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​Ocho poemas del libro ‘Leo y escribo’, de Rolando Revagliatti

Poesía
Rolando Revagliatti
miércoles, 25 de septiembre de 2024, 09:10 h (CET)

3   Tapa LEO Y ESCRIBO 3ª edición e


“ESTIMADOS CONGÉNERES”


Entre estimados

nos turnamos para espiar

tu libro

entre congéneres

nos espiamos por riguroso turno


Entré en tu libro


A cinco minutos de concluida la lectura

de tus discursos dedicados

estamos

a cinco minutos de apaciguado el certero despliegue


Me asaltó tu ciudadanía

¿cómo no tentarme?
si fui también un comensal

durante todos

estos

años.

____________

“ESTIMADOS CONGÉNERES”, recopilación de discursos de Norah Lange.


“PEINANDO A TÍA”


La mano de la tía estacionaba

garbanzos en los cartones azules


La de su sobrina estacionaba porotos

de Onam en los cartones amarillos:

ternos endogámicos

impotentes cuaternos

quintinas anorgásmicas


Leguminosa la sobrina estacionada

en las ensaladeras de su tía.

_____________

“PEINANDO A TÍA”, cuento de Juan Carlos Pellanda.


“EL MÉDICO DE LA CASA”


Subasto aparecidos

inyectados de telequinesis fraterna

señores interesados

también en rododendros

y vacas ininfluenciables ramoneando.

__________

“EL MÉDICO DE LA CASA”, relato de Rudyard Kipling.


“PAPELES PÓSTUMOS DEL CLUB PICKWICK”


Para los póstumos papeles el señor Pickwick juega al whist y bebe su ponche frío

diserta de pie sobre el sillón de Windsor

entre aplaudido y aplaudido con vehemencia

con carismático pickwicknianismo el señor Pickwick

se deja otear oteando con el catalejo que extrae de su impecable gabán

estimula instruye ordena reconviene aconseja disuade a su cochero

y en su cuaderno de apuntes apunta observaciones sobre la tenacidad de los caballos por

la

[vida

y casi perece sospechoso en el mar de una trifulca

sobrenada

sin eludir desprecio y puñetazos

según consta en las actas del club


El señor Pickwick a la caza de su sombrero, grajos y otras aves

y de cierto hallazgo con forma de piedra por diez chelines

y de las veintisiete interpretaciones (la inscripción en la piedra) de su propio cacumen

el malinterpretado señor presidente

y su enamorada, patrona y demandante, la matrimoniable viuda Bardell

de tan enseñoreada incidencia en el augusto meollo

(y la señora de Leo Hunter)

y todo consta en las actas por ellas lo sé


¡El señor Pickwick subrepticiamente en el internado de señoritas, de noche!

vejado adviene

un ataque regio de reumatismo que lo postra pickwicknianamente

y de alcoholismo que lo duerme en una carretilla pickwickniana dentro de un corral

o bien

azarado entre recules y profundas reverencias abandonando espacios inconvenientes

o contentísimo y encarnado con sus negras polainas por entre la nieve

y al diablo, al helado diablo el señor Pickwick

desaparecido y reaparecido

luego rodeado de los reclutados media docena de habeas esqueletos

lo saben, pickwicknianos unidos

el benemérito señor Pickwick se da a sosiego

a moderación, a jubilación

y todo todo todo consta en las actas del club.

________________

“PAPELES PÓSTUMOS DEL CLUB PICKWICK”, novela de Charles Dickens.


“LA CASA DESHABITADA”


Chitón, procuran los procuradores

es la llovizna negra, costas y mañas


Atráense (sórdidos vaivenes)

los vocablos bufete rico y bufete pobre

y zarandeado tribunal de la chancillería


Me inclino ante la Ley/ yo me prosterno

(cuando otros enloquecen)

qué menos que guiñando o haciendo ojitos


Abnegaciones y lealtades copulando con perentorios chantajistas

próximos a la luminosidad artificiosa de los ensimismados candelabros

del celebérrimo pleito Jarndyce y Jarndyce


¿Velos?, pero sobre todo pretendientes

para mi dueña y mujercísima Esther

(dama Trot, dama Durden) Summerson


(Apostillas entre la niebla sucia

y la cellisca de Londres recauda

Vladimir Nabokov

y yo administro).

_________________

“LA CASA DESHABITADA”, novela de Charles Dickens.


“AVENTURAS DE OLIVERIO TWIST”


Grito agudo del corderillo al que criar

recién parido ser mortal en el llamado hospicio

mientras su madre lo abandona estremeciéndose para siempre

besándolo por única vez


Los parroquiales lo condenan -¡magnánimamente!-

a vivir con (y eventualmente a morir de) hambre

distraída por patadas y coscorrones de diligentes celadores

tundas repartidas a otros desgraciados caballeretes

sucios y hasta piojosos por añadidura

famélicos alucinadores de la gorda manteca


Oliverio es designado delegado y atrevido pedigüeño

y el director resuena la testa de Oliverio con un cucharón

en malhadados tiempos incompasivos


(Añadir cinco libras al incordio en forma de futuro aprendiz de cualquier arte u oficio

sortear a quien desholline cogitando sobre deudas y penurias)

Quédase alquilado el niño al funebrero

traga sobras y duerme entre ataúdes


¡Pamemas! estalla el condigno administrador de justicia

estupefacto Oliverio, después perseguido e inclusive baleado

aprendiendo y lastimándose en el melodrama.

__________________

“AVENTURAS DE OLIVERIO TWIST”, novela de Charles Dickens.


“CRÓNICA DE UN INICIADO”


Conmovida por la imponencia descalabrada del dragón

a la pequeña lámina me conduje


Yo había ya lucido

enmarcada


Desanduve la sujeción de un endogámico entrevero

de cables, cordeles, piolines y piolitas


San Jorge

harto

retaba a su caballo.

_____________

“CRÓNICA DE UN INICIADO”, novela de Abelardo Castillo.


“LOS COSACOS”


Muchachas de la aldea provocadas por los uniformes

(aman dos a Mariana)

sangre, humo, detonaciones en el heno

(Mariana se dejaba –¡oh!– se dejaba galantear)

los chechenes, los caballos y los gritos

(bruscos pudor o altanería)


Uno agoniza

otro retorna a entrañables

nevadas y silenciosas calles de Moscú.

______________

“LOS COSACOS”, novela de León Tólstoi.





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