Por si los veganos no somos ya objeto de burlas, delirante acoso y enfermiza persecución, el PSOE ha registrado una iniciativa en el Congreso para luchar contra la "publicidad engañosa" que dice que tienen los productos veganos similares, por ejemplo, a los cárnicos, lácteos o el pescado.
Han presentado una lamentable proposición no de ley para su debate en la comisión de agricultura, viendo "necesario y urgente" la protección del consumidor y tomar medidas al respecto. Esto supone una irresponsabilidad máxima y ya resulta vergonzoso que la prioridad de un gobierno sea perseguir obsesivamente a los que buscan alimentarse evitando la impuesta vida miserable de los animales que se crían en la explotación sufriendo desde su primer aliento hasta el último o en su caso, los motivos medioambientales, de hambre en el mundo o problemas de salud por los cuales la gente opta por productos más sostenibles y saludables.
Toda la gente cuyo único objetivo en la vida es acosar en redes sociales, si les contestas se ponen a faltar al respeto, pero a la hora de la verdad no tienen idea de nada ni saben argumentar nada contra el veganismo en un debate serio, pues te dicen que pobrecitas plantas cuando compran vegetales y encima, animales que se han alimentado a base de muchos más vegetales que los veganos.
Para empezar, los productos veganos no suponen ningún engaño al consumidor porque vienen etiquetados claramente con el sello vegano o 100% vegetal, además de que si de verdad quisieran proteger al consumidor prohibirían las constantes mentiras que de manera habitual nos cuentan todas las industrias que explotan a los animales empezando por manipular a la infancia distorsionando la realidad de los demás animales y bombardeando con trolas como que necesitamos no sé cuantos lácteos al día...
La industria de explotación a menudo nos pone anuncios subvencionados con millones de euros de animales felices.
¿De verdad la mentalidad nos puede llegar a tan poco para pensar que un animal es encerrado, separado de sus familias, manipulado genéticamente y explotado toda su impuesta vida de manera feliz? ¿De verdad alguien se cree que un animal es feliz cuando le ponen un cuchillo en el cuello, lo meten en una cámara de gas o durante el infernal viaje a su final?
Lo que deberían hacer precisamente es fomentar estas alternativas respetuosas con los animales, más saludables y sostenibles, pues el antropocentrismo comportamiento humano nos ha llevado a una crisis climática gravísima con sequía incluida.
Ya el colmo del cinismo es que las industrias basadas en el abuso de los animales nos pongan sellos como "bienestar animal" o "sostenibilidad".
La "elección" de consumir animales o derivados ignora la libertad y el bienestar de otros seres vivos sintientes, cuyo sufrimiento es una consecuencia directa de las industrias que los explotan, a las cuales se apoya con cada acto de consumo de sus productos para que sigan triturando a los pollitos machos al nacer en la industria del huevo (por no valer para la producción), cortando los dientes y el rabo sin anestesia a los lechones y un largo etcétera de prácticas totalmente legales, pero lo relevante es el uso, pues ningún animal tiene ningún interés en ser explotado.
Cada animal valora su vida y su libertad como cualquier humano valora la suya, lo que convierte esto en una cuestión ética. Además, existen alternativas plenamente adecuadas y satisfactorias para el ser humano disfrutando lo que quiera.
¿Te has puesto alguna vez en la piel de las víctimas o has investigado lo que son los maravillosos santuarios de animales?
En segundo lugar, cabe cuestionar si esas personas están ejerciendo una libertad auténtica al optar por una alimentación basada en animales de manera tan habitual, o si, en realidad, están sometidas a una cultura dominante impulsada por intereses capitalistas que han normalizado, mediante agresivas estrategias de marketing desde hace varias décadas, el consumo de ese tipo de productos.
OTRA ALIMENTACIÓN
Realmente, la base de la alimentación vegetal deben ser las legumbres, cereales, bebidas vegetales a poder ser caseras y con productos vegetales de proximidad hacer en casa cualquier receta que nos guste, pero de todas formas estas imitaciones lo ponen todavía más fácil al consumidor para que deje de perpetuar la miseria y el horror, además de destrozar con ello todo a su paso de manera indirecta.
Si investigáis lo más mínimo, las más prestigiosas academias de nutrición avalan una alimentación completamente vegetal en cualquier etapa de la vida e incluso hablan de la prevención de enfermedades y, en cambio, hasta la organización mundial de la salud y el ministerio de consumo han tenido que alertar (con medias tintas) de las consecuencias para la salud que conlleva el consumo de carne aunque faltaría que hablaran de la realidad de los lácteos, el pescado, los huevos...
