En España la mordaza, unas veces voluntaria y otras debida a las presiones del actual Gobierno, privan a la ciudadanía de conocer lo que se esconde detrás de cada uno de los actos gubernamentales. Por ejemplo, se ha de rebuscar entre las páginas interiores de la prensa la noticia de que el Tribunal de Cuentas pide a Bruselas cómo se sancionará a España, reprendiendo a la Comisión por ser poco estricta con España en la valoración de los hitos del Plan de Recuperación, solicitando también qué aclare cómo se sancionará a España. Cuando la Comisión determina que no se han cumplido todos los objetivos satisfactoriamente, puede hacer un pago parcial. El resto del pago, tanto préstamos como subvenciones, serán suspendidos. En el caso español se trataría de que el Gobierno español no ha alcanzado el objetivo de “crear una plataforma informática para controlar el uso de los fondos” o, también, por el hecho de que el Gobierno no ha alcanzado el objetivo 395, por el que se contemplaba las “modificacionesdel Impuesto de Sociedades en 2021” que, en su opinión no se cumplió ni evaluó.
Como era de esperar, el señor Sánchez se ha quitado la careta de presunto estadista, para ponerse la máscara, estamos en Halloween, de comunista radical dispuesto a darle el estoconazo al PP del señor Feijoo. Desde la panfletaria La Vanguardia, desatada en una campaña que debería hacer sonrojar al señor Godó, primero por permitirla y, en segundo lugar, por haberse dejado vender por un puñado de subvenciones, que viene recibiendo puntualmente de los separatistas catalanes, entre ellos, de la Generalitat; seguido por toda la prensa afín a socialistas y comunistas, la mayoría de los medios de comunicación de esta nación, que se han compinchado para ponerle la cosa difícil al PP.
El señor presidente ya no intenta ocultar sus intenciones y, a nuestro modesto parecer, quizá haya empezado a desmelenarse antes de tiempo, si es que sigue intentando mantenerse en el poder hasta el año 2023. Falta demasiado tiempo para que pueda seguir manteniendo esta campaña de engaño si, como parece, la economía sigue empeñada en desmentir sus objetivos de gasto desmesurado. Una vez más resulta que, a juicio de esta izquierda sectaria, en España sigue habiendo una dictadura, en este caso conviviendo con el actual gobierno de izquierdas. Una dictadura que ni gobierna, ni tienen posibilidad alguna de sacar leyes en el Parlamento, que no dispone ni de tiempo para contrarrestar la serie de injurias y calumnias que se dedican a propagar, desde todos los ámbitos del poder e instituciones aquellos que tienen claro que hay que destruir cualquier conato de oposición antes de que puedan conseguir alcanzar el gobierno de la nación. Franco es el comodín que después de más de ochenta años de que finalizase la guerra civil, sigue estando presente en todos los discursos de esta izquierda totalitaria.
Cuando observamos como esta revolucionaria comunista, Yolanda Díaz, perpetra con plena impunidad actos tan obscenos como el de privar de sus medallas al Mérito en el Trabajo a Francisco Franco y otros 9 altos cargos del antiguo gobierno, lo único que se puede pensar es que esta persona no está en sus cabales, se ha dejado llevar por sus demonios personales y se ha convertido en una más de estas feministas irredentas que, por desgracia, hoy pululan por nuestra nación. Y es que señores el feminismo está cayendo en un mar de contradicciones, una trampa saducea en la que primero pretenden eliminar a los varones bajo el pretexto de su machismo, una cualidad que ellas atribuyen a cualquier hombre que no piense y actúe como ellas quisieran. El macho esclavizado y menospreciado, con el objetivo último de conseguir privilegios y ventajas sociales y legales que, como se viene demostrando con estas señoras fanáticas, dependientes en absoluto e incondicionales del señor Pedro Sánchez, un varón, intolerantes e intransigentes que, actualmente ocupan los ministerios de un Gobierno que, sin temor a equivocarnos, seguramente es el peor de todos los que hemos tenido desde que España, supuestamente está en democracia.
Ni los varones son tan malos, ni las mujeres tan extraordinarias si nos fijamos en personas como la señora Montero, la del “coletas”, de la que se puede decir que cada una de sus ocurrencias “mejora la anterior” en cuanto a absurda, infantil, dilapidadora del dinero público y, si nos apuran, propia de una persona de escasa inteligencia y sentido común. Y ya que estamos, hablemos de la famosa ley de “Memoria Democrática”, un bodrio creado en loor de la mayor iniquidad que se puede cometer con un pueblo, y es propagar unas ideas políticas manipuladas y tergiversadas, para intentar convencer a la juventud española de que el tiempo del gobierno del general Francisco Franco no existió.
