I No hay un solo resquicio libre en las majestuosas paredes de la bella casa colonial. En alguna escasa rendija, apenas se asoma el rosa mexicano deslavado que recubre el repello.
II Mientras su papá pinta la recepción de la amplia construcción, ella va y viene subiendo las escaleras con la sonrisa a flor de piel. Su alegría es tal que inunda todo el inmueble. No sabe a ciencia cierta qué la hace tan feliz. No se detiene a pensar si es porque esta morada es más grande e iluminada comparada con la anterior, o si es la dicha de acompañar a su padre en la decoración.
–¿De qué color quieres la casa? –él le preguntó cuando había que decidir los detalles previos a la mudanza.
–¡De rosa mexicano! –contestó la niña sin pensarlo dos veces.
El color estaba decidido con la expresión de la menor.
III El tiempo pasa, hay recuerdos que, pese a su belleza, tratamos de cubrirlos para no sufrir lo que provocan.
hay oleajes que no son recuerdos son llamaradas de quién sabe dónde que nos orillan a tragarnos nuestro miedo a decir sí cuando la primera opción era no
nos encontramos entre las marejadas y las explosiones acorralados por la lluvia cegadora y la neblina que devora
intercambiamos nuestros miedos cruzamos miradas el silencio nos hermanó nada volvió a ser igual
desde el cenit imaginario en el punto donde las sombras son nulas convoco a los cuatro vientos a la voz de las abuelas
y el sudor del padre río para hablar a tu oído y decirte que estoy contigo
contigo y tus sueños enlatados contigo y tus muletillas que bien ocultas contigo y tu desorientación auditiva contigo siempre contigo
hay oleajes que nos adhieren a quien nunca imaginamos y una vez unidos nada nos separa nada nos detiene (Oleaje al cenit. APR. Marzo, 2023)
IV Como respuesta inconsciente a la muerte de su padre fue cubriendo con cuadros de todo tipo el color que tanto le ata a aquel momento cuando corría tan feliz por la casa y su papá lleno de vida pintaba.
V Hoy ha empezado a quitar todo aquello que cubría los muros. Solo el polvo, agrupado por la delimitación de los cuerpos colgantes, queda en las paredes.
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