Pues sí, los veganos tampoco estamos exentos de disfrutar de una maravillosa tortilla de patatas, pero simplemente cambiamos el huevo por harina de garbanzo y todo lo vegetal que le queramos meter, además de que siempre viene bien un poco de cúrcuma.
Si molesta que llamemos tortilla, carne vegetal, yogur o pescado vegetal, debería molestar también que se estén vendiendo perritos calientes que no llevan perro, palomitas, cabello de ángel, brazo de gitano, palitos de cangrejo... ¿Cuál es el problema de disfrutar de lo que nos apetezca sin implicar a seres sintientes?
En la propia proposición, el PSOE reconoce el aumento que han tenido estas alternativas más respetuosas.
EL ACOSO DE LA INDUSTRIA PESQUERA
De igual manera, varios medios de comunicación se han hecho eco de la “preocupación” de la patronal pesquera Conxemar por las alternativas vegetales a los productos del mar, especialmente por una imitación del pulpo a la gallega llamada Kraken. Piden una información veraz y rigurosa en las etiquetas para evitar confusión en los consumidores a la hora de realizar sus compras.
Además de la asfixia lenta e inimaginable que sufren las víctimas marinas, casi la mitad de plásticos encontrados en los océanos provienen de las redes de pesca y esto conlleva la muerte también de tortugas y más víctimas, además de contribuir cada vez más a la destrucción de todo. ¿Explica eso la industria pesquera en su publicidad para aplicar la información veraz y rigurosa que piden?
En un artículo de opinión para eldiario.es titulado "Las lágrimas de cocodrilo de la patronal pesquera con los etiquetados veganos" se lee lo siguiente: Sería creíble que detrás de estas afirmaciones hubiera una preocupación sincera, si no fuera porque la industria pesquera es, según Naciones Unidas (FAO) y la Comisión Europea, el segundo sector que más fraudes intencionales comete en el etiquetado. Para comprobarlo, basta con dar un repaso a las hemerotecas. Veamos.
Un trabajo llevado a cabo en 2011, publicado en el Journal of Agricultural and Food Chemistry, reveló que el 40% de la merluza que es vendida en España tiene una procedencia trucada, pues la etiqueta afirma que es merluza americana o europea, pero en realidad es africana.
En 2014, un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) detectó etiquetados fraudulentos en el 25% de los productos elaborados con atún en España.
También en 2014, un estudio de la Universidad CEU San Pablo de Madrid constató que el 32,5% del bonito del Norte que analizaron no era auténtico. La investigación determinó fraude por sustitución del bonito del Norte o atún blanco con especies de menor valor comercial como el rabil, la bacoreta, la melva, el listado, el patudo o el bonito.
En 2016, la organización de conservación marina Oceana publicó un preocupante informe en el que señalaba que uno de cada cinco pescados (el 20% del que consumimos), de entre más de 25.000 muestras en todo el mundo, está etiquetado fraudulentamente en los puntos de venta. Oceana hablaba de "timo" global tras analizar más de 200 estudios de 55 países, entre ellos España. Estas falsificaciones en el etiquetado están presentes en toda la cadena del sector, señalaba la organización, incluyendo comercios minoristas y mayoristas, gran distribución, importación y exportación.
En 2018, la Universidad Autónoma de Barcelona denunciaba fraude en el pescado a nivel mundial, estimando que dicho fraude se daba en el 34% de las transacciones a nivel global.
En 2021, la Universidad de Oviedo destapó un fraude intencionado en el etiquetado del pescado congelado, principalmente merluza, atún, anchoas y bacaladillas.
En 2024, el estudio Gato x Liebre, demostró un nuevo fraude en el pescado congelado, donde el 60% del producto es agua congelada, un porcentaje muy por encima del límite aceptable a nivel mundial, que es de 12%.
Y en conclusiones, las 2 personas firmantes señalan: "A la vista de estos datos, provoca sonrojo que la patronal pesquera pretenda fingir preocupación por los consumidores, cuando de forma deliberada y persistente realiza prácticas fraudulentas de todo tipo. Conviene recordar que usar nombres originales e imaginativos para denominar un producto es habitual y legítimo, pero engañar en relación al contenido es un delito".
LA DEFORESTACIÓN DE LA SOJA POR CULPA DE LA CARNE
El los últimos 50 años, la producción de soja ha incrementado hasta 10 veces más, y se espera que se duplique nuevamente hasta el 2050, amenazando a algunos de los bosques, sabanas y praderas más grandes de Sudamérica.
