¡Ya está aquí!, ¡ya llego!; ¡qué placer!, ¡qué ilusión! Son las palabras festivas que se han escuchado en ambientes separatistas catalanes con motivo de la vuelta a España de Marta Rovira ¡¡Pues va a ser que no!!
Esta delincuente y traidora no puede ser bien recibida en esta noble nación, porque siendo española (aunque reniegue de ello) se fugó cobardemente tras los acontecimientos en los que intervino como eficaz protagonista de traición a la patria. Ahora, y tras siete años fugada, ha sido perdonada, por otro traidor que algún día deberá ser juzgado por ello.
Nada más llegar ha manifestado, con el mayor descaro: “hemos ganado y volvemos para acabar el trabajo que dejamos a medias”.
Pues ¡mucho cuidado con lo que dice y hace! y que se deje de chulerías y amenazas, porque aquí no se las vamos a consentir, ni a ella ni a sus secuaces, porque está cada día más cercano el día en el que todos los tribunales nos lleven por la senda de la Constitución de 1978.
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