¿Cuántos días han pasado desde que la terrible DANA asoló parte de nuestro suelo, parte de nuestras vidas, parte de muchos sueños...? ¿Cuántas Leyes se han rebuscado para SALPÌCAR RESPONSABILIDADES a terceros? ¿Cuántos LEGULEYOS han llenado las REDES SOCIALES de falsas normas, de promesas interesadas, de insultos sin nombre, por si acaso, de mentiras consentidas? Y en este tiempo, por comisión u omisión, ¿quién desde el Presidente del Gobierno hasta el último de los gestores, ministros, directores generales, responsables de áreas críticas han puesto sobre papel sus posibles responsabilidades o siquiera sus omisiones como personas con carácter público?
Sólo en todo este período de tiempo he oído un comentario crítico de la forma de paliar lo antes posible la situación de las personas, negocios y estructuras. No puedo decir el nombre porque no lo recuerdo, pero en definitiva venía a decir:
“El dinero, el Gobierno y las Comunidades lo tienen a su disposición de forma inmediata. Está el ICO, que, avalado por el Gobierno, pone a disposición de los interesados las cantidades que justificadas de forma lo más sencilla posible, dadas las circunstancias” (formato: entregas a justificar, NO A DEVOLVER).
“Bastaría con nombrar personas INDEPENDIENTES, entre el área profesional de AUDITORES, para que organizasen de manera urgente los formularios “responsables” de las situaciones reales de los perjudicados”.
“Día a día, con la firma del auditor y la firma del perjudicado como beneficiario y a la vez responsable en caso de falsedad, se iría entregando el dinero en efectivo... NO LAS PROMESAS Y LA APERTURA DE LÍNEAS PRESUPUESTARIAS, etc., etc. que suele hacer el Gobierno y que luego, como ha ocurrido en otros casos, no han cumplido las expectativas”.
Como decía el cura de mi pueblo hace muchos años: “Padre, no me llega el sueldo... ni me toca la quiniela... ni me ayuda Dios, como usted dice.... Hijo, querido hijo, ¿pero echas las quinielas... pero vienes a la Iglesia a pedirle al Señor que te eche una manita?... hombre, hombre... muévete, madruga y trabaja, NO TE FIES DE LOS QUE PROMETEN...”
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