Seguramente fue un “espejismo” en el que murieron cientos de miles de españoles y en que la II República cayó derrotada contra todas las previsiones lógicas, por los “nacionales”; que hubo una posguerra en la que el resto de naciones, salvo pocas excepciones, se pronunciaron en contra del nuevo régimen anticomunista; en el que, pese a todo, España supo reaccionar, recuperar su economía y finalmente conseguir el reconocimiento de aquellos que habían abominado de ella. Un espejismo en el que, a pesar de todas las dificultades mencionadas, se crearon innumerables pantanos para recuperar la energía que precisábamos y hubo un periodo de más de 40 años en el que no se hablaba de política, pero la nación fue prosperando, pese a que, en la actualidad, el régimen de izquierdas pretende que nada de esto será reconocido. Vano intento, porque si en esta España de hoy se cometen estas salvajadas, ya vendrán tiempos en los que nuevos gobiernos lo rectificarán dando a la Historia el valor de ser un documento de hechos verídicos y no un falso relato de lo que para muchos “ les hubiera gustado que sucediera”.
Es evidente que, si optamos por dar una información amañada a nuestra juventud, lo que hacemos es engañarla y presentarle un cuadro histórico falso hurtándole una información que pudiera ser esencial para el resto de su vida. Sustituyéndola y no complementándola por lecciones de antiviolencia, paz, igualdad, lo que hacemos es vender humo. ¿Estamos locos o nos creemos vivir en un lugar desconocido en el que todos estemos fabricados de pan celestial? No despreciamos las enseñanzas que promueven la convivencia, la paz, la igualdad de oportunidades, algo que, por otra parte, en todos los colegios religiosos se vienen dando desde que la cristiandad es la cristiandad; pero, no depende sólo de abominar de la violencia en si y, sí mucho, de lo que son las circunstancias que conducen a ella, que son precisamente evitar las causas que la provocan y que, en muchos casos no es tarea tan fácil como parece que piensan estos que, por otra parte, desprecian el esfuerzo, una buena enseñanza, la motivación, los méritos personales, la inteligencia, la recompensa a quienes la merecen y no el sistema de café para todos los que se lo merecen y los que no.
Y un comentario final sobre nuestra monarquía. Hoy la princesa Leonor cumple 17 años, hecha una mujer guapa, por cierto. Dentro de un año será mayor de edad y muchos nos preguntamos si, en realidad, tiene un futuro asegurado en esta nación en la que, las izquierdas, están haciendo lo necesario para cambiar el sentido de la Constitución de 1978. No somos monárquicos, pero sí de derechas y todo lo que sea evitar caer en manos del totalitarismo comunista será bien recibido desde esta perspectiva conservadora. Alguien ha dicho, con razón, que el Rey reina pero no gobierna y es evidente que en estos momentos no hace ni lo uno ni lo otro. Da la triste sensación que está atrapado entre su mujer, Leticia, una socialista camuflada y Pedro Sánchez, al que parece estar supeditado. Puedo entender las dificultades que tiene que afrontar Felipe VI, pero están sucediendo cosas muy graves en la nación española, entre ellas lo que está ocurriendo en Cataluña, donde cualquier vestigio de cumplimiento de la Constitución de 1978 ha desaparecido, de modo que los que llevan, en todo momento, la voz cantante parece ser que son los nacionalistas que, se mire por donde se mire, son los que van orientando al gobierno central sobre lo que debe hacer, cómo hacerlo y en qué momento para que, poco a poco les vaya facilitando el camino hacia su objetivo de hacer una Cataluña independiente. Un acto de valentía por su parte, unas declaraciones sobre la situación verdadera del país y un toque a este Ejército, parecido a una organización benéfica pero que, en aras de una disciplina férrea a las órdenes del Gobierno, parece como si hubiera olvidado su deber de mantener unida a España, por medios legales, se entiende.
O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadano de a pie, nos viene chocando este renacer del Felipe González, que parece haber salido de su estado letárgico, de sus opiniones claramente adversas al gobierno del señor Pedro Sánchez, a un aparente regreso a la política activa o, al menos, telonera dando un apoyo incomprensible a lo que viene siendo la antítesis de lo que fue su gobierno, el que ahora celebran los miembros de su partido el PSOE. No sé lo que pensarán ustedes, pero nos parece que empieza a chochear, es decir está en estos momentos en los que la edad no perdona y empieza a quedar fuera de la agenda normal de un “influencer”. Comprendemos que es duro, pero si lo hubiera meditado, pensando en España y no en el socialismo de Sánchez, se hubiera abstenido de formar parte de este circo mediático que viene montando su partido.
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