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Anoche te volví a soñar | |||
| Y yo sigo aún, feliz en mi casa, con tus recuerdos y la inmensa ayuda de nuestros deudos, que son de oro y plata | |||
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Volví a soñar contigo, Josefina, tras un día de tórridos calores, recordando los días de esplendores: que sabían a cielo, con propina. Eran los tiempos de la lluvia fina, que amortiguaba todos mis temores, era un mundo de bellos ruiseñores que envolvía la vida con platina. Pero la noche, que tan raudo pasa, me llevó a la realidad desnuda: que tú ya hiciste la Gran Caminata. Y yo sigo aún, feliz en mi casa, con tus recuerdos y la inmensa ayuda de nuestros deudos, que son de oro y plata. |
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