 10:45 h (CET)

Te acercas al borde de un abismo, está muy alto y piensas que será fácil deshacerte de este débil cuerpo, deshacerte de este mundo terrenal donde la vida es demasiado complicada, un mundo en el que es imposible sentir ese flujo maravilloso de energías que nos regala el universo; pero entonces… un pie resbala, pierdes el equilibrio, y luchas por tu vida para salvarte y no caer a ese abismo en el que segundos antes estabas tan segura de desear sumergirte.


Tu respiración aún está agitada, y tu corazón galopa asustado y confundido dentro de tu pecho. ¿Realmente quería saltar? Sí, lo deseaba, estaba totalmente segura de lo que iba a hacer, y si no hubiese resbalado, seguramente mi cuerpo yacería al fondo de aquel abismo. Si hubiese saltado, seguramente, una milésima de segundo antes de estrellarme, me habría arrepentido, pero entonces, ya no habría vuelta atrás.


Esta reflexión me hace pensar en el hecho de que todos, por mucho que deseemos morir en un momento determinado, siempre prima nuestro instinto de supervivencia. Nadie ha vuelto de la muerte para decirnos “yo me arrepentí un instante antes de morir”, pero quizás fue así.


Todo esto, me lleva a plantear; ¿estamos preparados para morir? ¿estamos preparados para asumir la muerte de un ser querido? Mi respuesta a las dos preguntas, es que nunca lo estamos y nunca lo estaremos, por mucho tiempo que tratemos de asumir la muerte, siempre la temeremos, porque por muy duro y complicado que sea este miserable mundo, el no saber qué ocurrirá después de la muerte, nos aterra.


Mi reflexión ha surgido con motivo de un curso que estoy realizando de primeros auxilios psicológicos. Cuando pensamos en primeros auxilios, pensamos en situaciones de catástrofes o situaciones extremas en las que, al igual que se cura el cuerpo, también se debe actuar sobre la mente para que los daños no se vuelvan crónicos. Pero realmente, no solo sentimos ese vacío y esa ansiedad en una situación extrema, ya que, para cualquiera, perder a un ser querido se convierte en algo demasiado doloroso y difícil de asimilar.


Teóricamente, en el curso se habla de una situación en la que los demás no esperaban la muerte de esa persona; causada por un accidente, atentado, catástrofe o una situación susceptible de dejar a sus seres queridos en shock. La persona puede pasar por dos fases o quedarse en la primera fase, que sería lo mejor, pero para que esto suceda, se deberían aplicar esos primeros auxilios psicológicos.


El problema llega, como siempre, según mi criterio, cuando la persona no ha sufrido un accidente o algo que pueda poner en alerta a alguien que le preste ayuda, el problema llega cuando un familiar muere y no sabes cómo gestionar tus emociones, cuando el abismo se abre en tu interior y es tan enorme ese vacío y ese dolor, que tu vida deja de tener sentido, el problema llega cuando un niño comprende que no va a volver a ver más a esa persona y debe asumir una vida sin ella.


Ahora estaréis esperando respuestas, soluciones a ese vacío, pero siento deciros que aún no he avanzado lo suficiente en el curso para daros la respuesta que esperáis, y me temo que, aunque avance, tan solo nos queda esperar que los demás nos ayuden a no precipitarnos a ese abismo, que nos cojan de la mano y nos digan lo que Jack le dijo a Rose en Titanic “Si tu saltas, yo salto”

Noticias relacionadas

Censura. No la juzgo como una práctica muy denostada en estos días. Por el contrario, se me antoja que tiene más adeptos de los que, a priori, pudiéramos presumir. Como muestra de ello, hay un sector de usuarios que están abandonando cierta red social para migrar a otra más homogénea, y no con el fin de huir de la censura, sino por la ausencia o supresión de la misma en la primera de ellas.

Vivimos agazapados sobre los detalles mínimos a nuestro alcance y llegamos a convencernos de que esa es la auténtica realidad. Convencidos o resignados, estamos instalados en esta polémica de manera permanente; no aparece el tono resolutivo por ninguna parte. Aunque miremos las mismas cosas, cada quien ve cosas con matices diferentes y la disyuntiva permanece abierta.

El nombramiento de Teresa Ribera huele que apesta, aunque el Partido Popular y el Gobierno han escenificado perfectamente su falso enfrentamiento. Dicen en mi tierra que entre hienas no se muerden cuando no conviene o, si lo prefieren, entre bomberos no se pisan la manguera. El caso es que el Gobierno y sus socios ya celebran por todo lo alto ese inútil e inesperado nombramiento.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto