Son conmovedoras las quejas de Ábalos sobre la falta de compañerismo que han tenido con él los miembros de su partido. Como si nos tomara por imbéciles y no supiéramos - él el primero- en qué consiste la política y en que queda la camaradería de partido -más falsa que la risa de Isabel Pantoja- cuando se huele el riesgo de la pérdida de poder y se ponen en marcha los cortafuegos para proteger al líder. Se me saltan las lágrimas, pero de la risa, al oirle lo de la cacería, que le han dejado solo y lo de tener enfrente a todo el poder político del país. Lo dice el que fuera durante años y hasta hace bien poco el Secretario de Organización del PSOE, el que manda en el partido, organiza los linchamientos, pone y quita en las listas y órganos y al que todos temen.
Estremece ver como el partido le marca un ultimátum de 24 horas para que entregue su acta de diputado, apelando a la responsabilidad política por haber elegido como mano derecha a un corrupto. Estoy seguro de que el partido lo hace por principios y por mantener a raya la corrupción. Por ello y por pura lógica, no me cabe la menor duda y doy por hecho de que el PSOE pedirá la dimisión de Sanchez si en algún momento el juez imputa a Ábalos, quien era la mano derecha del presidente tanto en el Gobierno como en el partido.
La trayectoria de Koldo es un caso más de tantísimos en la política. Un don nadie que de la nada se va abriendo paso en la estructura de un partido a base de ser el más trepa y mamporrero y acaba siendo la sombra y mano derecha de alguien importante, en este caso de un superministro del gobierno y jefe del partido que lo sustenta. Realmente, tampoco apareció de la nada, ya que antes de entrar en el PSOE de Navarra, trabajaba de portero en un puticlub. Empiezo a tener claro que lo del Psoe y los puticlubs es una relación como la del imán y los metales. Otra de sus aficiones era ir por ahí dando ostias como panes a todo lo que se movía. Tuvo dos condenas por agresiones graves. En una de ellas se ganó pena de cárcel de dos años y cuatro meses. En la otra le propinó una paliza sin mediar palabra a un chaval que llevaba escrito en la camiseta "Independentzia" durante las celebraciones por el mundial de fútbol de 2010.
Con estos méritos, Santos Cerdán - Si, el actual Secretario General del PSOE, el mandamás, el correveidile que usa Sanchez para ir a firmar papeles con Puigdemont- le enchufa en la UGT de escolta de Nicolás Redondo. Koldo ve venir la oportunidad, se afilia al PSOE, y poco después, en 2011 consigue ser concejal de Huarte, un pueblo navarro con mas de 7000 habitantes. De ahí pasará a Ferraz, donde se coloca como conseguidor y fontanero para todo, dando el salto a la fama durante las famosas primarias de 2017, en las que se encargó de custodiar día y noche, sin dormir, los 56.000 avales que había recolectado Pedro Sanchez para su candidatura a Secretario General. En su libro Manual de Resistencia, el presidente del Gobierno citó a Koldo agradeciéndole aquello. No sería la primera vez que se deshiciera en elogios de él. Tres años antes, ya dijo de él que era "uno de los gigantes de la militancia y un referente político" en un largo post de facebook dedicado en exclusiva a glosar las virtudes del gran Koldo.
Como fontanero llega a la cúspide en Ferraz, siendo elegido por Ábalos cuando ya era secretario general como su chofer y escolta principal. Después, al ser nombrado ministro de Fomento, Ábalos le entrega galones y le convierte en su asesor número uno, sombra oficial y mano derecha las 24 horas. No se queda en eso, le enchufó en los consejos de administración de Renfe y de Puertos del Estado, donde Koldo acabaría dando el golpe, forzando a la empresa pública a comprarle a unos empresarios amigos millones de mascarillas con un alto sobreprecio y una millonaria comisión para el gran custodio de los avales. Haría lo mismo con el Gobierno de Baleares de Armengol y con el Ministerio del Interior de Marlaska. En total, mas de nueve millones de euros cobrados en comisiones ilegales por la venta de mascarillas mientras en España estábamos viviendo el apocalipsis, encerrados y viendo como morían cada día 600 personas de Covid. No es magia, son tus impuestos.
Todo esto se sabe porque Ayuso denunció en la fiscalía y se vengó del Psoe por airear los negocios de su hermano con las mascarillas. Como siempre, solo conocemos los casos que derivan de vendettas o se denuncian por arrepentidos, quedando toda la impresión de que los casos que trascienden son meramente la punta del iceberg de la corrupción política. No seamos ingenuos, no son casos aislados, solo se publica una pequeña parte de toda la mierda que hay. La corrupción es sistémica y consustancial a la política actual. Esa política que abona y empuja hacia delante la trayectoria de Koldo. Y la de Ábalos.
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