Una de las ramas del conocimiento filosófico es la filosofía de la ciencia. Se ocupa de analizar las bases conceptuales de la ciencia y está también directamente relacionada con la historia de la ciencia. Se investiga ¿Qué es la ciencia? y ¿cómo se generan y justifican las teorías científicas?, junto con muchas otras cuestiones, acerca de lo científico y la relación entre la ciencia y la realidad.
La ciencia trata de comprender y explicar los fenómenos naturales, con la formulación de teorías y leyes científicas, fundamentadas en la observación y la experimentación. Podemos preguntarnos, si la ciencia es también una construcción de la realidad y no solamente una descripción del mundo real. A mi juicio, es ambas cosas simultáneamente. La ciencia es una forma de conocimiento, que se distingue claramente de las creencias religiosas y los mitos. A lo largo de la Historia de la Filosofía se han creado distintas cosmovisiones filosóficas de la realidad. A partir del siglo XX surgieron distintas teorías, acerca de lo que son los procedimientos científicos, con análisis que consideran la cientificidad o la verdad de las teorías de las ciencias. En este sentido, el criterio de falsabilidad de Karl Popper es una manera de diferenciar las teorías científicas, de las que no lo son. Desde su perspectiva, una teoría es científica, si puede ser refutada o negada por la evidencia empírica. Desde otro planteamiento diferente, el historiador de la ciencia Thomas Kuhn cuestionó la falsabilidad diciendo que la ciencia opera a través de paradigmas o marcos conceptuales dominantes, hasta que una revolución científica los reemplaza por otros. También insistió en que la comunidad de científicos es fundamental, en la afirmación o cambio de los paradigmas científicos. En este sentido, para Kuhn la refutación de teorías es una parte más de la ciencia, ya que es preciso tener en cuenta más aspectos del desarrollo de las ciencias.
En el libro Filosofía de la mente de Bárbara G. Montero profesora de la Universidad de Nueva York, se tratan cuestiones sobre el dualismo platónico y cartesiano, el fisicalismo, el emergentismo, la intencionalidad y las mentes digitales o extendidas. Actualmente, como escribe Montero “A partir de una resonancia magnética, los científicos pueden inferir que uno se siente alegre…”. Así es y esto es un ejemplo de los grandes avances, en el ámbito de la investigación médica. El problema mente-cerebro es resoluble pensando que lo mental surge de la actividad cerebral, ya que es el resultado del funcionamiento neuronal, que es electroquímico. Como indica Bárbara Montero “Mi experiencia de ver una imagen amarillenta y anaranjada es idéntica a la actividad neuronal del cerebro”.
Ciertamente, el dualismo ontológico y gnoseológico de Platón, no es algo que se sostenga desde un enfoque actual. Aunque es cierto que el maestro de Aristóteles acertó siguiendo a Alcmeón de Crotona, en su tesis de que el cerebro es la sede de la inteligencia, también consideró que la mente es inmaterial y divina, porque procede del mundo inteligible y perdurará después de la muerte, algo que, a mi juicio, es especulativo, ya que es indemostrable y todo apunta a que no es la realidad de lo que sucede.
Respecto al cartesianismo, la princesa Isabel de Bohemia en su correspondencia con Descartes estuvo en desacuerdo con su dualismo entre cosa pensante y extensa y la comunicación de las sustancias, ya que le escribió: “Es más fácil imaginar que la mente es material, que imaginar relaciones causales entre una mente inmaterial y un cuerpo material”. Filósofos como Churchland afirman, que los avances y desarrollos en la neurología están proporcionando una mayor y mejor comprensión de lo que es el yo y la conciencia.
El emergentismo es otra de las corrientes de filosofía de la ciencia y establece, de un modo coherente y racional, que la aparición de la mente a partir del cerebro, es similar a la relación ente el agua y la humedad de esta. La mente es un epifenómeno o resultado de la actividad del cerebro.
En cuanto a la intencionalidad es otra de las grandes cuestiones estudiadas y analizadas, por los filósofos de la ciencia. Es cierto que como Bárbara Montero expresa: “como las creencias se refieren a cosas, los filósofos las clasifican como estados intencionales”. Indudablemente, las percepciones poseen contenidos representacionales y todo esto es objeto de análisis, por parte de muchos filósofos de la ciencia a nivel mundial.
Las mentes extendidas o digitales es otro de los temas tratados en el libro de Bárbara Montero. Los dispositivos tecnológicos o digitales han extendido las funciones de la inteligencia humana, de una manera extraordinaria. Parece ser que, en poco tiempo, la memoria podrá implementarse con unas gafas subliminales, que están siendo desarrolladas en el MIT. Las imágenes deseadas pasaran por la vista de los usuarios de estas gafas a una velocidad de 1/180 segundos que no es percibida por la retina, pero que es retenida por el cerebro y almacenada en la memoria, sin perturbar la vida cotidiana. Estas gafas aumentan hasta un 50 por ciento la memoria.
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