Son 46 millones de hectáreas, un área significativamente más grande que la de Alemania, las dedicadas al cultivo de soja en Latinoamérica. El consumo de carne es la principal causa de esta expansión. Esto se debe a que más del 80% de la producción mundial de soja se destina a la alimentación de animales para el consumo y por lo tanto, si se dejan de criar masivamente millones de víctimas para explotar, habrá para alimentar más que de sobra a toda la población y también evitaremos una de las mayores causas de la sequía.
El rápido crecimiento de la demanda de soja destinada a la alimentación de animales es una de las causas clave para la destrucción significativa de bosques, sabanas y praderas, incluyendo la Amazonía, el Cerrado, el Bosque Atlántico, el Chaco, el Bosque Chiquitano, que cubre la mayor parte de Brasil, Argentina, Bolivia y Paraguay y las praderas de América del Norte, y del aumento de la vulnerabilidad de especies como el jaguar, el oso hormiguero gigante, el armadillo y el guacamayo. Hasta la ONU ha tenido que reconocer que una alimentación completamente vegetal es necesaria para salvar al mundo del hambre, escasez de combustible y crisis climática.
ALTERNATIVAS VEGETALES
Las personas veganas podemos comer exactamente "lo mismo" que las personas no veganas, pues existe el seitán, con el tofu se pueden hacer maravillas, soja texturizada, repostería de todo tipo, alternativas al pescado...
Todo, absolutamente todo lo que quieras se puede hacer con productos únicamente vegetales y respeto a los precios que suele ser otra excusa, hay productos más caros y otros más baratos, pues precisamente las legumbres, los cereales, las bebidas vegetales o alternativas similares a la carne picada como la soja texturizada es mucho más barato que consumir productos de origen animal, además de que si miras de hacerlo todo casero, ahorras más dinero.
Lo que resulta del todo delirante es que unos políticos que tanto dicen "mirar por las personas", decidan perseguir a quien por motivos éticos o medioambientales deciden consumir estas alternativas actuando de forma consciente.
Además, el PSOE está haciendo lo mismo que Vox, pues este segundo partido ya estuvo intentando prohibir términos como albóndiga vegana y otros, como si la gente no supiera que si dices vegano es completamente vegetal.
Si de verdad tuvieran el más mínimo interés por proteger al consumidor, desde luego con la industria de trata de animales tienen trabajo para rato.
En definitiva, tenemos unos políticos con una falta de escrúpulos impresionante que en lugar de fomentar la ética con los animales y el respeto por nuestro planeta, hace todo lo contrario y no solamente permite con dinero público que la industria que explota animales cuente todas las mentiras que quieran, también ahora persigue a las empresas que fabrican alternativas veganas.
La normalización del especismo (discriminación por especie a los animales según hasta la RAE) se inculca de forma difusa desde la infancia donde los ponen al pollito Pío, a Peppa pig o al pececito Nemo, pero nadie nos explica que lo que tenemos en el plato es una víctima que sufrió y murió hasta llegar ahí.
Y no solamente en la alimentación, pues en la infancia nos normalizan lugares como los zoológicos y acuarios donde los animales son secuestrados para mantener en cautividad y muchas veces entrenados para espectáculos de codicia que nos normalizan mediante la adoctrinamiento, el verdadero adoctrinamiento que no es el que hacemos los veganos intentando promover el respeto a todas las especies sin distinción.
Hoy mismo, limpiando el patio de uno de mis colegios una niña con total inocencia me decía que le encantaban los zoológicos y que si a mí me gustaban (van mediante el engaño y precisamente por desconocer la situación de los animales).
El veganismo es mucho más sencillo de lo que parece y por mucho que la gente sin idea alguna intente atacarnos sin saber ni por qué, la realidad es que hablamos de ética, de avance de la sociedad, de un mundo más justo también para los animales con los que compartimos este planeta que podría ser maravilloso si no fuera por los humanos, la verdadera plaga y el mayor problema de esta tierra.
Además de la alimentación, lógicamente también rechazamos la larga lista de entretenimientos con animales, la experimentación, industria peletera...
Por ello, si quieres unirte a esta filosofía ética de vida puedes escribirme a través de mi página de activismo en Instagram "Diego Nevado" y respecto a la iniciativa por llamarla de alguna manera presentada por el PSOE espero que no salga adelante y la página de Instagram "mi dieta cojea" (que también te recomiendo seguir) ha emitido este vídeo al respecto de la absurda polémica: https://www.instagram.com/reel/DAQjnJgs1YD/?igsh=MWZ5eGt5ZXdwb2Y0MA==.
|