Hace años tenía un cliente que se caracterizaba por el volumen de sus ventas. Su teoría se basaba en que “en el vender mucho estaba la ganancia”. Terminaba pontificando: “pierdo un euro en cada braga que vendo. ¡Pero… como vendo muchas!”. Como comprenderán, acabó arruinado.
Algo así nos va a pasar como los políticos realicen todo lo que prometen. Van a repartir tanto, que el país se va a quedar más tieso que la mojama. No van a tener que administrar, porque no habrá nada que administrar… pero van a seguir en la poltrona. Un país totalmente arruinado pero sonriente. “Como nos quieren tanto”. El último invento que ha llegado a mis oídos es la promesa de ponernos barato el cine los martes a los mayores. No se si van a rebajarnos dos euros la entrada, o que esta vaya a costarnos solo dos euros. Las residencias de mayores se están preparando para contener la avalancha de “puretas” en busca de los multicines. Se están montando aparcamientos extras para los andadores y los carritos de ruedas en las puertas de las salas cinematográficas. Fuera de bromas. Parece que nos han tomado por tontos a los mayores. Reivindicaciones realmente necesarias son tales como el ofrecimiento de plazas en residencias para mayores que cuesten menos que un crucero. Una atención adecuada, rápida y prioritaria en los centros de salud. Consultas presenciales en un plazo prudente. Formación suficiente para los mayores en las nuevas tecnologías. Lucha contra la soledad de tantos mayores. Participación activa de los mismos en la política. Creación de un ministerio del mayor. Etc. Seguiremos atentamente las promesas que un día tras otro se nos presentan en las campañas electorales. Después, habrá que observar en que se quedan estas propuestas que se aprueban cada día en los consejos de ministros; que se rebaten al mismo tiempo por la oposición, que a cambio, ofrece otras también bastantes disparatadas. Después de lo del cine barato y las 131 playas en Madrid pocas cosas nos pueden sorprender. De momento iré al cine (bien abrigado, que hace un frío que pela) cuando pueda o me guste la película y seguiré acudiendo a mi playa de la Malagueta, aunque en Madrid vendan espetos en el Retiro. Puestos a prometer agradecería unas pistas de esquí en el Monte Coronado. Sería un boom.
|