Escribo gracias a la virtud brindada: "A Dios gracias, Señor mío". Toda creación es una armonía en la selva sagrada del sentimiento que me asiste de la realidad del mundo que me rodea y vivo. De ahí que busco vencer al destino, para lograr La Esperanza ofrecida, y cuya fe me guía. Ello me anima y fortalece mi corazón de amor y buen trato hacia mis semejantes conforme y acorde a la Palabra del Señor.
Un año mas finaliza, y la tristeza me embriaga al conocer que en la tierra, son pocos los nobles de corazón que reine la paz y la concordia.
Abundan las pasiones mal sanas que hacen tener al mundo en zozobra y con nube gris por cielo.
Urge que el azul de la esperanza brille, reine y sea fuente de energía en nuestros corazones, y nos oriente sea esta la bandera de todos. En la buena actitud, reside el Bien.
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