Cuanto daño ha hecho Puigdemont, comandante en jefe de JUNTS, antes CDC, CiU, cambiaron de nombre por corrupción, pero ahí está, enfrentado y aliado con el PP al ser hermanos en corrupciones, pero el mal está hecho y durará, porque la derecha retrógrada, ha llenado España de rojigualdas en muñecas, camisas, zapatos, relojes, collares de perros, móviles…, lo hacen contra la Senyera Estelada, no contra la Senyera de la comunidad catalana (originaría del reino de Aragón), como tienen todas las comunidades españolas o ciudades autónomas.
La unión de ambos partidos a pesar de las diferencias de sus banderas, quieren camuflarla con que sea el Estado quien cargue con los gastos, ellos solo están interesados en bajar impuestos, ocultando la xenofobia y el racismo propia y de sus aliados, VOX y Aliança catalana, no les importa Canarias, es su problema dicen, aunque sean del PP y gobiernen allí. Qué hará JUNTS posteriormente, en la actualidad Cataluña la gran mayoría de catalanes son descendientes de migrantes, asturianos, andaluces, extremeños…, pero no quieren a niños y jóvenes migrantes forzosos por hambre y guerras, lo ha definido perfectamente Rufián: «No es patriotismo, es racismo».
JUNTS, en un futuro, cuando necesiten trabajadores, sean técnicos o no, del resto de España u otros países, ¿los tratarán como ciudadanos de 2ª, como hizo Alemania tras la II GM o la propia Cataluña burguesa de principios del siglo XX?, todo por una bandera inventada.
La rojigualda fue y sigue siendo un pendón de guerra, enarbolada por la Armada con Carlos III, cuando quiso hacer una bandera visible para distinguirse en las batallas navales al resto de barcos de otras monarquías. En España la rojigualda solo la utilizó la Marina, los demás cuerpos militares siguieron utilizando las suyas propias. El 13 de octubre de 1843, Isabel II, por real decreto impuso la bandera roja y amarilla con un escudo circular en el centro con las armas reales, como bandera de España: «La unidad de la monarquía española y la actual organización del Ejército». De esta manera se unificó las banderas que, hasta ese momento, habían enarbolado los diferentes cuerpos del ejército: «Las banderas y estandartes de todos los cuerpos e institutos que componen el Ejército, la Armada y la Milicia Nacional serán IGUALES EN COLORES A LA BANDERA DE GUERRA ESPAÑOLA», y colocados estos por el mismo orden que lo están en ella».
A pesar de ser el símbolo y enseña de España, no fue hasta 1909 cuando se estableció como bandera nacional de obligada presencia en todos los edificios públicos. Bandera que se utiliza desde la sublevación militar de 1936, en contraposición a la Tricolor de la II República, bandera votada, no impuesta.
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